El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

domingo, 24 de junio de 2012

La Cuestión Oriental del Uruguay

Por Carlos Maggi

La cultura dura y a veces dura más de lo que uno mismo procura. Para entender el lado siniestro de la integración de la América Española, conviene empezar por el principio.

Juan Bautista Alberdi escribió en 1852 en Bases y puntos de partida…

- Con sus monopolios rancios y sus tradiciones del siglo XVI, Buenos Aires es realmente la peluca de la República Argentina, la expresión de la colonia española de otro tiempo, como Lima, como Méjico, como Quito, como todas las ciudades donde residieron los virreyes que tuvieron por mandato, inocular en los pueblos de América del Sur las leyes negras de Felipe II y Carlos V. La primera necesidad es colocar la iniciativa de la nueva organización, fuera del centro en que estuvo por siglos la iniciativa orgánica del régimen colonial.

COMENTO: 41 años antes de Alberdi, Miguel Barreiro, había escrito en las instrucciones del año XIII:

19° - Condición precisa e indispensable: que sea fuera de Buenos Aires, donde resida el sitio del Gobierno de las Provincias Unidas.

Y allí empezó "la cuestión oriental".

Buenos Aires le pagó tres veces a Brasil para que no la atacara, y el precio fue entregar la Banda Oriental (1811, 1816, 1828).

La historia suele ser un noticiero del futuro. Y quien se olvide de eso, corre el riesgo de quedar desairado tal cual le está sucediendo a quienes insisten con la fraternidad solidaria en este continente a medio hacer.

La superioridad cultural de los portugueses imperiales, cuando la Casa de Braganza trasladó el imperio a Río de Janeiro, fue tan aplastante que el gesto dura todavía. Cuenta Sergio Abreu que un exministro de RREE brasileño le dijo:

- "Es muy sencillo definir el Mercosur: se compone con la industria de San Pablo, la agricultura y minería de Argentina, la energía de Paraguay y la vista al mar -léase el turismo- y un poco de ganado en el Uruguay”. (Cámara de Senadores, 11/5/10).

Jorge Batlle dijo hace mucho (2006), antes de las veleidades proteccionistas de la Argentina:

- "El Mercosur no existe. La mejor alternativa para Uruguay es irse del Mercosur”.

COMENTO: Los malos gobiernos porteños se burlan de la dignidad propia; dejan de pagar sus cuentas en medio de aplausos generales, echan mano al dinero ahorrado por la seguridad social, expropian sin justa compensación a empresas extranjeras. Son los vivos del batallón. Y si eso hacen con ellos mismos… ¿Cómo van a proceder de otro modo con sus hermanos de la República Oriental? No es que sean perversos, es que no aprecian el valor y la conveniencia de actuar dignamente.

Esa característica que se da en la otra orilla del Plata no debe alterar nuestras relaciones con Argentina, pero debe sí cambiar lo que pensamos del Mercosur. Lo mismo sucede con Brasil, que es más inteligente y se aprecia a sí mismo tanto más que la Argentina. Brasil nos explica pacientemente que es un gran imperio y procura que no nos comportemos como un enano llorón. Tampoco la franqueza (el desdén) de los brasileños puede motivar un cambio en nuestras relaciones de país a país con el gigante del norte. Pero debe recordarnos que somos un territorio de frontera y que del otro lado hay un imperio, y que siempre hubo una codicia portuguesa, que supimos contener. Y por este camino, recaemos de nuevo en la cuestión oriental.

Un enano debe compensar su falta de tamaño con la claridad de su visión. Los antimperialistas de Quijano, tenían razón en la lucha de Chaplín contra Trompifay. Pero no pudieron adivinar que Brasil iba a “trompificarse”.

Desde hace poco (desde el espaldarazo de Fernando Henrique Cardoso) Brasil dice y actúa como un imperio. Se miró y vio que era verdad "o mais grande do continenti".

En la actualidad tenemos un imperio lejano que puede ser vagamente esclavizante para nosotros o puede ser nuestro escudo para frenar al grandote que nos creció al otro lado de los mojones.

Los chicos solo tienen un arma para defender su existencia: contraer amistades que impongan el respeto de hecho que los chicos no pueden imponer, cuando están solos. Y nosotros si nos miramos bien, resulta que estamos… ¡Tan cerca del cuco portugués y tan lejos de EE.UU.!

Cuando Tabaré Vázquez dio su lucha por concertar un tratado de libre comercio con EE.UU., fue derrotado por gente honesta que padecía un atraso de medio siglo; creía como en los años 40, que el Imperio estaba en el otro hemisferio. ¡Y lo tenemos junto con pegado!

Con todo sé muy bien que no fueron Gargano y sus seguidores los que bocharon ese tratado; fue Brasil que avisó, que no lo permitiría, en virtud (en maldad) de lo dispuesto por el Tratado de Asunción (el Mercosur).

A partir de esa horrible derrota, quedamos jugados a las "tolerancias" limítrofes. Pero lo peor no fue eso. Lo trágico fue el pensamiento aberrante que siguió a nuestro desastre. Hubo uruguayos que pidieron "más y mejor Mercosur”.

¡Ay! El único cambio real que se introdujo vinculado a la cuestión oriental (si el Uruguay es viable o no) fueron los pasos dados hacia el proyecto inicuo de un Parlamento en el cual el número de representantes de cada país estará en proporción directa con el número de habitantes que representan.

Tuve el honor de ser el primer titular de una acción judicial contra esta monstruosidad que abate en buena medida, la soberanía. Pero la Suprema Corte del Uruguay no hizo lugar a la acción que pretendía lograr la igualdad internacional. Las fechas del drama están fijadas. Pero Brasil no tiene apuro. Por lo mismo que está firme su destino imperial, mide su historia en siglos.

¡Cáspita, caramba y otras!… ¿Y es en tales circunstancias, que siguen procurando "más y mejor integración con la América Latina"?

No digo ir a la guerra contra los opresores, digo modestamente: darnos cuenta, aclarar la madeja y hacer lo más adecuado, y no lo más ridículo.

No hay que reforzar el dogal que amenaza el futuro. Lo único urgente es cambiar el modo de pensar y aprender del ejemplo ajeno.

A principios de este mes se firmó la "Alianza del Pacífico" que integran México, Colombia, Perú y Chile. Son 200 millones de habitantes, que producen un tercio del PBI de América Latina y cuyas exportaciones doblan la suma total del Mercosur.

Ese tratado no se hizo para cantarle loas a una integración fraterna (que no existe), se hizo para fortalecer la presencia comercial y vender en Asia: más comercio; y no más barreras. Y agrega con razón, el editorial que vengo glosando: corresponde: "dejar de lado absurdos prejuicios ideológicos. Uruguay debería acercarse a este nuevo bloque". (El País, 21/6/12).

¡Ojalá pudiera nuestro país, librarse de los cancerberos que lo sofocan, a uno y otro lado! Un entendimiento con la Alianza del Pacífico implica una traición al Mercosur. Brasil se limitaría a preguntar: ¿Otra vez mañereando?

Por eso es tan urgente y tan necesario cambiar nuestra política, el estilo, las razones de vida o muerte. Primera innovación: desligarnos lo más posible de nuestros vecinos linderos.

¡Oh sí! Es verdad que de todo corazón, los queremos mucho… pero tenemos necesidad de respirar. Cuanto menos Argentina y Brasil haya en nuestra economía, y en nuestra vida soberana, mejor. Si no tenemos carácter para imponer ese cambio gradual; si nuestra cabeza sigue llevándonos hacia un punto en el cual el país no es viable; va a suceder que no sea viable; y será nuestra la culpa por zonzos y por cursis.

Esa es la Cuestión Oriental del Uruguay que reclama: avivar el instinto de conservación y archivar las ideologías trasnochadas.

Fuente: El País Digital

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente.

Unknown dijo...

Bue...la verdad prefiero mil veces ser un satélite del Imperio Brasilero que meterme en un guiso con los paises del Pacífico que no se nos parecen ni en lo blanco del ojo ( a excepción de Chile, claro ). Al final que tanto cuco son los brasileros? Son los que mas nos compran y donde vamos corriendo a pedir, cada vez que las papas queman. Le tenemos miedo y envidia porque somo unos enanos llorones, grises, panzones e incapaces de administrar nada, donde todos quieren un empleo público o algún subsidio. Mientras en Uruguay todos hacen fuerza para fundir PLUNA ( gobierno, empleados, ANCAP,inversores, etc ), en Brasil properan compañias como Azul y otras. A PLUNA le habia dado 8 destinos en Brasil...donde otros se llenan los bolsillos, los uruguayos somos perdedores.Que culpa tienen los brasileros de nuestra corrupción y nuestra pereza e incompetencia? No Maggi, con todo el respeto que me merece su ilustre persona, no estoy de acuerdo con Ud. Brasil está en el destino del Uruguay para siempre. Igual que Argentina nos duela o nos pese. Dejemos de buscar mesías en lugares donde tampoco nos dan ni la hora.Fijese que metieron a prepo a Chavez en el Mercosur, y esto ya terminó con ese proyecto para siempre, la cuestión Mercosur no existe mas. Los temas son bilaterales, como debe ser.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...