Como todos saben, desde hace aproximadamente tres años tengo el inmenso honor de dirigir el “Semanario Reconquista”, una modesta pero honrosa publicación electrónica que llega semana a semana a un buen número de lectores de todas las tendencias y condiciones sociales, en todos los rincones del país e incluso un poco más allá. Con la modestia que nos impone nuestra escasez de recursos, pretendemos brindar a nuestros lectores un producto de calidad, intelectualmente honesto y comprometido con los valores de la libertad.-
En ese sentido, desde que asumí esta responsabilidad me fijé tres objetivos: 1) ampliar nuestro número de lectores; 2) abrir las puertas a nuevos articulistas; y 3) promover el debate de ideas.-
De la mano del blog creado a principios de este año, hemos potenciado la página web e incrementado nuestra presencia en la Red. Gracias al aporte de ciudadanos del más variado espectro ideológico hemos ampliado nuestra oferta de contenidos. Y en función de esa diversidad se han planteado interesantes intercambios de opiniones y puntos de vista que nos han enriquecido a todos.-
Siguiendo ese camino, le pedí días atrás al Dr. Oscar Ventura que escribiera en nuestro semanario y que compartiera con nuestros lectores un artículo de su autoría titulado “Un primer esbozo para una Nueva Democracia” publicado poco antes en su muro de Facebook. El Dr. Ventura tuvo la generosidad de aceptar nuestra invitación y compartir su artículo, el cual ha despertado reacciones de diferente tipo. Desde el caluroso apoyo manifestado por algunos de nuestros lectores hasta el cuestionamiento a nuestro semanario por el hecho de haberlo publicado. No es la primera vez que se nos recrimina la publicación de tal o cual nota o se nos reprocha el hecho de darle cabida en nuestras páginas a tal o cual articulista. En todos los casos hemos actuado de acuerdo a nuestras convicciones, respetando el contenido del articulo objetado y a su autor.
Ahora bien, siendo mía la responsabilidad de que el artículo haya sido publicado en Reconquista quiero dejar en claro un par de cosas que entiendo justo y necesario detallar en esta ocasión: en primer lugar, nuestra publicación no comparte necesariamente todos los puntos de vista de nuestros colaboradores, y, como es de rigor en cualquier medio de comunicación, las opiniones vertidas por los articulistas y los comentarios suscitados por ellas son de entera responsabilidad de sus autores; en segundo lugar, nuestra publicación no tiene que dar pruebas de su talante liberal y democrático reflejado claramente en su línea editorial, por lo que cualquier intento de desprestigiarnos o atribuirnos intenciones de carácter totalitario o fascista como se ha insinuado por ahí no se compadece con lo que ha sido nuestra trayectoria desde el año 2007 y nuestro accionar diario; en tercer lugar, nuestra publicación le ha abierto las puertas a colorados batllistas y no batllistas, a ex gobernantes, representantes nacionales y departamentales, militantes y adherentes de todos los sectores del Partido Colorado, a ciudadanos blancos y frenteamplistas, tal como nuestros lectores lo saben y muchos aprecian, y así seguiremos haciéndolo ya que es nuestro propósito ser un medio abierto, democrático y plural, cosa que, lamentablemente, no caracteriza a todos los medios ni a todos aquellos que se rasgan las vestiduras en defensa de la democracia y la libertad; en cuarto lugar, aun sin coincidir con muchas de sus apreciaciones reivindico la honestidad intelectual y el derecho que le asiste al Dr. Ventura de manifestar su pensamiento, así como el de cada uno de sus circunstanciales opositores de expresar su desacuerdo con el mismo, de eso se trata la democracia entendida como un sano y pacífico ejercicio dialéctico; en quinto lugar, entiendo que sería bueno y deseable que las discrepancias se manifestaran de manera seria y responsable, con argumentos y razones, y no con descalificaciones o expresiones francamente infelices referidas a la condición moral de las personas, sin tiros por elevación, chicanas o golpes bajos, sin querer atribuir intenciones secundarias o sembrando dudas insidiosas sobre las convicciones democráticas de sus autores o de terceras personas; asimismo entiendo oportuno recordar a nuestros lectores que todos aquellos que discrepen con las apreciaciones de cualquiera de nuestros colaboradores o incluso con nuestra línea editorial encontrarán en nuestra publicación un espacio de libertad para canalizar sus diferencias a fin de contribuir al franco y necesario intercambio de ideas al que aspiramos.-
En lo que a nosotros respecta, seguiremos fieles a estos principios.-
2 comentarios:
Gustavo, estoy de acuerdo con vos...no fue para tanto...ademas, si no me equivoco, Ventura, escribió sobre los pensamientos de otros, igual, no estaba muy de acuerdo con lo que escribió, peor la verdad, no soy tan sensible ni susceptible,y tengo un don a los 27 años que me jacto de ello, que es la objetividad...
Un abrazo y saludos
En lo que a mi persona refiere, apruebo y admiro la pluralidad del medio. No creo que se le pueda achacar nada a la editorial de la publicación, si al señor Ventura sin embargo. Cada hombre -en término genérico, sin distinción de sexo- debe hacerse cargo de lo que piensa, y dice. Más aún cuando existen contradicciones entre el reflejo de su pensamiento y lo que expresa pensar. Saber de antemano que no todo lo expresado en este sitio es necesariamente compartido por sus editores, exime a los mismos de cualquier crítica. Es más, merece el reconocimiento lo plausible en general de las notas publicadas, pero es inevitable en este caso, criticar duramente al responsable de tan aberrantes ideas. Inevitables los merecidos calificativos, aunque debo reconocer algo positivo: Dicho artículo nos une sin distinción a tradicionalistas, izquierdistas y todo aquel que -en este momento histórico, más allá de sus tendencias ideológicas- luche por la defensa de la democracia. Por un tiempo dejamos de lado las habituales discusiones bilaterales entre oficialistas y opositores, para detenernos a pensar que a veces, no somos todos ni tan salvos, ni tan puros, y en cada rebaño existen ovejas negras, sin que sean monopolio de bandera o divisa alguna. Salud.
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