El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

viernes, 25 de marzo de 2011

El Presidente y la Boxeadora.

Por Dr. Pedro Bordaberry (*)

En una rara coincidencia del destino la semana que termina tuvo como protagonistas principales de las noticias a un Presidente de la República y a una joven boxeadora.

Ambos metidos en problemas frente a la opinión pública. El primero por como manejó el caso de un presunto delito contenido en un video y la segunda por haber ganado una pelea que en realidad perdió.

En el derrotero de los dos hay elementos en común pero un final distinto.
Cuando la boxeadora Chris Namús apareció en escena todos sentimos simpatía por ella. Joven, bonita y simpática generó de forma espontánea adhesiones y pronto llenó estadios.

Sin embargo, algunas cosas llamaron la atención. En especial la velocidad con que llegó a ser campeona del mundo, si ¡del mundo! Poco después se aclaró que era de una categoría especial, de una edad particular.

Pero ver a los relatores gritando tan rápido “¡Uruguay campeón y Uruguay para todo el mundo!” llamó la atención.

Al poco tiempo aparecieron sponsors de miles de dólares y su imagen en avisos publicitarios lo que dio la sensación de que todo se estaba apurando con mucho marketing. Las peleas con sus representantes, sus técnicos y alguna acusación de que las rivales no eran de fuste, echaron algunas sombras.

Había llegado muy rápido. Quizás a varios, acostumbrados a ver como pintaba el pibe que juega en la quinta o sexta del Club, como participa en las selecciones juveniles y como finalmente llega al primero,  nos llamó la atención que no se hubiera recorrido la escalera. Pero esto es box y no fútbol, pensamos y alguno la descubrió.

Hasta que el fin de semana pasado las cámaras de televisión mostraron lo que muchos vieron en directo ante el ring. Muchas dudas sobre los motivos por los que se la dio ganadora frente a una rival que pareció muy superior.

El Presidente de la República, por su parte, durante la campaña electoral generó muchas dudas. Aquellos episodios en los que expresó que no creía en la Justicia agregando “no creo un carajo y tiene olor a venganza” o cuando expresó “que los Kirchner eran unos patoteros o el Partido Socialista del Frente Amplio una maquina de conseguir cargos” llamaron la atención.

Los adeptos expresaron que en realidad eran “reflexiones filosóficas” sobre esos temas. Después siguió con su admiración por una tribu del Africa, los Kung San, “`porque laburan dos horas por día”.

Pese a ello, sus apariciones televisivas en las que aparecía diciendo una cosa y exactamente la contraria, reflexionando y el cuidado cambio de su imagen que incluyó sacó y hasta traje, hizo olvidar a algunos esas dudas. Aunque muchos pensamos en marketing.

Esta semana que termina las cámaras de televisión mostraron otra cara, distinta, disgustada del Presidente. Tuvo conocimiento de un presunto delito contenido en un video, no procedió como debía hacerlo y el asunto se hizo público.

Sus Ministros de Defensa e Interior (de su mismo sector político y por ende de su confianza) no lo supieron o no pudieron defender lo indefendible y entraron en contradicciones evidentes.

Que el Presidente dijo que había visto el video, pero que fue el único que lo vio, los Ministros no, pero que no era un video, sino que eran imágenes y como era posible que los periodistas no supieran distinguir esto, pero no se sabe quién se lo mostró, que ahora la culpa la tiene la oposición que pregunta y no debe preguntar porque él ha sido bueno con ella.

Esto es un profundo desconocimiento de cómo funciona el sistema constitucional del País. Si hay un presunto delito hay que informarlo a la Justicia y esta dispone lo que hay que hacer.

Da la sensación que las mismas dudas que aparecieron cuando ambos, el Presidente y la boxeadora ascendían en su carrera hoy los afectan.

Lo que es interesante ver como frente a estos problemas reaccionaron uno y otro.

La boxeadora se llamó a silencio por unos días y luego emitió un comunicado expresando su tristeza y que sentía que había perdido la pelea, en un gesto de grandeza que habla bien de ella y de quienes la aconsejaron.

La persona, el ser humano, apareció antes que el personaje público.

El Presidente no se llamó a silenció sino que anunció que hablaría en su audición radial sobre el video aclarándolo.

No lo aclaró sino que arremetió contra la oposición culpándola de lo sucedido de la misma forma que antes lo había hecho con la prensa. Se perdió  una buena oportunidad de pasar todo el tema de una vez a la Justicia y terminar con él.

Para ello, obviamente, hay que creer en ella y mucho más que “un carajo”.

(*) Abogado. Senador de la República. Secretario general del Partido Colorado.

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