Por Reinaldo Perdomo
Parece que nuevamente están hablando desde el gobierno de aumentar los combustibles. Las razones para hacerlo es el déficit que presenta el ente petrolero ANCAP y ello se debería a tres razones: la primera el aumento del precio internacional de los combustibles, la segunda al aumento del precio del dólar y la tercera las pérdidas de la propia empresa.
Con respecto al aumento del precio internacional, cabe consignar que hace más de tres meses que la variabilidad del mismo se ubica por debajo del estimado por la empresa, ciento cinco dólares, hoy cotiza a U$S 96,77 y no nos vengan con que el precio del Brent está a U$S 106 ya que ANCAP compra casi todo lo que necesita en Venezuela, que es el peor petróleo pesado del mundo.
La variación del dólar ha oscilado entre $19 y $20, frente a un estimado de $19, siendo muy poca la influencia que ha tenido en el precio final del producto.
Por lo tanto, razón por la cual se debería mover a la suba el precio de los combustibles es las pérdidas de la empresa, que se deberían a su vez a dos motivos, el tiempo que ha estado parada la destilería, por los arreglos periódicos que se le deben hacer, y que se han dilatado por la huelga de los trabajadores metalúrgicos y por otro lado el drenaje permanente del capital de ANCAP que se produce por la subsidiaria Alur, la que le cuesta al estado millones de dólares al año, producto de la diferencia entre sus costos de producción y la venta de lo poco que produce.
Así, la mala administración de empresas del Estado representa una carga más para los esmirriados bolsillos de los contribuyentes. Millones para Alur, millones para AFE, millones para PLUNA y ¡siga el baile! Total, mientras el pueblo aguante, no pasa nada.
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