No llevamos dos años de gobierno, y ya empiezan a perfilarse las candidaturas, no sólo a nivel nacional, sino ahora a nivel departamental. Sólo falta que empiecen a aparecer candidatos a las alcaldías para completar el panorama.
Puede ser que la causa de estos apuros, se deba al fracaso del actual gobierno que no ha cumplido con casi nada de lo que prometió.
Creo que no es tiempo para postulaciones, sino para acciones políticas y de gobierno. Claramente se trata del tiempo para gobernar. Es necesario dedicarse a buscar las soluciones a los grandes problemas que enfrenta el país y de los cuales muchos hablan pero pocos hacen.
Ahí está esperando la educación, la inseguridad, la pobreza, la inclusión social, la vivienda, la salud, la producción, el comercio, la infraestructura y otros tantos temas que nos afectan a todos, sin distinción del partido al cual podemos pertenecer, y con los cuales todos estamos comprometidos.
Además siempre hemos sostenido, que en la acción política partidaria es necesario ajustarse a un orden de prioridades, que de ninguna manera debería empezar por las proclamaciones.
Primero hay que actualizar la ideología partidaria a los tiempos que vivimos. Después elaborar un programa de gobierno claro, creíble y realizable, y luego recién proclamar los candidatos y lanzarse a la difusión de lo que el partido propone y las bondades de las personas a quienes confiaremos nuestra representación.
El no haber sabido separar la paja del trigo, es lo que ha llevado a los partidos a caer en el descreimiento de la ciudadanía y, lo que es peor, en el desengaño de muchas personas, especialmente los jóvenes, en la política misma.
No sigamos cometiendo errores. En la democracia, que es el mejor de los sistemas de gobierno, tenemos todos que buscar la forma más genuina para que funcione lo mejor posible.
En conclusión, primero gobernar y después candidatearse.
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