El pasado sábado 9, el Comité Ejecutivo de la Agrupación Reconquista me hizo el inmenso honor de nombrarme su secretario general. Para un colorado del montón como yo -hijo y nieto de colorados de a pie-, esa distinción representa una hermosa responsabilidad que asumo en esta hora consciente de que todos aquellos que creemos en la democracia, la libertad y la convivencia pacífica y tolerante entre los uruguayos debemos comprometernos en su defensa.
Aún aquellos que en otras circunstancias hubiésemos permanecido en las sombras, acompañando con el voto o dando una mano tras bambalinas, sentimos que en la actual coyuntura debemos involucrarnos y participar activamente en el debate político. Si los liberales no lo hacemos, si permanecemos prescindentes, viendo como nuestra institucionalidad se degrada sin que hagamos nada para evitarlo o nos limitamos a criticar a aquellos que sí lo intentan, seremos responsables –por omisión- de lo que pueda llegar a suceder.
Por ello, y porque creemos que estamos en condiciones de aportar nuestro pequeño granito de arena a la renovación del partido y a la construcción de una alternativa al oficialismo, nos reunimos periódicamente, intercambiamos ideas, hacemos sentir nuestra voz. Con humildad, seguros de que nuestro mayor mérito está en una común vocación de servicio y un sentido ético de la vida que trasciende al plano político.
Así, además de mi designación, en la reunión del pasado sábado, fijamos posición sobre tres puntos importantes, que dimos a conocer a la opinión pública a través de un comunicado: 1) nuestra exhortación a que la ciudadanía acompañe con su firma la campaña que promueve la baja de edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años, crea un centro de rehabilitación y mantiene los antecedentes de los menores cuando llegan a la mayoría de edad; 2) nuestro rechazo al aumento de gastos y tributos que prevé el presupuesto departamental recientemente aprobado con votos del otro sector del partido, lo que supone un altísimo e inaceptable costo para los contribuyentes; y 3) nuestra decisión de que los dos representantes de Reconquista en el Comité Ejecutivo Departamental del Partido Colorado no asistieran a la sesión del pasado 11 de abril en señal de protesta por no haber sido convocados los órganos partidarios oportunamente a fin de fijar posición respecto a la votación del presupuesto departamental. (Una cosa es que los ediles de un sector del partido acompañen al Frente Amplio -allá ellos y sus conciencias-, y otra cosa es que lo hagan en nombre de todo el Partido Colorado).
Este último punto, generó la reacción del Sr. Secretario General del Partido Colorado de Maldonado, Francisco Sanabria, quien, en una entrevista radial, se refirió a nuestro compañero y amigo Carlos Flores de manera poco feliz y fuera de tono.
Aunque lo lamentamos, no nos sorprende que haya quienes desciendan a ese nivel. Somos pocos y nos conocemos todos.
Carlos Flores, digno discípulo del querido y siempre recordado Honorio Barrios Tassano, actúa en política con probidad y altura de miras. Cuando se ataca su honor, se intenta enlodar –sin éxito- el único capital de una persona que no posee fortuna, pero sí un nombre respetado, una familia ejemplar y un apellido que por generaciones ha servido desinteresadamente al partido y al país. Cosa que, quizás, sea motivo de envidia para algunos.
Carlos Flores, a quien conozco y me honra con su amistad, no es mandadero ni empleado de nadie. Es un compañero serio y responsable, que sirve a la comunidad en forma transparente, respondiendo a las directrices de un grupo de hombres y mujeres libres, que actúan en política sin compromisos comerciales ni económicos de ninguna clase. Cosa extraña para quienes tienen otros usos y costumbres, pero real.
Cuando se intenta atacar a su persona, se ataca a una forma de hacer política. No en vano estamos en veredas opuestas y así estaremos en tanto y en cuanto veamos la política desde ángulos tan distintos.
Por suerte, soplan vientos de cambio dentro de nuestra colectividad y la gente ya no nos confunde.
(*) Secretario general de la Agrupación Reconquista.
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