Como lo habíamos pensado antes de las elecciones, el neo-marxismo del Frente Amplio no ha podido cumplir con ninguna de sus grandes promesas, que si mal no recuerdo eran: reforma del Estado, Plan de Viviendas y eliminación inmediata de los asentamientos, defensa de la clase trabajadora, rebaja del IVA, una mejor y más igualitaria educación, acelerar la reforma de la salud, etc.
A un año de asumir el gobierno encabezado por José Mujica Cordano, y a pesar de sus peroratas diarias sobre los cambios profundos que hay que hacer, la población no percibe que haya cambiado nada. Parecería que el discurso casi de predicador del Presidente, se asemeja mucho al de aquel otro Presidente que había prometido que sus cambios serían tan profundos que “temblarían hasta las raíces de los árboles” y, sin embargo, nadie percibió ese inmenso cataclismo en sus cinco años de gobierno. Lo único que tembló fue el bolsillo de los contribuyentes con el astoriano IRPF y su primo el IASS.
La llamada reforma del Estado que implicaría que los funcionarios públicos fueran menos y trabajaran más, no la podrá hacer Mujica salvo que sus amigos Castro le manden la receta que aplicarán en la dictadura cubana, pero que no se puede hacer en un país democrático como el nuestro.
¿El Plan de Viviendas y la eliminación inmediata de los cantegriles? Bien gracias. Cada día hay más asentamientos y ninguna vivienda nueva.
De la defensa la clase trabajadora ni que hablar, sólo más impuestos y menos derechos.
Con respecto al IRPF y al IASS, ya la gente se ha dado cuenta de la mentira de que sólo lo pagan los ricos. Alcanza con ver los recibos de sueldos de los policías, de los maestros y profesores, de los enfermeros, etc., para ver que estos “ricachos” también lo pagan.
¿La educación? Nunca ha sido tan mala ni menos igualitaria que ahora. Y esto no es una afirmación subjetiva. Las cifras internacionales y los hechos lo están avalando. Tanto primaria, como secundaria, así como la universitaria, que otrora fueran ejemplo en América y hasta en el mundo, hoy están ocupando lugares deshonrosos para el país.
De la reforma de la salud, ni que hablar. Se están dando cuenta que no es soplar y hacer botellas. Se van incorporando los beneficiarios de a chorritos; los hospitales se han quedado sin usuarios y hasta sin funcionarios y las instituciones privadas han explotado y no pueden prestar la atención debida a los enfermos.
Se dirá que apenas va un año de este gobierno, pero ya van seis del gobierno neo-marxista y las promesas siguen sin cumplirse.
Y conste que aquí no hablamos de la inseguridad, que seguramente es uno de los principales problemas que acucian a la población en forma inmediata. Eso lo dejamos para una próxima nota.
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