El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

jueves, 8 de marzo de 2012

La errática política exterior uruguaya en la mira.

Por Víctor Rodríguez Otheguy (*)

En el marco de un secretismo sorprendente, Uruguay tendrá que decidir si asiste a los actos conmemorativos de la "guerra de las Malvinas", que organiza el gobierno de Cristina Fernández (Kirchner).

En estos días, el gobierno uruguayo recibió la invitación de su par argentino, para participar de los actos conmemorativos de los 30 años de la "guerra de las Malvinas". En el día de ayer, según anunció el canciller Almagro, el gabinete de "seguridad" (no se sabe objetivamente porqué es ese el ámbito en el que se decide el tema, pero en todo caso, ahí está el "riñón" de Mujica en el gobierno: Bonomi, Eleuterio y, aparentemente, Almagro ¿?) resolvería si se participa o no. El desaguisado merece unos comentarios.

En primer término, esta no es una conmemoración más, se da en el marco de un absurdo y contradictorio bloqueo a los buques con "bandera" de las Islas Falkland en los puertos del Mercosur, resolución impulsada, precisamente, por el gobierno que encabeza José Mujica. El argumento central, es que es una medida antiimperialista, pero, increíblemente, la resolución no alcanza a los buques de bandera británica, o al menos inglesa. Las Falkland, South Sandwich y Georgias, constituyen un archipiélago que son colonias británicas desde hace aproximadamente 180 años, pero no son el imperio. El canciller Almagro le hizo saber a su par británico que la resolución no era "en contra" de su Estado. La medida parecería un chiste, si no tuviera la gravedad que reviste. Con ella, muchos son los perjudicados: los habitantes de las Falkland, que estudiaban y recibían atención médica en Montevideo, pues así lo habían decidido por generaciones, manteniendo un fructífero vínculo con la capital de nuestro país. En segundo lugar, el puerto de Montevideo y los de la región, naturalmente, al cortarse el flujo comercial que existía.

En segundo término, Uruguay sigue en una situación de dependencia llamativa, en un gobierno que se dice "progresista" -aunque lo sea solo de nombre-, con un gobierno vecino que lo "ningunea" todo el tiempo y perjudica el trabajo de los uruguayos, cerrando absurdamente nuestras exportaciones, haciendo que el tratado del MERCOSUR sea letra muerta.

Como si esto fuera poco, la "guerra de las Malvinas", no es un acontecimiento para conmemorar. Fue dirigida e impulsada por un genocida, beodo y cobarde -el dictador Gral. Leopoldo Fortunato Galtieri- que luego de los "vittores" en Plaza de Mayo (con voz arguandentosa: "derramaremos hasta la última gota de sangre del último argentino"), quien luego repartió palos a diestra y sieniestra, al sobrevenir la inevitable derrota y las consiguientes protestas.

Uruguay no tiene nada que hacer en esos actos conmemorativos, con bombo "peronista" y toda la fanfarria kirchnerista.

Llama la atención -en realidad, nada nos debería sorprender de este gobierno o de un canciller que todo el tiempo "se hace el oso"- el secretismo con que se maneja un tema tan grave. Nuestra sociedad se merece un debate serio sobre el tema. El asunto no debe quedar reservado a las herméticas paredes del llamado "gabinete de seguridad", que, a propósito, no se sabe qué resolvió. Nuestra prensa, por unanimidad, ni sospecha qué es lo que sucede. Llama la atención, también, el silencio de los partidos de oposición, por lo menos, pues al FA -anestesiado- no se le puede reclamar que le pida cuentas a su gobierno (seguramente les es muy difícil "seguirle la cabeza" a Mujica, aunque también se les hizo difícil con Vázquez).

Finalmente, creo que lo que tendríamos que impulsar como país, es el concepto de "autodeterminación". ¿A nadie se le ocurrió que quienes deben decidir sobre el destino de las Falkland y las islas de la región deben ser sus propios habitantes? Si se hiciera una consulta popular al respecto, ¿qué decidirían estos ciudadanos? Así como es cuestionable la soberanía británica, también lo es la argentina, pues la cercanía geográfica no es un argumento atendible. Me animo a aventurar un resultado de la hipotética consulta: es muy probable que los isleños quieran seguir siendo británicos, aunque quizás reivindicando plenos derechos, superando su "status" actual de colonos. Quizás, la solución de la independencia pueda estar en el horizonte de algunos; no lo sabemos. Sí, parece muy claro, que los isleños tienen muy lejos en sus aspiraciones, la posibilidad de ser argentinos algún día. Esto no es un hecho menor y se debería tener en cuenta.

En definitiva, Uruguay está a tiempo de evitar un papelón mayúsculo. Por favor, no sigamos haciéndole el "caldo gordo" a un gobierno vecino que no se merece apoyos de tipo alguno.

(*) Mag. © en Ciencia Política. Integra el Observatorio Republicano del ICP – FCS – UdelaR.

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