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| Senador Pedro Bordaberry |
Ingresamos
al tercer año de este período de gobierno.
Creo que llegó el
momento de hacer, de concretar.
Se terminó el tiempo
de los discursos, de las charlas filosóficas sobre la vida, el mundo o el
estado del tiempo.
Llega con el tercer
año el momento de tener resultados, mejoras, concreciones.
Hasta ahora se habló
mucho, se discutió más y se concretó casi nada. Cuando uno mira para atrás en
estos últimos dos años se ven pocos avances: la Patente única como casi único
logro, el desconocimiento del voto de los uruguayos en el evidente debe, y poca
cosa más.
Poco, muy poco para
dos años de gestión.
El gobierno tiene
mayoría en el Parlamento. En su primer año obtuvo el apoyo de la oposición en
los temas de educación, medio ambiente, seguridad y energía.
Se firmaron acuerdos
pero no se cumplieron. Al extremo que hemos firmado ahora un segundo acuerdo en
materia educativa.
Hemos votado y
destinado recursos económicos como nunca en la historia en el país.
Pero se malgastaron
estos dos primeros años en discursos, anuncios y desmentidos, idas y venidas y
discusiones sobre el pasado.
Del futuro nada.
Por ello entendemos
que entrando en el tercer año se debe empezar a concretar.
No puede ser que el
país tenga el presupuesto de seguridad más grande de los últimos cincuenta años
y la peor seguridad de los últimos cincuenta años.
No puede ser que
Uruguay hoy destine la mayor cantidad de recursos de su historia a la
Educación, y tengamos los peores índices de Educación de nuestra historia.
Si los uruguayos
estamos destinando los recursos económicos necesarios para solucionar los
problemas del país y estos siguen ahí entonces el problema es la gestión.
En definitiva el
problema es el gobierno que maneja mal los recursos.
No ayuda nada tampoco
la falta de rumbo y los tironeos constantes en la interna del gobierno en todos
los temas.
Dos ministerios de
economía y ministros que se enteran de decisiones por la prensa son un reflejo
de ello.
Esa falta de rumbo se
observó nítidamente en las palabras del Presidente de la República vertidas en
ocasión de empezar su tercer año de gobierno.
Indudablemente existe
un problema de prioridades.
Exultante por el
acuerdo logrado por la Patente única a nivel nacional (único logro que exhibió)
dijo nuestro Presidente que hay que tomar el ejemplo del mismo. Para él ese
acuerdo fue logrado por el trabajo de la Presidencia y la voluntad de los 19
intendentes y es un ejemplo a seguir.
Señaló el Presidente
que el objetivo en este 2012 es repetir ese logro y llegar a una libreta de
conducir única a nivel nacional.
Con todo respeto
creemos que lograr una libreta de conducir única no debe ser el objetivo de la
Presidencia de la República.
El objetivo del primer
mandatario debe ser mucho más ambicioso. Las prioridades deben ser mucho más
que la libreta de conducir vehículos.
Terminar con la
inseguridad en que vivimos, o por lo menos mejorar los servicios de seguridad
que brinda el Estado debiera ser uno de los objetivos.
Para poder vivir en
Paz.
Mejorar la Educación,
ya sea siendo más exigentes en los liceos y escuelas, educando para que los
jóvenes se formen pero también para que adquieran las habilidades que les
permitan conseguir trabajo debería ser otro objetivo.
Para que todos los
uruguayos a través de una Educación de calidad tengan las mismas oportunidades
en la vida.
Defender el trabajo de
los uruguayos frente a los ataques constantes que sufrimos por parte de
Argentina o lograr otros mercados para nuestros productos, debería ser la
prioridad del Presidente de la República.
Tener mejor servicio
de salud para toda la población, con ambulancias al servicio de la población en
todo el país debería ser el objetivo del Gobierno.
Una buena gestión que
asegure que los enormes recursos económicos que hoy destinamos lleguen a los
que menos tienen debería ser también el objetivo.
Pero si la prioridad
es la libreta de conducir nacional creo que estamos en problemas.
Llegó el momento de
pedir resultados, puesto que “a quien mucho se le dio, mucho se le debe
exigir”.
En el tercer año llegó
el momento de hacer y concretar y de dejar de hablar.
(*) Abogado. Senador de
la República. Líder de Vamos Uruguay
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