Por Andreina Rossi
El pasado 19 de setiembre, se cumplieron 175 años del surgimiento de las divisas blanca y colorada, hoy partidos tradicionales o históricos. Si bien hay discusión en torno al momento exacto en el que nacieron, en la que no entraremos en este momento ni es objeto de estas palabras, ambos corrientes –con los colores que hoy las identifican- se enfrentaron por primera vez en la batalla de Carpintería, en las costas del arroyo de ese nombre en el actual departamento de Durazno. Y es esa fecha la que conmemoramos en el día de hoy y a la que deseo hacer referencia en esta ocasión, como colorada y batllista.
Me quiero referir más precisamente a la actividad del joven en la política y a las oportunidades que hoy mi partido político, les brinda a aquellos jóvenes que quieren dedicar su tiempo, su talento y su interés a esta actividad.
Durante mucho tiempo, la política fue vista como cosa de veteranos. De gente grande, encerrada en un círculo que no le abría las puertas a las nuevas generaciones. Sin embargo, no siempre fue así. En el pasado, no fue así. Recordemos al Dr. Baltasar Brum, tan cercano a nuestra tierra, abogado, docente, periodista, excepcional discípulo de don José Batlle y Ordóñez y verdadero ejemplo de compromiso y entrega. Llegó a ser ministro de la República a la edad de 30 años y a la presidencia, a los 35 años.
En aquella época, no se desconfiaba de la juventud. Por el contrario, en equilibrio con las generaciones más veteranas, se le daba participación y sobre todo la posibilidad de conquistar posiciones de responsabilidad partidaria y gubernamental en base a sus talentos y virtudes. Para un país joven como aquel, la mirada y el aporte de las nuevas generaciones eran valorados y tenidos en cuenta.
En la actualidad, mi partido, mi viejo pero renovado partido, le ha vuelto a abrir las puertas a los jóvenes. Miles de ellos hemos participado en las últimas dos elecciones juveniles, incorporándonos a la actividad partidaria y alcanzando posiciones de poder a la par de cualquier otro colorado, juntando votos, elaborando propuestas, charlando con amigos y vecinos, involucrándonos activamente en esta noble tarea de ayudar a los demás.
En el departamento de Salto, sin ir más lejos, esa ha sido y es la intención y el objetivo de nuestro líder y actual intendente, Germán Coutinho, quien, desde el año 2007 con la primera de esas elecciones de jóvenes y aquellos 2500 votos que marcamos a nivel departamental, nos señaló con toda claridad que en nuestro grupo y en nuestro partido los jóvenes tenemos participación, voz y voto. Como así ha sido.
Fue él, además, quien hace tan sólo un año y pocos meses, en las elecciones departamentales, nos dio la oportunidad de tener una lista propia, con 124 jóvenes candidatos a ediles, abriéndonos las puertas para que elaboráramos nuestras propuestas y opináramos sobre todo aquello que nos importa y nos preocupa. Una lista que con el apoyo de más jóvenes logró conseguir una banca en la junta departamental y contribuir a la victoria que hoy vemos transformada en obras para el departamento. Por ello, es bueno agradecerle a él y a quienes confiaron en un grupo de jóvenes muchos de ellos sin experiencia ni antecedentes políticos, la oportunidad que nos brindaron.
No es habitual que estas cosas se den en política, pero afortunadamente en nuestro Partido Colorado son cada vez más frecuentes. Poco a poco estamos retomando aquella apertura que nos caracterizó en el pasado y permitió a Brum ser el presidente más joven de la historia y nos permitió a los colorados servir al país durante estos 175 años.
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