Con votos del Frente Amplio, el Partido Colorado y la mayoría del Partido Nacional, se aprobó en el Senado un proyecto de ley por el cual se modifica la legislación vigente en materia de donación y trasplante de órganos y tejidos.
Básicamente, la iniciativa del senador Sergio Abreu, que apoyaron sus colegas Mónica Xavier (FA) y Alfredo Solari (PC), invierte las actuales condiciones para la donación: en vez de la necesidad de expresar la voluntad de ser donante, como ocurre ahora, en el nuevo régimen se considerará a todas las personas como presuntos donantes salvo en los casos en que expresamente se nieguen a serlo.
La ley establece la creación de un registro nacional de personas no donantes, que es el lugar al que deberán dirigirse quienes no deseen ceder sus órganos una vez que fallezcan.
En su informe al plenario, Abreu indicó que Uruguay es uno de los líderes mundiales en número de donantes (el país tiene 54,2 % de población donante) y el sistema funciona con las plenas garantías que ofrecen el Instituto Nacional de Donación y Trasplante de Células, Tejidos y Órganos y del Centro Nacional de Recursos. Sin embargo, "persiste, y probablemente siempre continúe existiendo, un déficit de órganos y numerosos pacientes fallecen en las listas de espera", advirtió.
El sistema del consentimiento presunto, que será el que se adopte en caso de aprobarse la ley, funciona tomando como eje central la voluntad de la persona de ser o no ser donante.
"Dicha voluntad se respeta plenamente y en toda circunstancia. A partir de ese principio general, para el caso en que la persona fallecida no haya expresado en vida su negativa a ser donante, la ley interpreta su silencio como consentimiento", indicó Abreu.
El proyecto de ley pasó a la Cámara de Diputados.
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