Han
pasado dos años desde que José Mujica asumió la presidencia, pero la sensación
es que hubiera pasado una década. Su incoherencia, papelones, verborragia, atropellos
e hitos de su gobierno hacen que la curva espacio – tiempo se distorsione por
completo.
Los papelones de la
Ley de Caducidad, que fue iniciativa de Almagro, a mi no me miren, no había
votos, la salida del senador Saravia, Semproni, la renuncia del Ñato, nueva ley
por la prescripción de los delitos, todo de espaldas a lo que votó el pueblo en
dos oportunidades y él aseguró en la campaña electoral que no iba a tocar. Un
mamarracho sin precedentes.
Pero la cosa iba a
ponerse peor.
En su discurso ante la
Asamblea General nos acalambró con el “educación, educación, educación”. Los
resultados están a la vista. No quiero entrar en detalles de este tema pues
daría para escribir un libro.
Para seguir
saturándonos la agenda entra en escena Eduardo Bonomi, viejo compinche del
presidente que perplejo ve como los robos y asesinatos se disparan a niveles
espeluznantes. Culpa del sistema, son víctimas de las políticas “neoliberales”,
a mi no me miren. Los que seguro no te miran más son las víctimas de la
inseguridad, los presos calcinados en Rocha y todos los que soñaban con una
vida mejor y fueron abatidos por los delincuentes.
¡Que le vamos a hacer
Bonomi, igual cuando la cosa se pone muy fea aparece el presidente vistiendo un
uniforme militar extranjero o quiere vender medio Polonio y se burla de los
ecologistas, así la gente habla de otra cosa! ¡Arma tantos líos que después le
entrega el puente sobre la Laguna Garzón a Constantini y la gente ya está
anestesiada!
Pero lo bueno es la
renovación, Tabaré después del papelón que hizo contando en público el “affaire”
Bush se retiró de la política, ah no, parece que no, ¡volvió con la frente
marchita! Igual surge la figura de Sendic que al día de hoy nos tiene
endeudados en 900 millones de dólares con Venezuela y anda reclamando una suba
de combustibles, ¡que tranquilidad que va a dejar ANCAP para aspirar a ser
presidente del país!
Al menos entre todos
los males tenemos una notable política exterior, gran Mercosur, excelentes
relaciones con Argentina, cero problemas con los ingleses, no queremos meter a
Chávez en el mercado común, todo de maravilla.
¡No me embromen con
que solo han pasado 24 meses! ¡No puede ser!
Terminando esta triste
historia tenemos la del estribo, somos siniestros testigos de una de las más
grandes masacres de la historia de este país. Personas que deben velar por la
salud de los enfermos han asesinado un número aún no definido de personas, se
estima que sean al menos 50.
El ministro de Salud Pública ha dado un penoso
espectáculo incluso haciendo enojar a su jefe, sí, el presidente. Pero no va a
renunciar ni loco y menos le van a pedir la renuncia, en breve hay elecciones
internas en el partido de gobierno que eso es lo más importante.
Miren a la cámara y
mándenle un saludo a Tinelli.
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