Con
este lema el Frente Amplio se presentó ante el Pueblo de la República
prometiendo el nacimiento de un país de primera.
A medida que pasaba el tiempo cada uno
de sus integrantes comenzó a agregar propuestas. Uno de los tantos dirigentes
del área educativa que fue separado de su cargo por el Presidente de la
República, un día se le ocurrió decir que habría que cerrar por un año los
centros educativos para realizar una reforma educativa. Lo han conseguido.
Con el anuncio de que ahora en agosto
comienzan de nuevo las huelgas en la enseñanza, con la constitución además de
una comisión entre los huelguistas y el Codicen, en donde los huelguistas
pretenden negociar el aumento de la extensión de las clases para recuperar lo
perdido contra el descuento mensual de la huelga, llegamos a la conclusión de
que los jóvenes estudiantes prácticamente han perdido todos el año.
Lo más triste del caso es que salvo
algunos profesores en forma aislada, como el caso de la Sra. Sub Directora del
Liceo 61, Sra. Cherro, públicamente de los niños no se ocupa nadie. Ni el
Codicen pone el grito en el cielo, ni los dirigentes sindicales. Mientras tanto
el país sigue siendo de primera. Un país en donde uno de los dirigentes de la
enseñanza que ha ocupado posiciones importantes indica que lo bueno sería que
nadie repitiera. Piedra libre, para qué vamos a estudiar si nadie va a repetir.
Un país de primera fabricando
ignorantes. El Presidente de la República repitiendo “educación, educación,
educación”. Ya no somos una República bananera, sino mucho peor, somos un país
sin rumbo, con un gobierno que no sabe adónde va.
El drama de la educación tanto en
Primaria como en Secundaria es a largo plazo, 10 años vista, la peor situación
que debe enfrentar la República. Cuando las declaraciones de los responsables
de la enseñanza hablan del índice de repetición y los sitúan en un 33% y
agregan “esto es porque los profesores, directores y docentes trabajan
enormemente para apuntalar a los chicos sino la repetición sería por lo menos
el 70%”.
Un país de primera con el 70% de
repetición.
Le debería dar vergüenza al gobierno de
lo que está haciendo con la educación. Y les debería dar vergüenza a los
dirigentes sindicales del desprecio que tienen por los jóvenes que son sus
víctimas.
Mientras tanto los que pueden hacen un
esfuerzo tremendo y preparan a sus hijos en la educación privada. Se despegan
de esta manera del resto de los jóvenes. Se hacen libres, y si no pueden
encontrar trabajo en su país se ponen la mochila y se van. Los que saben se van
los que no, se quedan.
¡Un país de primera!
(*) Abogado. Ex Presidente de la
República (2000-2005)
No hay comentarios:
Publicar un comentario