Hace unos días me invitaron a disertar
con jóvenes sobre la instrumentación y creación de la marca país. Trabajo que
se hizo en el año 2002.
Fui
claro: no fue creación mía. Lo que hicimos fue convocar a un equipo de
profesionales que hizo una gran tarea. Al revisar los documentos encontré, o
más bien reencontré, dos encuestas que se hicieron en ese año 2002.
Se
les preguntó a 150 formadores de opinión del Uruguay sobre las características
que nos distinguían de otros países. La amplia mayoría destacó dos elementos
que se llevaban casi el 80% de las respuestas: la Educación y la Seguridad.
Todas
las encuestas de opinión hoy, diez años después, dicen lo contrario. La
Seguridad y la Educación son las dos áreas de mayor preocupación y deterioro en
el Uruguay.
Algunos
indicadores nos lo están señalando y debemos prestarle atención.
Tenemos
menos alumnos en el sistema de educación que los que teníamos en el 2003. El
43% de los alumnos de primero de liceo de Montevideo repiten. Solo el 32% de
los uruguayos hoy completan la Educación Media Superior. En Chile el 72% lo
hace y en Alemania el 100%.
Tenemos
tan sólo 346 investigadores por cada millón de habitantes, cifra inferior a la
cantidad (373) que teníamos en el 2002. Muy por debajo de los más de 1.000
que tiene Argentina o los más de 7.700 de Finlandia.
En
el año 1990 se cometieron 2.560 rapiñas en el Uruguay. En el 2011 casi 15.000 y
las proyecciones para el 2012 apuntan a 16.000. El crecimiento se aceleró
peligrosamente en el año 2008 lo que nos ubicará, si esto sigue así, en el
quinto peor país de América, según los números de la OEA.
Los
homicidios se mantenían en el eje de 200 por año aproximadamente desde 1990. Es
lo que sucedió en el 2011.
En
el 2012 llevamos un promedio de casi un homicidio por día (0,996). Lo que de
mantenerse hará finalizar el año con casi 350. De ellos el 32% corresponden a
hurtos, rapiñas y copamientos, 22% a peleas y riñas, el 17% a ajustes de
cuentas y el 13% a violencia doméstica.
La
aparición con fuerza de los llamados “ajustes de cuentas” revela que la droga y
el narcotráfico empiezan a tener una incidencia que hasta hace poco no tenían.
Hace
tiempo entregamos 50 propuestas para mejorar la seguridad y otras 50 para
mejorar la educación (www.vamosuruguay.com.uy).
Se
impone adoptar otras.
Estamos
perdiendo la lucha contra el narcotráfico. Se habla de mil bocas de venta de
pasta base. Mil bocas de venta de la muerte.
Se
debe enviar 100 policías, de los mejores, a capacitarse al exterior en la lucha
contra el narcotráfico. Estados Unidos o dónde sea. Junto con ellos más Jueces
y Fiscales.
La
situación es de emergencia y derrotar a la pasta base de Vida o Muerte.
Estamos
perdiendo la lucha por darles las mismas oportunidades en educación a todos los
uruguayos. El Estado no está llegando a la población en situación
crítica.
Existen
experiencias que son exitosas como la del Liceo Jubilar y otras similares.
La
situación es de emergencia aquí también.
Por
ello en la tarjeta del Mides debe acreditarse créditos para que quienes están
en situaciones críticas puedan destinar, si lo desean, esos fondos a esa
educación. Como la del Jubilar o similares. Sólo para aquellos en situación de
contexto crítico. Para sumar eso a la tarea que hacen la Escuela y Liceo
Públicos.
Porque
si no llega el Estado, igual tenemos que llegar.
Tenemos
que proteger a nuestros niños y muchachos de la droga y darles a todos las
mismas oportunidades educativas.
No podemos
dejar un solo niño o uruguayo abandonado atrás. No debemos.
(*) Abogado. Senador de
la República. Líder de Vamos Uruguay – Partido Colorado
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