Entrevista al ex presidente Sanguinetti.
El ex presidente Julio María Sanguinetti consideró, entrevistado por El País, que los mecanismos jurídicos que el gobierno y el Frente Amplio están buscando para anular o derogar la ley de Caducidad, son "vericuetos para torcer la voluntad ciudadana" que provocarán "grietas en el sistema institucional". Sanguinetti criticó además la tesis del jurista Martín Risso y afirmó que "no hay que inventar nada" sino "respetar algo que ya está decidido".
-¿Qué lectura hace de la nueva propuesta del gobierno para eliminar los efectos de la ley de Caducidad?
-Más allá de lo político, entiendo que luego de dos pronunciamientos de la ciudadanía, claros e inequívocos, que constituyen la máxima autoridad en el sistema institucional, no se puede tocar más una ley que ha alcanzado la máxima legitimación que puede tener. Todos estos vericuetos que se hacen para torcer la voluntad ciudadana, son grietas en el sistema institucional. Entiendo, además, que todas estas nuevas formulaciones que se están intentando son tanto o más inconstitucionales que la proyectada anulación (de la ley de Caducidad). Por ejemplo, con todo respeto al doctor Martín Risso, no puedo creer que se entienda que por decreto se pueda resolver lo que no se puede resolver por ley. Los decretos que se dictaron en el procedimiento previsto por la ley de Caducidad, forman parte de un mecanismo judicial que termina con una clausura dispuesta por el Juzgado en aplicación de la amnistía. De modo que hay una cosa juzgada, completamente definitiva. Imaginar que los decretos pueden ser impugnados en cualquier momento y que incluso retrotrae todo al principio, es un absurdo jurídico. Ya hay una cosa juzgada decretada por el juez.
-¿A qué atribuye que el Frente Amplio haya decidido promover la anulación de la ley de Caducidad después de los dos pronunciamientos a favor de la norma?
-Al Frente Amplio le ocurre lo mismo que le ha pasado a muchos partidos de la vieja izquierda latinoamericana. Cuando llegan al gobierno tienen que renegar de todo lo que han sostenido a lo largo de su existencia. La democracia liberal ya no es una democracia burguesa; los derechos humanos ya no son libertades formales, sino derecho humanos a defender; el Fondo Monetario Internacional ya no es una entidad maligna a odiar sino alguien con el que hay que pactar; el equilibrio fiscal ya no es el resultado del consenso de Washington sino algo normal; y la economía de mercado no es la economía salvaje sino el procedimiento normal de las economías que se han desarrollado. Y suma y sigue. Dentro de ese contexto, el que tiene que asumir todo un discurso distinto se refugia, se abroquela, en algunos temas de la política internacional, o en esta situación de reclamo envuelta en el rótulo de derechos humanos, cuando es simplemente una actitud revanchista en algunos o de frustración política en otros. Como han tenido que modificar toda su estructura de pensamiento, se refugian en estos escenarios parciales donde no está en juego el equilibrio económico y el equilibrio social.
-¿Qué efecto prácticos tendría la anulación o derogación de la ley de Caducidad?
-El efecto práctico sería nulo, porque esto generaría, cuando se muevan esos expedientes, una acción de inconstitucionalidad, que no dudo será resuelta favorablemente por la Suprema Corte de Justicia.
-¿Y los efectos políticos?
-El efecto político es el de seguir manteniendo un tema laudado por la ciudadanía y que se sigue anteponiendo a todos los que el país tiene por delante. Seguimos anclados en el debate en un tema de hace cuarenta años, cuando el mundo corre a una enorme velocidad y nos está desafiando con la resolución de temas para los cuales no encontramos rumbo.
-Cuando el Presidente Mujica se reunió con la bancada de diputados del Frente Amplio les advirtió de las consecuencias electorales que la anulación de la ley de Caducidad, desconociendo las dos consultas populares, podría tener para la coalición de izquierda. Incluso les dijo que está en juego la continuidad en el gobierno. ¿Usted cree que el FA va a pagar un costo electoral por este tema?
-Eso lo veremos. Lo que no hay duda es que esto le está haciendo un enorme daño al Frente Amplio como partido de gobierno, porque representa una negación rotunda de lo que ha sostenido toda su vida.
-¿Qué salida le ve usted a este asunto?
-La salida es simplemente no insistir en la ley (de anulación de la Caducidad) y seguir actuando como hasta ahora. No hay que inventar más nada. Hay que respetar algo que ya está decidido.
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