Algunos profesores, integrantes notorios de una minoría, han pretendido por la fuerza impedir la puesta en marcha de un programa educativo que procura mejorar los bajos niveles actuales de formación de los jóvenes.
De su actitud se distinguen las siguientes cosas: la violencia como instrumento de decisión de un asunto público, la falta absoluta de propuesta educativa alternativa y, finalmente, la absurda, por no decir antidemocrática, actitud de creer que la corporación de profesores vale más que el pueblo, cuya voluntad se expresa en elecciones libres a través de los distintos partidos políticos que conforman el sistema republicano que rige en Uruguay.
Ese grupo de profesores fascistas- comunistas (son hermanos siameses) afirman que solamente ellos, y nada más que ellos, deben manejar la educación y ejercer la autoridad sobre los jóvenes educandos.
Estamos ante una clara expresión dictatorial, propia y natural de la ideología marxista, que este grupo minoritario de profesores pretende imponerle a todo el país por la única vía que conocen: la violencia.
Nacieron de un pensamiento dictatorial, siendo ese el único sistema que admiten, la dictadura de ellos. El Partido Comunista, solo obtuvo un senador. Pero no les importa, porque confían en que su dominio autoritario sobre el sistema sindical les va a permitir imponerse sobre todos los demás.
En este asunto tan central para la vida nacional, la educación, la senadora Topolansky está de acuerdo con los comunistas, por eso se manifestó en contra de la directora Bianchi así como apoyó abiertamente a los integrantes del Consejo de Secundaria, cuyos tres miembros son: dos del MPP y el tercero comunista.
Mientras tanto el gobierno, que desaloja los sitios públicos ocupados al tiempo que permite la ocupación de los lugares privados, muestra su debilidad absoluta para hacer vivir al Uruguay bajo las normas del derecho y de la Constitución republicana que nos rige. El gobierno golpeado por la realidad de las cosas, en este tema como en la salud, en la seguridad y en las relaciones internacionales, anda a la deriva.
Pese a que el Uruguay sufre con todas estas cosas, triunfaran finalmente la libertad y la democracia.
(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)
1 comentario:
Excelente columna Señor Presidente! Es necesario que alguien tenga el valor de llamar las cosas por su nombre, y usted lo logra de manera brillante. Tenemos que seguir trabajando para intentar cambiar esta triste realidad,aunque lamentablemente sea algo complejo.
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