Por Dr. Pedro Bordaberry (*)
No se asuste lector. No soy yo el que afirma que las mayorías no tienen razón y por ende se puede hacer lo contrario a lo que ellas deciden con su voto. Fue el Dr. Tabaré Vázquez en el inicio de su prematura y larga campaña a las elecciones del año 2014.
Si hubiera sido yo el que dijo esto habría un coro de integrantes del Frente Amplio acusándome de fascista, anti demócrata y no sé cuántas cosas más. Pero parece que si José Mujica afirma que no cree en la Justicia eso no importa porque son “reflexiones filosóficas” y si Tabaré Vázquez sostiene que se puede desconocer lo que los uruguayos votamos ¡dos veces! tampoco está mal.
Ahora si hubiera sido yo el que afirmó alguna de estas cosas habría una cola de pseudo pensadores criticándome por golpista o no sé cuántas cosas más. Pero quédense tranquilos, yo no lo digo porque sí creo en la independencia de la Justicia y en que hay que respetar lo que decide la gente con su voto.
El problema de los dichos de Mujica y Vázquez es que se quedan en la mitad del razonamiento y ello, les guste o no les guste, los lleva a una grave equivocación. Error que no deberían cometer quienes accedieron constitucionalmente en una Democracia a la Presidencia de la República.
Todos los seres humanos cuando tomamos decisiones corremos el riesgo de equivocarnos. Seamos un simple ciudadano, un Juez letrado o el cuerpo electoral, la Ciudadanía toda. Más aún, hilando fino, podemos decir que muchas veces es difícil determinar si alguien se equivocó o acertó.
Personalmente creo que cuando la ciudadanía eligió Presidente a José Mujica se equivocó. Obviamente pienso que si me hubiera elegido a mí, que competía con él, hubiera sido un acierto. Si no lo pensara no me habría presentado a competir con él en la elección presidencial del 2009. Pero respeto lo que la gente decidió y no se me ocurre pensar que Mujica no debe ser nuestro Presidente.
Un Juez al dictar sentencia se puede equivocar también. Quizás no tuvo todos los elementos, todas las pruebas en su poder para decidir, o interpretó mal las normas.
Pero una cosa es esa posibilidad de errar, propia de su condición humana que tiene la Justicia o el Pueblo cuando vota, y otra cosa distinta es si se debe desconocer lo que decide ese Juez o la gente con su voto.
Lo que nos lleva a esa controvertida y apasionante discusión acerca de cómo se determina quién tiene razón y como se decide lo que se debe hacer. En un Estado de Derecho, en una Democracia, la única forma pacífica y sensata de someter las controversias entre ciudadanos o entre ciudadanos y la sociedad es sometiéndolas a un tercero imparcial, un Juez, que será el que aplicando la ley las dirima.
¿Se puede equivocar? Obvio que sí. Pero respetar los fallos, creer en la Justicia, es la única forma civilizada de resolver esos conflictos y vivir en paz. De ahí la necesidad de preservar su independencia y no permitir que la política ingrese en el ámbito judicial. Por ello es que se dice que cuando la política entra por la puerta, la Justicia sale por la ventana.
El pueblo cuando vota también se puede equivocar. Pero respetar lo que decide la gente con su voto es la única forma de resolver las cuestiones. Algunos dicen, con acierto, que no se puede mediante el voto, por ejemplo de los legisladores, ir contra determinados principios como la vida. Tienen razón pero se olvidan que no se puede hacer eso porque es la Constitución, aprobada por la mayoría de acuerdo con determinados procedimientos, quien los protege.
Todos sentimos que lo expresado por Tabaré Vázquez es mucho más peligroso que lo dicho por Mujica. Desde el punto de vista del pensamiento es igualmente grave.
Pero lo de Vázquez y su desconocimiento de la voluntad de lo que la gente votó es peor porque él personalmente y su partido político el Frente Amplio consultaron en la última elección a la ciudadanía sobre lo que pretenden ahora. Pero no respetan lo que decidió la gente porque para ellos se equivocó porque no voto lo que ellos querían que votara.
Nos preguntaron a los uruguayos si queríamos derogar la ley que ahora quieren derogar.
Los uruguayos le respondimos que no queríamos hacerlo. Pero quienes consultaron ahora dicen que nos equivocamos y por ende la derogarán. Me pregunto ¿para qué preguntaron si cuando les contestamos una cosa con nuestro voto ahora dicen que nos equivocamos?
Los uruguayos le respondimos que no queríamos hacerlo. Pero quienes consultaron ahora dicen que nos equivocamos y por ende la derogarán. Me pregunto ¿para qué preguntaron si cuando les contestamos una cosa con nuestro voto ahora dicen que nos equivocamos?
La propuesta tiene también olor a estafa. José Mujica y Danilo Astori luego de la primera vuelta y antes de la segunda ronda de la elección del 2009 afirmaron públicamente que respetarían el resultado del plebiscito. “Habló el soberano y nos guste o no nos guste hay que respetarlo” afirmaron públicamente.
El pueblo creyó en lo que decían y los voto. Creo que al creer en ellos, se equivocó.
(*) Abogado. Senador de la República. Líder de Vamos Uruguay.
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