"Cuando se abre en la mañana
Roja como sangre está.
La tarde la pone blanca
Con blanco de espuma y sal.
Y cuando llega la noche
Se comienza a deshojar"
(Federico García Lorca)
Esposa, hembra, madre, amante, compañera, hechicera, Eva, María, empresaria, política,…
¿qué es ser mujer?
Si nos remontamos a la antigüedad clásica, la mujer griega era relegada
a su gineseo, pero, sin embargo, ya
encontramos en Aristófanes -más específicamente en su obra Lisístrata- un
fuerte impulso de rebeldía femenina cuando Lisístrata plantea una huelga sexual
a las mujeres instándolas a repetir el siguiente juramento: No
tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Podemos
pensar en personalidades encantadoras como la de George Sand, la varonesa de Dudevant, quien
optaba por vestir ropajes masculinos para inmiscuirse en el excitante mundo
social nocturno, vedado en ese momento a la mujer. Una mujer-hombre que
nos dice que «La belleza exterior no es
más que el encanto de un instante. La apariencia del cuerpo no siempre es el
reflejo del alma»
Imaginemos también a la rebelde
y triste Madame Bovary, de Gustave Flauvert. «Cuando se arrodillaba en
su reclinatorio gótico, dirigía al Señor las mismas palabras de dulzura que
antaño murmuraba a su amante en los desahogos del adulterio» Emma es una lujuriosa, buscadora
incansable del espejo de narciso.
Ser mujer es algo más sencillo,
pero más intenso que en la literatura,
el cine o la Historia. Ser mujer es una construcción social fruto de una
pulsión inexplicable. Como dice Simone
de Beauvoir: «No se nace mujer:
llega una a serlo». Ser mujer es
algo que se siente correr por las venas, un inevitable torrente hormonal de
causes inexplicables.
Hay mujeres que se deleitan en
la piel aterciopelada de otra mujer y hay quienes sienten en lo brazos de un
hombre la fuerza vital del amor. Otras luchan contra su naturaleza y logran
vencer los tabúes de una sociedad represora para encontrar la felicidad en una libertad que permita dejar ser.
El 8 de marzo
se celebra el día Internacional de la mujer. Este año las Naciones Unidas
reivindican a la mujer campesina bajo el lema «habilitar a la mujer campesina,
acabar con el hambre y la pobreza». En palabras del Secretario General de esa organización, Ban Ki-moon: «Invirtiendo
en las mujeres rurales; eliminando la discriminación de que son objeto en la
legislación y en la práctica; asegurando que las políticas respondan a sus
necesidades; brindándoles acceso en pie de igualdad a los recursos y
proporcionándoles una función que desempeñar en la adopción de decisiones»
Es
esperable, por lo tanto, que haya muchos festejos en varios países del mundo,
que se nombren mujeres importantes y otras protocolares, que se recuerden los
derechos de la mujer y los avances en esa materia.
En
Uruguay, Inmujeres y el Ministerio de
Desarrollo Social preparan una actividad titulada «El Estado Uruguayo responde sobre el Primer Plan de Igualdad de
Oportunidades y Derechos», en la explanada del MIDES se presenta la feria
«Mujeres emprendiendo”. El día 8, a
las 20.30 se emitirá un mensaje a través del canal oficial referente al tema y
el Colectivo Varones Uruguay
(M.A.C.H.O.S) prepara charlas para el día 9. El Teatro Solís por su parte presentará la obra
«También hicimos patria», en homenaje a las mujeres
montevideanas.
Escucharemos
que se hablará sobre la violencia familiar y las víctimas femeninas, se
mostrarán imágenes históricas de movimientos de reivindicación de derechos,
etc.
Todo esto es muy importante, sin dudas, pero
mujeres somos todos los días. Cada amanecer nos presenta nuevos y viejos desafíos que nos construyen y nos
reconstruyen constantemente como mujeres.
Homenajearnos
a nosotras mismas es una obligación, festejemos cada instante de nuestra vida
y probemos lo que ella nos invite a
degustar. No dejemos que nuestros sueños se destruyan y, si sentimos que, en algún momento quieren escaparse, procuremos
que conozcan el camino de regreso. Somos
las protagonistas irreemplazables de nuestra vida, ese es nuestro mayor
capital.
El
tiempo lejos está de ser nuestro enemigo, es nuestro aliado y compañero. El
testigo de esa rosa que supo ser pimpollo y que supo ser flor; y que, aún
deshojándose en el viento, supo
disfrutar esa gota dulce y amarga de rocío.
Feliz día de la mujer.
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