El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

miércoles, 6 de julio de 2011

Mujica y su pecera

Por Prof. Gustavo Toledo
No sé cuánto cobra el doctor Alberto Breccia, secretario y “filtro” técnico de la presidencia, pero estoy seguro que debería ganar el doble. Su trabajo no sólo es agotador e interminable sino también altamente insalubre.
Estar todo el tiempo cubriéndole las espaldas a su jefe, decodificando sus mensajes inasibles, sirviendo de puente entre él y el resto de los funcionarios de su administración, a los que muchas veces ni siquiera consulta sobre el estado del tiempo, y, sobre todo, tratando de aterrizar las extravagancias que dos por tres se le ocurren, amerita un reconocimiento público y una remuneración acorde a semejante esfuerzo físico e intelectual.
Como todos sabemos, el Pepe se levanta cada mañana con una idea aparentemente revolucionaria, al medio día la escupe en su audición radial o ante el micrófono de algún medio amigo, a la tarde da marcha atrás y a la noche plantea otra cosa completamente distinta.
¿Improvisa? ¿Piensa en voz alta? ¿No se anima a tomar decisiones porque está embretado por “la barra”? ¿Un poco de cada cosa? ¿Quién lo sabe? Lo cierto es que no para. Hace pocos días, en medio de sus idas y vueltas en torno a la posible instalación de la minera Aratirí, le pidió a sus asesores –entre ellos al hermano de Sonia, el inefable Alberto- que preparen un proyecto de ley que establezca la figura del “referéndum consultivo” y así habilitar que los uruguayos podamos decidir sobre ese y otros temas.
Según el propio Mujica, su intención es “mirar el país dentro de 20 o 30 años”, mientras que aquellos que lo cuestionan están “pensando en hoy y mañana”.
“Uruguay está enfermo de querer pescar dentro de la pecera y no se pone a pescar a mar abierto”, se quejó, y evaluó que la mayoría de los dirigentes políticos no asumió lo que cambia con la instalación de la industria minera es el “perfil productivo” del país. ¿Puntigliano es el nuevo Hernandarías y no nos dimos cuenta?
No cabe duda de que el hombre es “titulero”. Le gusta armar la portada de los diarios del día siguiente tirando frases rimbombantes. Si éstas se ajustan o no a la realidad, es harina de otro costal. Una nimiedad sin importancia. Lo importante es que hagan ruido y que unas tapen a las otras.
No deja de ser gracioso que el presidente de la Republica impulse una medida de esa naturaleza y quiera habilitar que los uruguayos decidamos sobre cuestiones tan delicadas como ésa, cuando él y su fuerza política no respetan lo que la mayoría de los uruguayos decidimos en dos ocasiones respecto a la ley de caducidad. ¿O ya nos olvidamos?
Pero más gracioso aún es que se afane en conocer la opinión del pueblo, cuando desconoce la de sus propios compañeros de faena y no le importa conocerla. Estoy seguro que si uno lo apura, ignora hasta sus nombres de pila. Es igual a Luis XIV, “el estado soy yo”.
En estos últimos días, sin ir más lejos, decidió crear un nuevo impuesto al agro sin que el ministro de Economía ni el de Ganadería, Agricultura y Pesca estuvieran informados.
Decidió crearlo para construir rutas y mejorar la caminería rural sin avisarle al ministro de Obras Públicas, que luego presentó una propuesta distinta.
Alentó a su canciller a redactar un proyecto para anular la ley de caducidad, pero luego dijo que el ministro “se equivocó” y que se le “escapó”.
Cuando se planteó el sainete del video realizado por presuntos militares, dijo que lo había visto, mientras el ministro de Defensa decía por todos lados que desconfiaba de su existencia.
Es más, dijo que la Policía investigaba su origen, mientras su ministro del Interior y ex compañero de armas, Eduardo Bonomi, decía desconocer tal amenaza.
Sin previo aviso, se reunió con directivos de la empresa Tenfield en momentos en que el ministro de Turismo y Deportes, Héctor Lescano, mantenía una polémica pública por los derechos de televisión.
Un buen día anunció que iba a privatizar los “arenales de la costa atlántica”, pero la ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, también de “su palo”, señaló que su propuesta es inviable porque están en una zona protegida por decreto.
Una frase desafortunada se ha hecho carne: “como te digo una cosa, te digo la otra”. Resultado: caos, confusión, incertidumbre.
Los resultados de las últimas encuestas dan cuenta de esta realidad y coinciden en un dato que le quita el sueño al oficialismo: la intención de voto del Frente Amplio y el declinante nivel de aprobación que registra el gobierno bordean, apenas, el 39% de la opinión pública.
Mientras tanto, el presidente insiste en que está pensando en el país de dentro de 20 o 30 años, cuando está varado, aun, en los años 60.
Si no pone primera y arranca de una buena vez, vamos a seguir “pescando dentro de la pecera” o, a lo sumo, en su bañera.

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