Maestro Julio Castro |
El maestro Julio
Castro fue secuestrado, torturado y asesinado en agosto de 1977. Fue
desaparecido y no se supo nada de su paradero hasta 2011, año en el que se
identificaron sus restos sepultados de forma clandestina en el Batallón 14 del
Ejército.
Se comprobó que la
muerte fue una ejecución a través de un balazo a escasa distancia de su cabeza.
Este martes se
procesó a un ex policía, Juan Ricardo Zabala, vinculado con los hechos. Zabala reconoció el detuvo y trasladó a Castro
hasta el lugar de reclusión donde finalmente murió. El juez decidió, así mismo,
no procesar a José Gavazzo, que en aquel momento dirigía la sección encargada
de este tipo de acciones, por entender que no existe prueba suficiente para
iniciarle un proceso sumarial.
En diálogo con En
Perspectiva Ariel Castro relató que recibió la noticia “con calma”, dado que
“es un paso más, una parte de una etapa que se cumple, porque la sentencia
tiene elementos importantes y es un mojón clave”.
Consultado con
relación a la decisión del juez de no abrir proceso contra Gavazzo por este caso,
Castro respondió: “si uno se fija en el legajo de Gavazzo, quien estaba a cargo
de la Unidad es Gavazzo, Zabala dice que fue Rodríguez Buratti y que él mismo
lo recibió a Zabala con Barbosa y el otro soldado no identificado y a mi abuelo
detenido”. Ahora “que el jefe de una Unidad reciba a un detenido en la puerta
de la casona de Millán me llama la atención. Se nombra a la persona muerta
siempre nunca a Gavazzo, eso no es casual”.
Por otro lado, Castro
señaló que ni bien apareció el cuerpo “decimos como familiares que íbamos
colaborar en la medida de lo posible con la fiscalía y el juzgado. Tratar de
investigar y aportar más información y en eso seguimos. Corresponde apelar y
apoyaremos en lo que se necesite”.
De todos modos,
Castro está convencido de que si “simples familiares” lograron encontrar
“evidencias claras”, cuesta creer que integrantes de la pasada Comisión para la
Paz, que tenían apoyo político, no hayan logrado basarse en datos concretos
averiguados por ellos mismos.
“Cuando hablaba de
mentira en el caso de la Comisión para la Paz, me refería a la sustancia del
informe no a una intencionalidad de mentir de la Comisión. Corregí que todo era
mentira porque la parte del Batallón 14 era correcta pero lo demás era un cuento.
Estos temas hay que analizarlos y ver los hechos que son que la actitud del
presidente Batlle cuando habló del Estado del Alma reabrió la discusión de este
tema y abrió toda una instancia que ha permitido estos avances. La comisión fue
una mala herramienta por la forma en que se planteó la investigación porque no
era una investigación”.
Castro sostuvo que
“la Comisión no verifico información, lo que se hizo fue tomar los únicos
materiales que había de un par de periodistas de La Lupa del primer numero de
Brecha del año 85. Ellos tomaron esa versión y en función de que el periodista
brasileño Tabarez supone que abuelo murió de la tortura. Ante esto se le
preguntó a las fuentes anónimas si eso es verdad, las fuentes estaban
vinculadas al hecho y lo terrible fue encontrar la evidencia oscura y dura de
que hubo una ejecución. Cuando la comisión da ese informe y cuando se hacen los
informes públicos esa versión no sale con todos los peros de ahora, se le da un
peso muy fuerte y eso en el mediano plazo es un congelador de la investigación.
Hasta que no aparece el cuerpo esa fue la versión presente que es falsa. Nunca
se cruzo información. En los hechos se validaron mentiras de una serie de
mentirosos”.
Ariel Castro cerró
sus reflexiones con un mensaje para el presidente de la República.
“En todo este tema
estamos hablando de un crimen de mas de 30 años. Esto demora tanto porque si no
se investiga el crimen en el momento las cosas se hacen más lentas. Si además
son crímenes del Estado esto tiene un peso más importante. Cuando uno investiga
se hacen las cosas más rápidas”, eso permite “dar vuelta la pagina después que
la leímos y sacamos las conclusiones. Juntemos gente que sepa y démosle
recursos y peso político y las cosas van a andar bien”.
A esto hay que
sumarle “el papel que juegan los fiscales, ellos deben jugar un rol fundamental
y son los que pueden terminar de armar eso”. A su vez “todo debe tener un papel
grande firmado por quien tenga que firmarlo que diga: dele los datos al que se
lo pida. Esa persona es el presidente Mujica. Que no interprete y hable media
hora en la radio dándole vueltas al tema y termine dado excusas para no darlos,
dele los datos y punto”, sentenció.
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