La fenomenal adhesión para bajar la edad de imputabilidad de quienes cometen delitos graves a los dieciséis años de edad, así como para la creación de un instituto descentralizado especializado en la rehabilitación de los menores infractores fuera de la órbita del INAU y el mantenimiento de los antecedentes cuando cumplen los dieciocho años, no tiene fronteras partidarias. Así queda demostrado en la enorme cantidad de firmas recolectadas en pocos días, cuando simpatizantes, e inclusive dirigentes de todos los partidos políticos, firman masivamente por la Reforma Constitucional.
Tampoco existen fronteras, vale decirlo, a la hora de encontrar a quienes se oponen a esta iniciativa. Dentro y fuera del propio Partido Colorado. Veamos:
Dentro del Partido Colorado la opinión corta transversalmente a los sectores. Si bien es unánime el compromiso de sus impulsores (los dirigentes de Vamos Uruguay), algunos integrantes del Proba y otras agrupaciones han manifestado públicamente su oposición. Vale recordar, a modo de ejemplo, las palabras del Secretario General del Partido Colorado de Maldonado, Dr. Francisco Sanabria, en ocasión de su despedida del año 2010 en el acto realizado en la Plaza de Maldonado, frente a la juventud. Ahí expresó: “Y cuando escucho a algunos de mi propio Partido, pero no del sector que integro -ProBa Maldonado- decir que están pensando en juntar firmas para que ustedes estén presos, yo les digo que NO, yo les digo que NO. Yo les digo que yo creo en ustedes, en los jóvenes, en que aquel que se equivocó -aun siendo joven-, tenga todo el derecho de cambiar, y de cambiar para bien. Y para eso luchamos, para eso trabajamos día a día; para incluirlos y no excluirlos, aun mas de nuestra sociedad” (www.hacerfuturo.com 28/11/2010).
Esto sumado a las expresiones del Secretario General de la UJC Gerardo Núñez cuando denunció “a todos aquellos que desde los medios masivos de comunicación, se encargan de generar subjetividad, que incluso traspasa lo ideológico, enfrentando de esta manera a la juventud uruguaya con el resto de la sociedad, colocándonos en el banco de acusados, como problema cardinal”( www.espectador.com.uy 27/3/2011), enfoca de manera equivocada el tema de la minoridad infractora, la iniciativa y la problemática de la juventud. Me extraña araña.
Fíjese usted dos cosas. La primera: insinuar que esta iniciativa estigmatiza a la juventud resulta francamente insostenible. Porque cuando las normas – que por suerte existen – tanto en materia penal, como laboral, como en el ámbito educativo, etc., limitan el derecho de las personas hasta donde empieza el derecho de los demás, no se ataca al colectivo sino que, por el contrario se lo defiende. El castigo, está en la tapa del libro, es para los que infringen las normas; no es ni para todos los ciudadanos, ni para todos los trabajadores, ni para todos los estudiantes porque algunos copian en los exámenes. Y las normas, por existir, no hacen que todos seamos objeto, salvo que las incumplamos.
La segunda: en el caso de la juventud, esta iniciativa la protege; de ahí el título de este artículo. Protege a la enorme mayoría de jóvenes que no cometen delitos y que muchas veces son víctimas de sus pares y protege a los propios infractores. Cuántos casos existen de menores a los que delincuentes adultos incitan a cometer delitos debido a su inimputabilidad y cuántos menores se ven obligados, coercitivamente, a hacerse cargo de delitos cometidos por adultos, para encubrirlos, utilizando la misma excusa.
Yo firmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario