El ex presidente de la Repùblica se sumó a la campaña de recolección de firmas para convocar a un plebiscito a fin de bajar la edad de imputabilidad. En entrevista con El País, rebatió los argumentos de los opositores a la consulta y explicó porqué está a favor de bajar la edad de imputabilidad.
-¿Cuáles son sus razones para apoyar bajar la edad de imputabilidad penal?
-La realidad. Ella nos dice que en los delitos graves existe hoy un elevadísimo porcentaje de menores entre esas edades y en consecuencia ello no puede ignorarse, sobre todo en el contexto de una jurisprudencia muy permisiva y de un gobierno que recién empieza a reconocer la situación. Hasta ahora ha vivido enredado en sus viejos prejuicios y Ud. ve lo que le cuesta resignarse aun a algo tan simple como tomar en cuenta los antecedentes.
-El ministro Eduardo Bonomi, dijo que el Partido Colorado está "ocultando" que los menores son imputables a partir de los 13 años. ¿Por qué entonces el debate?
-Si fuera así, ¿por qué se agravian de que propongamos la imputabilidad de 16 años? Serían ellos, entonces, los más severos y nosotros los más benignos. Eso demuestra la insustancialidad total de ese argumento. La edad de 13 años habilita sanciones, dentro de un estatuto especial del menor, pero no hay imputabilidad penal.
-El acuerdo multipartidario votado el jueves por la Asamblea General prevé la creación de un Instituto de Responsabilidad Penal Adolescente, como un organismo autónomo. ¿No teme que este instituto se convierta en un nuevo INAU, con las mismas carencias e ineficiencias que tiene hoy este organismo?
-Estamos felices con ese acuerdo, que ahora nos promete para fin de mayo algunas leyes, cuyo contenido aún no está definido. Felices, porque demuestra de qué manera ya la recolección de firmas ha operado, acortando plazos. La respuesta de la gente, que es lo que se buscaba, ya ha actuado, porque ha demostrado cuál era su criterio. En cuanto al Instituto, por supuesto que vivimos esos mismos temores y desde ya señalamos la inoperancia del gobierno, que no está construyendo ya los establecimientos especiales. Porque con imputabilidad a los 18 o a los 16, todo pasa por establecimientos especiales, que contengan y no como los del INAU, pero que a la vez procuren rehabilitar jóvenes. ¿Dónde están esos establecimientos, dónde los proyectos, dónde las construcciones?
-Desde el Frente Amplio se ha dicho que la propuesta colorada es contradictoria, porque lo que termina logrando es que se agraven las penas para los menores. Es decir que a partir de los 16 años serían juzgados por el Código Penal que se aplica a los mayores, con penas más severas que las previstas en el Código de la Niñez. ¿Qué opina usted?
-Es lo mismo que ellos están reconociendo hoy. En la Asamblea General estuvieron de acuerdo en agravar las penas, o sea que si hay contradicción, entonces es de ellos.
-¿No habría que reformar también el Código Penal? ¿Implantar un Derecho Penal Juvenil, como ha propuesta el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Lesley Van Rompaey?
-De hecho ya lo hay. Ahora se trata de reducir su vigencia a menos de 16. Pero tan importante como la ley es generar una doctrina, una jurisprudencia que aplique la ley con la rigurosidad que los tiempos imponen y acompasarlo, naturalmente, con establecimientos que realmente contengan a los menores delincuentes.
-¿Considera usted que al bajar la edad de imputabilidad a los 16 años, habría también que admitir el voto a esa edad, o permitir que saquen la libreta de conducir, o casarse o viajar al exterior sin permiso de los padres, entre otras cosas?
-Son todas situaciones bien distintas. La imputabilidad penal refiere a la conciencia del bien y mal, la capacidad de distinguir entre matar o no matar, robar o no robar, lo que tiene un umbral bastante bajo. Así se reconoce en el mundo entero. La capacidad civil refiere al discernimiento para contratar y casarse, que ya se ha bajado. Votar es distinto, es la madurez política suficiente para elegir gobierno. Por eso la Constitución también impone edades mayores para ser elegido: 25 para ser diputado, 30 para ser senador o 35 para ser presidente. Son estados de madurez distintos. Y es evidente que la imputabilidad penal es más precoz psicológicamente.
-El presidente del FA, Jorge Brovetto, dijo que la propuesta de bajar la edad de imputabilidad va en contra de las ideas del batllismo. La doctora Adela Reta siempre se pronunció en contra de esta medida. ¿Cómo rebate estos argumentos?
-Mi querida y respetada amiga la Dra. Reta fue contraria a esa rebaja hace muchos años. Hoy ha cambiado la realidad. Un término no es un principio, es algo convencional, depende de las circunstancias de hecho. El batllismo es una gran doctrina humanista, de libertad y justicia. No se reduce a un punto específico, que siempre se podrá variar según los tiempos históricos.
-Los que se oponen a bajar la edad de imputabilidad han dicho que la campaña de recolección de firmas para convocar a un plebiscito es una jugada electoral del Partido Colorado con miras a las elecciones de 2014. ¿Qué responde usted?
-Yo no les hago el agravio de decir que ellos son benignos con el delito. Sería un atrevimiento de mi parte. A la inversa, no tienen derecho ellos a presumir en nosotros intenciones bastardas. Lo que importa es si tenemos razón o no y creemos que la tenemos. Nos lo está diciendo la gente. Gente que también rechaza el tono agresivo con que se nos critica, simplemente por hacer una propuesta y que ella sea acogida con simpatía. Son lamentables los epítetos que se han lanzado.
-Los colorados han cerrado filas detrás de la baja de la edad de imputabilidad, los blancos están divididos, y el Frente Amplio y el Partido Independiente en bloque en contra. ¿Quién tiene más para ganar o perder una vez que este debate se termine?
-No me parece importante. Lo que importa es que todos vayamos entendiendo el tema y que el gobierno se dedique a invertir cuanto antes en establecimientos y preparación de personal para los nuevos establecimientos, que el Frente Amplio comprenda que los antecedentes algo quieren decir en materia penal, que no puede seguir hablando y hablando, como viene haciendo desde hace seis años, mientras estamos cada día peor.
-¿Cómo queda posicionado el Partido Colorado en caso de que no se alcancen las firmas para un plebiscito, o que éste fracase en las urnas?
-Siempre quedará muy bien, por su sensibilidad y responsabilidad ante un tema del país y su esfuerzo por atenderlo. Estoy seguro de que se alcanzarán las firmas, pero si no fuera así, la responsabilidad será de quienes salieron a hacer un pacto en contra del Partido Colorado. En esa hipótesis podrían estar contentos en el corto plazo, pero quedarán abrazados para siempre con la peor de las políticas de este gobierno, abrazados a un fracaso.
-¿Y el FA, como quedaría, si el plebiscito se aprueba?
-Tendría otra demostración de que en el tema ha vivido equivocado. Pero antes de eso pasará mucha agua bajos los puentes.
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