El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Preguntas del taxista


Por Jorge Batlle (*)

Días pasados, saliendo de la Librería El Galeón en la calle Juan C. Gómez, subí a un taxi para que me llevara hasta casa. En el camino el hombre sacó el tema político, y por ende no habíamos andado tres cuadras y ya me estaba preguntando sobre PLUNA.

Sus dos puntos de vista fueron más que claros: ¿por qué pasó todo esto?, ¿Qué explicación tiene? ¿Qué habría hecho usted si hubiera sido usted el Presidente y hubiera pasado todo esto con PLUNA?

Dos preguntas claves que exigían de mi parte respuestas claras. 

El Presidente de la República es un hombre de arranques y resuelve muchas veces sin mucho pensar las cosas que tiene que hacer. No digo que yo no tenga los mismos arranques, con la diferencia que tenía buenos asesores que me decían “por ahí no Presidente”, que me ayudaban a mirar las cosas con espíritu crítico. Enojado por lo de Campiani, asustado porque le dijeron que había juicios, que existían desde hace años, cerró la compañía. Con ello mató el negocio, porque le hizo perder a la compañía el único valor que tiene: los derechos de bandera de vuelo y las frecuencias entre Montevideo y Bs. As. Cuando se vio entrampado por la propia decisión no debidamente pensada, ¿a quién fue a buscar para resolver el lío?... a su amigo López Mena, que había ayudado al Dr. Vázquez a traer tanta gente de Bs. As., que se había pronunciado a favor del Frente Amplio en la elección de él, a quien él mismo había invitado la noche del triunfo a su chacra, con sus amigos seleccionados, a festejar el acontecimiento. López Mena, que organizó la primera reunión del Conrad y presidió el comité organizador donde el Presidente Mujica explicó a los inversores que podían venir al Uruguay y no le subían los impuestos; López Mena, que además había iniciado su compañía de transporte aéreo y por ello había tenido enfrentamientos públicos con PLUNA y el Sr. Campiani.

Como dijo el Senador Rubio: “López Mena lo empaquetó al Gobierno”.

¿Qué hubiera hecho yo en un caso así?

No hubiera permitido el cierre de la compañía. Hubiera marginado al Sr. Campiani y no le hubiera dado un documento por el que el Gobierno le garantiza al Sr. Campiani que nadie le va a pedir cuentas de nada. Me hubiera evitado de esa manera que PLUNA perdiera las mejores frecuencias y no tuviera que enfrentar todos los pleitos que tendrá que enfrentar por haber violado la Ley de Concurso que votara recientemente el Parlamento.

Con la compañía funcionando hubiera hecho lo mismo que hicimos con el Puerto y con el Aeropuerto. Hubiera rematado la concesión, que es lo único que el Estado tiene como propiedad. La llave del negocio. Las frecuencias, el valor de la bandera, y no los aviones. Si se da una concesión, como se dio la del Puerto o la del Aeropuerto, por 20 años al interesado, llámese como se llame, TAM, LAN, COPA, AVIANCA, la sociedad de KLM con AIRFRANCE, o quien quiera que fuese, lo que estaba comprando era la concesión, o sea los derechos del Uruguay en las frecuencias básicas que PLUNA ya ejercía. Supongamos que por eso nos dan poca plata al año. Pensemos que nos dan 3.000.000 millones de dólares al año, o sea: 60.000.000 millones en 20 años.


Inmediatamente después remataba los aviones a quien los quisiera comprar. Pensemos que los aviones que costaron 120.000.000 millones de dólares lo pudieran vender en 40.000.000 millones de dólares, que sumados a los 60 de la concesión es prácticamente la deuda.

El concesionario dispone de aviones y de infraestructura y tomaría de los empleados de PLUNA aquellos que entiende que son idóneos para las funciones que la compañía tiene que desempeñar.

En esta solución, López Mena no estaba dispuesto a participar. Por tanto inventó todo lo de su funcionario, que vino, hizo el remate, dijo que era representante de una compañía cuya representación no acreditó y la Presidencia de la República le dio la orden al Sr. Ministro para que se la diera al Presidente del BROU que se comió un garrón en lo que se llama “obediencia debida”.

Ni el Ministro Lorenzo, ni el Presidente del BROU dan un aval en dos horas, si no es por orden superior. ¿Quién inventó todo esto?: López Mena. ¿Quién compró esta historia?: la Presidencia de la República.

Así estamos, en aterrizaje forzoso.

(*) Abogado. Ex Presidente de la República (2000-2005)

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