Por Ing. Álvaro Bermúdez (*)Luego de innumerables despliegues de los gobiernos frenteamplistas hablando sobre los aportes crecientes de las energías renovables tenemos como realidad que sólo el 4% de la generación eléctrica proviene de tal origen.
Además, después de tanto remar, sigue siendo UPM ex BOTNIA el principal generador en base a energía renovable del país. La fábrica de celulosa planificada y desarrollada durante el mandato del Dr. Jorge Batlle con la feroz oposición de las fuerzas de izquierda, generando a la red eléctrica nacional los sobrantes de energía, una vez satisfechas las necesidades propias de su producción de celulosa para la exportación, es el líder en renovables a pesar de tantas promesas de cientos y cientos de megavatios por parte de las autoridades frenteamplistas. Los proyectos de biomasa tienen serios contratiempos y los generadores eólicos con su intermitencia dependiendo de si sopla el viento en cantidades utilizables para la generación, no logran grandes números a la hora de la verdad que es cuando se efectúa el recuento de los megavatios hora producidos durante el año.
Además, después de tanto remar, sigue siendo UPM ex BOTNIA el principal generador en base a energía renovable del país. La fábrica de celulosa planificada y desarrollada durante el mandato del Dr. Jorge Batlle con la feroz oposición de las fuerzas de izquierda, generando a la red eléctrica nacional los sobrantes de energía, una vez satisfechas las necesidades propias de su producción de celulosa para la exportación, es el líder en renovables a pesar de tantas promesas de cientos y cientos de megavatios por parte de las autoridades frenteamplistas. Los proyectos de biomasa tienen serios contratiempos y los generadores eólicos con su intermitencia dependiendo de si sopla el viento en cantidades utilizables para la generación, no logran grandes números a la hora de la verdad que es cuando se efectúa el recuento de los megavatios hora producidos durante el año.
Teniendo en cuenta estos datos, se nos pasa por la cabeza volver a insistir en la excelente Ley de Marco Regulatorio del Sector Eléctrico N° 16832 que tenemos desde 1997 que solucionaría estos y otros problemas si el gobierno de turno se prestara a hacerla cumplir en toda su extensión como debería.
Decimos que esta Ley posibilita disponer de tres herramientas para solucionar el problema acuciante de energía en el Uruguay que el gobierno trata de disimular pero el costo del megavatio hora sigue creciendo. Y lo más importante es que deja fuera de mercado a muchas industrias uruguayas frente a los competidores internacionales pero lo más grave, es a nivel regional. Los fabricantes de cualquier producto dependiente de la utilización de energía en forma intensiva, aún si se trata de productos muy comunes como galletitas, no pueden competir con sus similares de Argentina ni de muchos estados del Brasil. Así vemos colmadas las góndolas de los supermercados y tiendas de productos de la región a precios más que competitivos mientras las fábricas uruguayas no pueden competir aún cuando la calidad del producto sea aceptable.
La Ley Eléctrica del 97 sufrió un intento de derogación del Frente Amplio que el público uruguayo rechazó en las urnas y tal vez por ello estas últimas administraciones han sido renuentes en su utilización en toda la línea.
La Ley permite la venta de energía eléctrica de particulares en tres formas: la primera consiste en vender energía al ente estatal UTE quien a su vez la revende a todos nosotros los que pagamos la cuenta a fin de mes y no podemos negociar en plazos deudas de varios años pues ante una factura impaga nos cortan inmediatamente el suministro. La segunda posibilidad es generar privadamente y vender a un comprador también privado y la tercera es la venta en el mercado Spot o sea cuando el generador disponga y el precio resulte interesante para él.
La venta de energía entre privados no es posible actualmente pues el gobierno ha sido renuente a la fijación de precios de peajes por transporte de energía por sus redes eléctricas. Es decir que si usted tiene capacidad de generar energía eléctrica por sus propios medios y desea venderle por ejemplo a Conaprole, necesita que su energía producida en su predio sea suministrada a través de los cables de distribución eléctrica existentes, llegando a la usina de Conaprole para sea consumida pero si bien la Ley se lo permite, de hecho el gobierno le impide hacerlo.
La venta de energía Spot se da como ahora que le compramos a Argentina y en muchas ocasiones a Brasil a precios que han llegado a los U$S400 el MWh pero el gobierno en vez de cumplir la Ley que permite establecer un precio de mercado, pone topes de U$S250 el MWh a generadores nacionales. Prefiere pagar fortunas a países extranjeros antes de permitir a privados uruguayos generar dicha energía cuando más lo necesitamos.
(*) Ingeniero. Ex director de Energía del gobierno del Dr. Jorge Batlle (2000-2005)
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