Por Ing. Álvaro Bermúdez (*)
La realidad de los efectos del cierre temporal de los 7 reactores nucleares alemanes se ve claramente en el último informe de la Bundesnetzagentur donde se puede observar la característica típica de exportador de energía de Alemania y la actual, luego de la moratoria nuclear, de neto importador principalmente de Francia cuya principal fuente de energía eléctrica es la proveniente de sus 58 reactores nucleares de potencia.
Llama la atención las declaraciones recientes del portavoz del gobierno de la canciller Merkel, el señor Stefen Seibert que había sostenido que “Alemania seguía siendo un país exportador de energía y la desconexión de los reactores no había afectado ese estatus”. Todos tenemos problemas, así como en Uruguay dicen que vamos a solucionar nuestro profundo déficit energético con energía eólica.
También los precios de la energía han subido un 12% ya que deberán proveer al país con energía fósil mucho más cara que la energía nuclear.
El consorcio energético RWE ha informado que el sur de Alemania está evitando un corte de energía eléctrica gracias a las importaciones de Francia y República Checa de origen nuclear.
Luego del cierre de los 7 reactores los sistemas alemanes de distribución eléctrica han sufrido un grave stress en los sistemas suroeste y provoca un déficit en los sistemas sur norte. El sur eminentemente industrial se alimentaba de los reactores nucleares principalmente y ahora demanda del norte más energía de lo que es posible generar poniendo al sistema nacional en peligro de inestabilidad. Los generadores eólicos que aumentaron su importancia en el sistema de generación al desaparecer parte de la generación nuclear desestabilizan la red eléctrica por su carácter de interrumpible sin posibilidad de programación.
Además como se sabe, es necesario respaldar el 100% de la generación eólica con energía firme proveniente de centrales nucleares, a carbón, petróleo o gas natural, Alemania deberá aumentar considerablemente su polución, incrementando su contribución en materia de generación de gases que provocan el efecto invernadero.
Lo más importante es que se pone a prueba la capacidad de “resilencia” del sistema o sea la resistencia a fenómenos de inestabilidad y esto puede desestabilizar no tan sólo al sistema alemán, lo cual sería muy grave en el contexto europeo, sino también a toda Europa desde el norte hasta el sur interconectado y provocar un “blackout” como el que ocurrió años atrás debido también a la concentración de generadores eólicos en el norte de Europa cuando un barco se llevó por delante una conexión temporal sobre el río Danubio.
La desaparición de los 7 reactores y unos días de mucho frío y vientos calmos, muy comunes en el invierno nórdico, pueden estresar la conexión norte-sur. Así también momentos de mucho viento pueden causar problemas de bajo voltaje que pueden poner en peligro el suministro a la ciudad de Hamburgo y a la imponente Frankfurt.
Ya antes de la moratoria nuclear la línea Paffendorf norte-sur se veía recargada en un 125%, de producirse una sobrecarga del 140% puede ocurrir que una cascada incontrolable de desconexiones automáticas de los dispositivos de protección eléctrica generen nuevamente un “blackout” a nivel europeo dada la alta interdependencia de los distintos sistemas eléctricos del viejo mundo.
(*) Ingeniero. Ex director de Energía del gobierno del Dr. Jorge Batlle (2000-2005)
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