Entrevista del diario El País al senador y
candidato presidencial Pedro Bordaberry.
-Tabaré
Vázquez confirmó su candidatura. ¿Ese anuncio cambia su estrategia?
-No, para nada.
En primer lugar porque no es una novedad. Todos los uruguayos sabíamos que
Tabaré Vázquez iba a ser el candidato del Frente Amplio. Esto fue una novela.
Por otro lado, en nuestra estrategia política no miramos al de al lado, nos
concentramos en lo que hacemos. Hay que hacer política sin mirar al del costado
y construyendo una propuesta.
-Vázquez
es el favorito y ese no es un dato menor.
-Sí, es difícil
ganarle, pero es ganable, como todos.
-Usted
propone plebiscitar la baja de la edad de imputabilidad, sin embargo, la semana
pasada un niño de once años y otro de trece participaron de una rapiña y un
homicidio. Eso parece derrumbar sus argumentos ya que cada vez delinquen más
jóvenes.
-Es al revés,
lo ocurrido demuestra que el plebiscito es necesario porque no solo apunta a
bajar la edad de imputabilidad, también pena más duramente a mayores que
utilicen menores para delinquir, crea un instituto de rehabilitación en el INAU
y obliga a que se mantengan los antecedentes más allá de los 20 años. Se
analiza solo la baja de la edad de imputabilidad y se olvidan las otras
propuestas. Lamentablemente hechos como los del repartidor en el Cerro o la
balacera en Pocitos nos dan la razón. Presentamos propuestas hace cinco años a
Tabaré Vázquez y no las tomó. Este gobierno tampoco lo hizo. Por eso salimos a
recoger firmas. El Ministerio del Interior tiene hoy tres veces más presupuesto
que en 2004 pero las rapiñas aumentaron dos veces y media. También los
homicidios pasaron de un promedio anual de 200 a 287 el año pasado y este año
terminará igual. Más dinero, más impuestos y peores servicios. El problema es
de gestión.
-Pero el plebiscito no ataca el origen de la violencia y la
delincuencia. ¿Qué propone usted para revertir la profunda fragmentación
social?
-Una revolución
en la educación. Vamos a hacer una revolución con la instalación de cien liceos
como el Jubilar y el Impulso. También presentamos proyectos para llegar a 200
días de clase y la creación de una universidad de la educación. Una mejor
gestión educativa es el gran desafío hacia el futuro. La mejor política social
es dar empleo, adoptar medidas para que quien recibe una política
asistencialista logre pasar al mundo del trabajo.
-¿Cómo
financiará la instalación de esos liceos?
-Son liceos
públicos de gestión privada que han dado mucho resultado en zonas marginales.
Serían los propios beneficiarios del Mides quienes los llevarían adelante y el
gobierno les transferiría $ 5.000 por mes por enviar sus hijos a estos liceos
para el gasto de útiles, envío, etc. El costo son 64 millones de dólares y la
educación tiene hoy un presupuesto que supera los 2.000 millones de dólares. La
base de todo es la educación y la revolución debe hacerse en las zonas más
vulnerables. Hay que aprender y replicar las experiencias exitosas. Me dicen
que Montevideo se arregla con 25 o 30 liceos como el Jubilar. Bueno, yo digo
vamos a hacer cien liceos.
-¿Qué
pasará con los liceos públicos?
-Si sacamos la
población más vulnerable en esas zonas para estos nuevos liceos, los públicos
van a tener un aire para cumplir mejor su trabajo. Hoy en liceos públicos
conviven dos poblaciones con motivaciones distintas. Está el que va motivado
porque quiere salir adelante y está el que va porque si no el padre o la madre
dejan de recibir el dinero del Mides. Hay que trabajar distinto porque las
motivaciones son diferentes. Al que va por otra motivación no hay que sacarlo,
pero hay que trabajar con él y su familia de otra manera porque su realidad
social es distinta. Si conviven esas poblaciones se plantean problemas enormes
porque sus intereses son distintos.
-Usted
no es el único que propone soluciones para la educación. Todos los partidos lo
hacen. ¿Por qué es tan difícil acordar una política de Estado?
-Nos pusimos de
acuerdo y no se llevó a cabo por el modelo de gestión que para la educación,
así como para la salud y la Intendencia de Montevideo, instaló el expresidente
Tabaré Vázquez. Fue un modelo corporativo, con representantes de las
corporaciones incidiendo en la gestión. El plan Promejora y su extensión tuvo
dificultades porque las corporaciones no lo quisieron. En la salud, el señor
(Alfredo) Silva, representante de los trabajadores, no permite una buena
gestión. Lo mismo ocurre con Adeom en Montevideo. Los gremios no pueden
gobernar, el modelo de gestión corporativo que trajo Vázquez no funciona. Los
gremios pueden participar pero no pueden gobernar porque velan por el interés
gremial y corporativo y no por el interés general. Ese es el gran problema de
la gestión.
-De
llegar al gobierno se va a tener que enfrentar al Pit-Cnt para quitarle ese
lugar.
-Queremos que
participen pero no creemos que su representante social tenga que gobernar. El
que está en ese cargo tiene que pensar en toda la sociedad y no solo en su
gremio. El año pasado, Silva estaba en ASSE pero llegó una manifestación de los
funcionarios y bajó y se sumó. Protestó contra sí mismo. Es Jekill y Hyde.
Igual no es el único problema. También están los políticos. Por eso presentamos
un proyecto de ley para que quien ocupe un cargo de confianza deba presentar a
su ingreso un plan de gestión con metas, métodos de medición y rendición de
cuentas. Dicen que la culpa es de los funcionarios públicos y es mentira. La
culpa es de los cargos de confianza, de los políticos y los que mandan, a los
que no alcanza el estatuto del funcionario público. La enorme mayoría de los
funcionarios trabaja, el problema es el jerarca.
-¿Qué
piensa hacer con la ley que regulará la venta y producción de marihuana?
-Eso me
preocupa mucho. Vázquez acaba de decir que también regulará la venta de
cocaína. Entonces, si eso ocurre, vamos a un modelo de país que es muy distinto
al que queremos. También viene una ley que regulariza el juego de maquinitas en
bares y almacenes. El combo está completo. Juego, marihuana, cocaína y ausencia
de una salida real al mercado laboral para los que hace ocho años reciben
beneficios del Mides. Ese no es el Uruguay que queremos. Nosotros proponemos
otro modelo, otra cosa.
-Mujica
ha dicho que no es definitivo, que es un experimento que puede volver atrás.
-¿Experimentar
con uruguayos? ¿Experimentar con seres humanos? Eso propone Mujica. Darle un
cigarrillo de marihuana por día a los consumidores y después sacárselo. No es
el primer experimento. En 2005 nos dijeron que iban a experimentar caminos de
libertad porque las otras políticas no daban resultado y sacaron a la calle mil
presos. Hoy tenemos dos veces y media más rapiñas. Los problemas están, la
situación es difícil pero con esos experimentos podemos estar peor y la gente
no debería pagar esos errores. Uruguay puede ser un país tranquilo para vivir.
-¿También
derogaría la legalización del aborto?
-También.
Mandaría un proyecto de ley. Estoy a favor de la vida.
-¿Está
de acuerdo con destinar militares a las tareas de seguridad pública?
-No, los
militares están para otra cosa. No tienen la preparación ni el armamento
adecuado. Los militares en los cuarteles.
-Si
gana la interna, ¿José Amorín Batlle será candidato a vice?
-La interna no
está ganada, pero la fórmula dependerá del resultado. Cuando ganamos en la
anterior teníamos amplia mayoría pero fuimos a buscar a un independiente que
nos representara a todos. Hay que ver cómo sale la interna para definir,
siempre respetando a las minorías.
-Amorín
Batlle prometió derogar gradualmente el IRPF y el IASS. ¿Usted también?
-Yo prometo
orientaciones. El IRPF y el IASS son 1.300 millones de dólares, una cifra
similar a la del déficit fiscal. Nadie puede eliminarlos en un año, pero sí se
pueden ir disminuyendo. Yo no estoy de acuerdo con los impuestos al trabajo.
Podemos ir elevando los mínimos del IRPF lentamente y eliminar el IASS en lugar
de bajar el IVA.
-Las
encuestas muestran que el Frente Amplio y el Partido Nacional no han mantenido
el electorado de la última elección. El Partido Colorado retiene ese 16% pero,
por otro lado, no logra captar a los indecisos y no crece. ¿Le preocupa que sea
el techo?
-Para nosotros
ese escenario es positivo. Cuando alguien vota le confía a un partido la
gestión del país por cinco años. Este escenario marca que todos los que nos
votaron lo volverían a hacer, lo cual demuestra que están conformes con lo que
hacemos. Eso no le pasa ni al Partido Nacional ni al Frente Amplio que han
perdido electorado. De todas formas, todo esto va a cambiar mucho hasta entrado
marzo del año próximo. Periodistas y políticos nos movemos en un mundo muy
politizado, mientras que la gente tiene otras preocupaciones, nadie está
pensando a quién va a votar el próximo domingo.
-¿Por
qué esos indecisos deberían votarlo?
-Nosotros
tenemos propuestas. En una interpelación en marzo de este año al ministro de
Economía hablamos del dólar, del déficit fiscal, de la doble conducción, de la
competitividad y la inflación. El Ministerio de Economía, a partir de esa
interpelación, reenfocó su rumbo. Fue una intervención política positiva. Sobre
seguridad hace cinco años que venimos haciendo propuestas, no las han atendido
y, lamentablemente, los hechos nos dan la razón. En educación somos los que más
proyectos de ley hemos presentado. También en salud hemos hecho propuestas. Hoy
tenemos un partido maduro, de propuesta y con vocación de gobierno. La gente
debe visualizar en nosotros eso, que podemos trabajar mejor en áreas que son
prioritarias como seguridad, educación, salud y el cuidado de la economía.
Tenemos experiencia de gobierno y hemos renovado al Partido Colorado.
"Me acusan de autoritario para atacarme
y cuando lo hacen reafirmo que vamos bien"
-No
son pocos los que afirman que usted conduce Vamos Uruguay de forma autoritaria
y que no permite los disensos.
-Yo siento que
de un tiempo a esta parte hay muchos que se están ocupando de mí. Preveíamos
que iban a venir ataques de todo tipo. Están llegando. Me acusan de autoritario
para atacarme y cuando lo hacen reafirmo que vamos bien. Esos ataques van a
seguir y se van a intensificar. Vamos Uruguay es de los pocos sectores
políticos del país que dirime públicamente sus discrepancias. El acuerdo político
por Montevideo se discutió en una asamblea, se habló a favor y en contra y
luego se votó. Dijeron que era una crisis. Yo creo que es democracia. Se
discute, se vota y se resuelve lo que decide la mayoría. Lo que pido al final
del día es unidad. ¿Esa es una conducción autoritaria? Eso es vocación de
gobierno. Los partidos con esa vocación discuten, acuerdan y avanzan. Otros van
por lo bajo e imponen.
-También
se ha dicho que no es batllista.
-Es parte de la
democracia. Desde todos lados me han dicho muchas cosas y van a seguir
haciéndolo. Al que no tiene la pelota no le pegan, si queremos tirar un caño
sabemos que nos vamos a comer una plancha.
-Lacalle
Pou dijo que no hay que acordar con usted por Montevideo porque es el enemigo.
-Yo no soy
enemigo de nadie. Propuse un acuerdo y estamos avanzando.
Fuente: El País