“1984” es una novela futurista escrita
por el británico George Orwell en el año 1949. Se la reconoce por ser la
creadora del concepto de Gran Hermano tan popular por estos días.
En la misma el personaje principal,
Winston Smith, vive en un país gobernado por un Partido Único.
Éste
domina a los ciudadanos a través de cuatro Ministerios. Uno de estos es el
Ministerio de la Verdad. Las autoridades de este Ministerio repiten en la televisión
y por altavoces, todo el tiempo, conceptos contradictorios tales como: “la
guerra es la paz”, “la libertad es la esclavitud” o “la ignorancia es la
fuerza”.
Winston
trabaja en ese Ministerio y descubre que todo el sistema está basado en lo que
se llama el “doble pensar”.
Esta
es la herramienta base para la dominación de los ciudadanos: hacer afirmaciones
contradictorias todo el tiempo.
Un
día es obligado a reconocer que dos mas dos es igual a cinco.
De
no haber fallecido, Orwell se sorprendería al encontrar tantas semejanzas entre
su mundo futurista de 1984, con el Uruguay en el que nos toca hoy vivir en el
2012.
Si
para muestra basta un botón (o varios botones), aquí van algunos ejemplos de
las contradicciones o de ese doble pensar.
El
gobierno del Frente Amplio anunció la semana pasada que mandaría al Parlamento
un proyecto de ley que agrava las penas a los menores infractores como solución
al problema de la inseguridad.
La
Presidente del Frente Amplio dijo que agravar las penas a los menores infractores
no soluciona el problema, por lo que no se aprobará.
El
gobierno del Frente Amplio anunció que enviaría al Parlamento un proyecto de
ley que permitirá la internación compulsiva de adictos.
Pero
el decreto ley 14.294 ya permite la internación compulsiva de adictos.
El
Ministro de Relaciones Exteriores dijo que la suspensión de Paraguay del
Mercosur no era para que Venezuela ingresara.
Pero
fue a Mendoza, suspendió a Paraguay y Venezuela ingresó.
El
Presidente Mújica dijo que la destitución por el Parlamento del Sr. Lugo fue
contraria a la Constitución paraguaya (pese a que el artículo 225 de la misma
lo permite).
Acto
seguido pidió que el nuevo Presidente viole la Constitución y haga un llamado
inmediato a elecciones.
El
gobierno del Frente Amplio anunció que comercializará marihuana en el país y se
la suministrará a los ciudadanos.
Pero
la Convención de Viena, Tratado firmado y ratificado por Uruguay, dice que el
gobierno no puede hacerlo.
Cuesta
creer que tanto doble pensar, tanta contradicción, sea sólo fruto de errores e
improvisación.
A
esta altura ya son muchos los que afirman que se trata de una estrategia
destinada a distraer la atención de los grandes problemas que nos afectan.
Porque
ya nadie habla de los 200 muertos en la salud pública sino de la marihuana.
Porque
ya nadie habla del agujero de 300 millones de dólares que dejaron los que se
volaron de Pluna sino de la detención compulsiva de los adictos.
Porque
ya nadie habla del récord de homicidios y rapiñas que el confuso Ministro del
Interior no sabe como parar sino del pedido de Mújica de adelantar las
elecciones en el Paraguay.
Porque
ya nadie habla de la total sumisión que nuestro Presidente y el canciller
tienen a los dictados del gobierno de Buenos Aires sino del ingreso de
Venezuela al Mercosur.
En
cualquier momento nos dicen que la guerra es la paz, que la ignorancia es la fuerza
y que dos más dos es igual a cinco.
Por
suerte, cada día los uruguayos les creemos menos y los Winston Smith somos cada
vez más.
(*) Abogado. Senador de la República. Líder
de Vamos Uruguay-Partido Colorado
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