Leonardo Alonso, hermano de la joven que falleció luego que su padre le disparara confundiéndola con un ladrón, habló sobre la situación que vive la familia.
Todavía muy afectado por la muerte de su hermana Federica, fallecida en la madrugada del lunes por una bala disparada por su padre al confundirla con un ladrón, Leonardo Alonso afirmó que si la gente se sintiera protegida, no se armaría y se evitarían situaciones como las que vivió su familia. Entrevistado por el diario El Observador, el joven señaló que su padre está tan mal que “no puede entrar a la casa”. No obstante, dijo que “no hay que buscar responsables, sino soluciones”. El joven que milita en el sector Vamos Uruguay del Partido Colorado dijo que la gente asistió en masa a la marcha, que organizó con cuatro amigas el jueves en Carrasco, porque “no se siente segura” y que es responsabilidad del Estado dar protección a los vecinos.
¿Consideras que la movilización del jueves es capaz de incitar cambios de algún tipo?
Esperemos que se tome en serio la seguridad de los ciudadanos. Hace tiempo que las cosas no andan bien. Con el mismo criterio que los políticos y los gobernantes tienen sueldos altos para que no caigan en la corrupción, con el mismo criterio que en el ámbito privado se les paga a los altos jerarcas por su responsabilidad, yo creo que la policía merece sueldos dignos para que puedan ser gente honesta y cumplir con su trabajo.
¿Crees que el problema de la seguridad viene por ese lado?
No, también viene por la educación. La educación tampoco anda bien. El país está viviendo tremendos momentos económicos pero se están descuidando cosas que siempre fueron importantes, como la educación y la seguridad. Creo que los problemas vienen por ahí. Los que están recibiendo sueldos por sus trabajos públicos deberían preocuparse más por los problemas de la gente y menos por los problemas políticos, que muchas veces son solamente de los políticos.
¿Cómo calificarías la reacción de la gente que participó de la marcha?
Vi gente preocupada, gente triste, con miedo, que quiere cambios. Que anda con temor en la calle. No hay que ir a esa marcha para ver cómo está la gente. Esto se ve en Carrasco, en el resto de los barrios y en todos los departamentos del país.
¿Cómo te sentiste tú, personalmente, en la marcha?
Triste. Recordando a mí hermana en todo momento. Espero que las pérdidas que muchas personas han tenido a lo largo de éste y otros tiempos en problemas de seguridad no sean en vano. La gratificación y el consuelo no me lo dan ver gente en una marcha. El consuelo y la tranquilidad los encuentro en Dios y en mi familia. Lo que había en la marcha es gente como yo que está preocupada por lo que está pasando en este país, gente que quiere respuestas.
¿La marcha se transformó en un gesto solidario hacia lo que están experimentando ustedes?
No creo, para nada. Sin duda que un hecho trágico puede haber sensibilizado a la gente y puede ser que hayan ido a la marcha por eso. Pero yo creo que la gente fue a la marcha porque no se siente segura. Mucha gente se mata gastando plata en seguridad privada y eso no les soluciona nada. Si ve que no hay seguridad por parte del Estado, la gente va a tener que acudir a privados. Pero no siempre una es mejor que la otra. Somos un país chico, poca gente, fácil de controlar. Lo que te lleva a pensar es que no hay voluntad. Capaz que hay otra explicación. Pero siendo tan pocos debería ser fácil. Si en otros lugares se pudo hacer con más gente, y con más problemas…
¿En Carrasco empeoró la situación de inseguridad?
Yo creo que en mi barrio -y hablo de mi barrio porque es lo que conozco- no debe haber una persona a la que no la hayan robado dos o tres veces por lo menos. Ya nadie dice: “a mí nunca me entraron”. El más afortunado sólo puede decir “a mí me robaron tres veces”. Antes te robaban la bicicleta, pero últimamente la cosa se ha puesto más complicada y la agresividad de la gente es mayor. Nunca había pasado esto, esta escalada de inseguridad que se siente. No lo siento sólo yo, en un fin de semana en una cuadra hubo cuatro robos en casas. Hoy en día los ladrones te roban en un buen auto, no existe más el ladrón de bajos recursos. Hay gente que no roba para comer, que se aprovecha de estas situaciones.
¿Crees que la seguridad privada no es efectiva para estos casos?
No. Si alguien te quiere entrar a tu casa, por más que tengas alarma, van a entrar a tu casa. Es conocido que los ladrones amenazan a los guardias de seguridad. Muchas veces la gente que contrata a guardias no sabe quiénes son. La gente tiene alarma y le entran así nomás. A un amigo le entraron ladrones, tenía alarma, y los ladrones estuvieron 40 minutos en su casa. En esos cuarenta minutos no vino la alarma, no vino el 911.
¿La tenencia de armas es usual en tu barrio?
No. No creo que sea una regla. Creo que la gente va a tener un arma en la medida que no se sienta protegida. Yo no lo justifico y es un error que nos costó muy caro, mirá de qué manera lo tuvimos que pagar. Pero la gente tiene que sentirse protegida. Cuando el Estado no lo hace lamentablemente ocurren estas cosas.
¿Siempre hubo armas en tu casa o fue algo reciente?
Esta arma se la regaló mi tío a mi padre hace más de 20 años. Mi hermana y yo nos criamos en Canelones, en una chacra cerca del pueblo. Mi tío por las dudas, por seguridad, le regaló a mi padre el arma. Y la trajimos para acá. Incluso, cuando ocurrió el copamiento hace un mes, el arma estaba escondida en el ropero, por eso no la robaron. Estaba mi madre acostada en mi cama, haciéndose la dormida. Mi padre estaba en el baño justo cuando entraron. En esos momentos lo que más querés es que no le pase nada a tu familia. A veces la manera es dejar que te roben y se vayan.
¿El copamiento fue un desencadenante para tomar una posición más activa?
Creo que con pagar los impuestos no es suficiente para que el país ande bien. Es el país de todos y hay que cuidarlo entre todos, pelear por las cosas que creemos que hay que hacer. Yo siempre fui proactivo. Hace un año me reuní con el comisario de la seccional 14 porque estuvimos una hora siguiendo a dos menores que se llevaban una moto de una casa. Hablamos con la Policía, les dimos las direcciones, y el móvil nunca llegó. Nos reunimos con el comisario para donarles unos GPS. Ahí nos preocupamos más por el tema y nos enteramos que la seccional 14 no tenía móviles. Los policías además tienen armas de antaño. Los que nos tienen que proteger tienen peores armas que quienes delinquen. Con toda la plata que hay en este país, en este momento, si hay voluntad, se puede y se tiene que hacer algo.
Los expertos recomiendan que la población no debe armarse. ¿Qué pensás al respecto? ¿Si alguien te pregunta si debe armarse, qué le contestás?
Obviamente le digo que no. que ni se le ocurra. Pero como digo eso, el Estado tiene que garantizar que puede cuidar a sus ciudadanos. ¿Sino en qué quedamos? “No te defiendas pero no te defiendo”. La gente no se tiene que defender en la medida en que esté defendida.
¿Ustedes tienen planeado mudarse luego de lo sucedido?
Mi padre ya no puede entrar a mi casa. Pero hoy en día no hay ningún barrio que se salve de estas cosas. Como pasa acá, pasa en Maracaná, pasa en el interior. No existe escaparse del problema, el problema ya nos tiene a todos.
¿En casos como el de tu familia, de quién es la responsabilidad?
No creo que haya que buscar responsables. Lo que hay que buscar son soluciones. Las cosas que pasan, pasan por algo, porque Dios así lo quiere. Fue un hecho trágico que nos tocó vivir pero hay que trabajar para que no le pase a más gente
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