Por Ing. Álvaro Bermúdez (*)Me resulta interesante comentar un reciente artículo del Doctor Manuel Fernández Ordónez de España sobre la realidad energética del reino ibérico. El especialista muestra la realidad del sistema eléctrico español que por demás es idéntica a la de cualquier red occidental salvo en lo referente a las desproporcionadas subvenciones para las energías renovables.
Primeramente comenta las horas reales de generación eléctrica del total de 8760 que tiene un año calendario, diferenciando su productividad por tecnología. Así resultan 8028 horas de generación ininterrumpida por parte de la energía nuclear contra 2153 de la energía eólica, sumadas al año con incontables interrupciones y terminando con tan sólo 1737 de la solar fotovoltaica con interrupciones nocturnas, cielos cubiertos e innumerables interrupciones por insuficiente luz solar durante las distintas estaciones del año.
Un capítulo aparte demanda la generación en base a gas natural y carbón o petróleo, energía firmes como la nuclear pero que compiten con las renovables a la hora de conectarse a la red eléctrica nacional. El Despacho de Carga es quien decide instante a instante quien alimenta la demanda energética de un país y lo debe hacer según las disposiciones jurídicas nacionales.
Real Decreto 661/2007 que reza en su Anexo XI: "... los generadores de régimen especial tendrán prioridad para la evacuación de la energía producida frente a los generadores de régimen ordinario, con particular preferencia para la generación de régimen especial no gestionable a partir de fuentes renovables".
Así ocurre que las renovables tienen prioridad absoluta relegando la entrada en servicio de los ciclos combinados a gas y las fósiles afectando su capacidad de repago y haciendo poco atractivo el negocio de inversores en tales generadores firmes o sea ininterrumpibles, en suma los que respaldan a los impredecibles generadores eólicos y fotovoltaicos.
Dice el Doctor Fernández: “Hay dos tipos de tecnologías de generación eléctrica, las fiables y las que no lo son. Una central nuclear funciona de media 8.000 horas al año porque tiene la capacidad técnica de hacerlo, un generador eólico funciona de media 2.000 horas al año porque, con la tecnología actual y la distribución de nuestros parques eólicos, eso es todo lo que puedes sacar del viento.”
La energía hidráulica que tan bien hemos aprovechado en el Uruguay gracias a nuestros mayores, también adolece de largas interrupciones sin posibilidad de control humano debido a las variaciones difíciles de predecir en materia climática. Entonces jamás puede ser la hidráulica energía de respaldo para la generación eólica o fotovoltaica so pena de poner en peligro el suministro eléctrico y nuestra soberanía energética.
Por otra parte como resultado de toda esta política energética equivocada los españoles pagan 56% más caro la electricidad que por ejemplo Francia.
Nosotros los uruguayos que somos los más caros de la región en materia energética, debemos tomar nota de todo esto, si queremos tener inversión productiva en los próximos años para dar trabajo industrial y comercial, no basado en capital especulativo que sólo maquilla nuestras cifras financieras pero desaparecen a la menor señal de riesgo macroeconómico.
Señalo especialmente el hecho importante de ser España un productor de ingenios eólicos y fotovoltaicos a diferencia de nuestro país que resulta neto importador de dichas tecnologías y por lo tanto exportador de capital cada vez que se instalan este tipo de generadores en el territorio de la república.
Resulta importante que nuestros políticos de la oposición y del oficialismo se informen respecto de estas realidades en un país que nuestro gobierno toma como ejemplo para el desarrollo de las políticas energéticas nacionales.
(*) Ingeniero. Ex director de Energía del gobierno del Dr. Jorge Batlle (2000-2005)
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