La tarea de gobernar no es fácil

Por Jorge Batlle (*)

Dr. Jorge Batlle

En el mensaje a la Asamblea General del 1º de marzo pasado el Sr. Presidente de la República dice “si bien reconocimos ante este Cuerpo que la tarea de gobernar no es fácil, debemos declarar hoy, a dos años de dura y continua lucha, que hemos dejado todos nuestros esfuerzos en pos de cubrir las necesidades inmediatas de la gente, utilizando los recursos fiscales del modo que consideramos más apropiado, correcto y transparente, peleando contra la burocracia y contra los resultados imposibles”.

Desde la época de Adán y Eva por cierto, gobernar ha sido difícil, ¡vaya novedad!

No es tan difícil cuando el Presidente de la República cuenta: con mayoría parlamentaria absoluta en ambas Cámaras, con precios internacionales lo más favorables a los productos exportados por el Uruguay en los últimos 100 años, con los intereses más bajos de la historia, con una demanda sostenida y creciente del Asia en tal grado y medida que siempre está insatisfecha, con las inversiones más importantes de la historia del país (dos plantas de celulosa totalmente resueltas por los gobiernos anteriores), con los acuerdos de garantía de inversiones con Finlandia y con los EE.UU. heredados de otros gobiernos, con los acuerdos de libre comercio con México firmados por el gobierno del Partido Colorado, con la dirección sindical integrando el propio gobierno en el Ministerio, el Parlamento y los Entes autónomos, en fin, sin problemas a la vista.

¿Qué le hubiera pasado a este país si el Presidente de la República hubiera tenido que hacer un informe al Parlamento el 1º de marzo con aftosa, crisis bancaria terrible llegada desde la República Argentina, con el cierre de las exportaciones de carne, con el Dr. Vázquez y el FMI reclamando la quiebra del país igual que la Argentina, con un Partido de oposición como el Frente Amplio impugnando las relaciones con el FMI, con el BID, con el Banco Mundial, con el que hoy se abrazan, con los sindicatos manejados por el Partido Comunista tratando de impedir absolutamente todo lo que se pudiera hacer en el Uruguay, organizados para impedir y destruir, sin mayoría parlamentaria y con las consecuentes inquietudes bancarias en forma de corrida permanente durante 4 meses seguidos por parte de los depositantes argentinos?

¿Imagínense ustedes lo que hubiera sido el texto del mensaje del Presidente de la República frente a tales adversidades?

Pero lo que es peor de todo esto, como se advierte a lo largo del mensaje, que analizaremos más detenidamente, el mismo está lleno de propuestas anunciadas como cosas que se van a realizar, pero que no se concretan en actos de gobierno. Se habla pero no se hace. Se utilizan en todos los puntos tratados ese estilo que le permite al expositor nadar por encima de los problemas sin resolver ninguno.

Dice por ejemplo: “¿Y si revisamos la educación?. La educación de un pueblo es la herramienta fundamental de su avance". Luego transcribe una frase de José Pedro Varela. Enseguida pasa a otro tema y no se compromete ni explicita ninguna acción para resolver el trágico problema de una educación primaria que no forma niños y de una educación secundaria que acusa un 43% de repetición en el primer año del Ciclo Básico.

El mensaje inclusive tiene cosas muy graciosas sobre todo cuando habla de “el nuevo nivel de relacionamiento político con la Argentina”, refiriéndose al dragado del canal Martín García, de la planta regasificadora binacional, así como las continuas negociaciones con el objetivo de "dar fluidez al comercio binacional”. Parece chiste.

Lo que es más curioso, es que al tiempo que la emprende violentamente contra la burocracia, haciéndola responsable de esa dificultad para gobernar, los gobiernos frenteamplistas se han encargado de llenar de empleados públicos todas las empresas, tanto las autónomas como la Administración Central, poblando de funcionarios de confianza todos los Ministerios e instalando en el país el más descarnado sistema de reparto matemático entre los distintos sectores políticos que conforman el Frente, al punto, entre otras cosas, que cuando destituyen al Presidente de Primaria, Sr. Gómez, que es comunista, la destituyen a la Sub Secretaria de Educación, la Ex Ministro Ing. María Simón, simplemente, para contemplar la cuota política de los comunistas en el gobierno. Clientelismo político como el de este gobierno y el anterior jamás se ha visto en la vida del país, han aumentado la plantilla de funcionarios que los gobiernos Colorados venían achicando, y lo han hecho de tal forma que el que más se queja de los empleados públicos es el propio Presidente de la República. 

Es de RIPLEY. Así nos va.

(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)