Cerca de 300 personas participaron ayer de una nueva marcha en reclamo de mayor seguridad, desde 21 de Setiembre y la Rambla, hasta Kibón. La crítica fue directa contra Bonomi.
Durante poco más de media hora, los vecinos marcharon por la rambla de Pocitos. A su paso la marcha recogió efusivas muestras de apoyo, tanto de los automovilistas que circulaban en sentido contrario y que hacían sonar sus bocinas, como de los vecinos que aplaudían el paso de la caravana.
Al llegar al destino pautado, los organizadores cedieron la palabra a Graciela Barrera, madre de Alejandro Novo, el repartidor de una avícola asesinado en enero de 2009.
"Desde que a mi hijo lo mataron para rapiñarlo nos cambió la vida, desde ese día ya no fuimos los mismos", dijo.
"Escuchamos decir a Bonomi que nosotros estábamos siendo utilizados con fines políticos. Yo le quiero decir al señor ministro que hoy, si no fuera por la falta de seguridad, ninguno de nosotros estaría acá", manifestó Barrera.
Luego, con emoción en la voz, la madre de Novo contó el último día de vida de su hijo. "Me pidió que le cerrara el portón, y lo vi irse, a las seis de la mañana. A las tres de la tarde tuve que abrir un cierre para ver a mi hijo", recordó.
"Yo no quiero que otras familias pasen lo que pasamos nosotros, porque cuando pasa esto no se muere solo la víctima, se muere toda la familia", concluyó.
Luego, Adriana Sebasti, una de las organizadoras de la marcha, tomó la palabra y exigió al ministro Eduardo Bonomi, que se haga cargo de la situación, "y si no está capacitado para protegernos, renuncie".
Sebasti remarcó que la población ya no se siente segura. "Nuestros hogares dejaron de ser nuestro refugio inviolable", sostuvo la mujer.
"Estamos cansados de la impunidad con la que los derechos son violentados, cansados de vivir todos los días escuchando testimonios de robos, rapiñas, arrebatos y copamientos con violencia física", señaló.
A su vez, estableció que "preferiríamos estar en nuestros hogares con nuestras familias y no en la calle reclamando protección. Esa tarea, le corresponde a las autoridades, no a los ciudadanos".
También dijo que existe un "vacío de autoridad" y una "ausencia de respuestas claras y efectivas".
Luego, se plantearon una serie de exigencias, como una inmediata coordinación de las acciones de los tres poderes del Estado a través de sus brazos ejecutores, así como restaurar la normativa del Decreto 690/80, que fuera derogada en el año 2005.
Este decreto, permitía la detención por averiguación de eventuales implicados en delitos, lo que es considerado por los organizadores de este evento como "una herramienta fundamental para la Policía en pos de la prevención y la represión del delito".
Además se demandó atención y solución para las graves situaciones que afectan a los vecinos de todo el país.
El discurso de Sebasti, culminó con un aplauso por parte de quienes estaban en Kibón a esa hora, que además pidieron con cánticos la renuncia del ministro del Interior.
Al cerrar el acto, y en diálogo con la prensa, Sebasti estableció que "no hay una sola zona segura en todo el Uruguay".
"Nosotros no demandamos la renuncia de Bonomi, lo que decimos es que, si no se siente capacitado para ejercer sus funciones como ministro debe dejar el cargo", sostuvo.
Sobre las herramientas a tomar, Sebasti dijo que la aplicación del Decreto 690/80 "era de apoyo para la Policía". "Al derogar este decreto, le complicaron el trabajo", determinó.
Sebasti también confirmó que se están juntando firmas para ser llevadas ante el ministro Bonomi. "Esto lo hacemos para que nos oiga", sentenció.
También hizo referencia a que es necesario que se respete el artículo 7° de la Constitución de la República. "El Estado tiene que velar por la seguridad de todos nosotros", manifestó.
"No está en nosotros decir lo que tiene que hacer o no el gobierno. Por algo ellos están donde están y deben solucionar todos estos temas", dijo.
Finalmente manifestó que las soluciones "deben venir desde el gobierno y los legisladores sin importar partidos".
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