Imaginemos
que hoy estamos a 1ro de marzo del 2015. Se inicia un nuevo período de gobierno
de 5 años. Imaginemos 5 años más con una inseguridad creciente; con una
educación cada día más conflictiva y más incapaz de cumplir con sus objetivos
de educar a los niños; imaginemos una salud que continúa empeorando su
capacidad de cumplir con sus tareas y además con un creciente déficit por la
incorporación de todos los jubilados al sistema; imaginemos un país que sigue
siendo uno de los más caros del planeta. Imaginemos entonces que nada ha cambiado
y que todo sigue como está con la diferencia que es mayor el desorden y la
incapacidad de cumplir con las funciones esenciales del Estado.
¿Alguien puede pensar que el Uruguay
puede soportar esta situación?. Este año se han aumentado las rapiñas, los hurtos,
los actos de violencia. ¿Alguien puede pensar que en los 5 años del 2015 al
2020 puede seguirse multiplicando todos los años esta situación?
Este año de todos los sectores del país
se han expresado críticas reiteradas a la educación, hasta el propio Presidente
lo dice, ¿se puede pensar que del 2015 al 2020 vamos a estar cada día peor y
que eso es tolerable?
¿Alguien cree que este sistema de salud
que no funciona, que los propios médicos Frenteamplistas sienten que no
funciona, puede mantenerse en un creciente deterioro del 2015 en adelante y el
país lo puede soportar?
¿Se puede pensar que éste país que es
el más caro del planeta, con una industria destruida porque no puede competir,
con los precios internacionales de los granos que van a bajar y los costos
internos del Uruguay cada día más altos, se puede competir?.
No estamos describiendo el infierno del
Dante, apenas estamos describiendo la realidad del Uruguay, multiplicada por 5
años más de lo mismo.
¿Se puede pensar que el Dr. Vázquez puede
cambiar algo teniendo como tiene todas las tribus que integran el Frente Amplio
reclamando más y mejor Mercosur, más transformaciones hacia la izquierda, más
regulaciones y más intervenciones y más impuestos, y más cosas, todas ellas,
ajenas y contrarias a la realidad del mundo en que vivimos?
¿Se puede pensar que alguno de los
candidatos, cualquiera de ellos, de los tres Partidos que integran la
oposición, Colorados, Blancos, Independientes, cualquiera de ellos,
individualmente considerados, pueden cambiar ésta realidad?
¿Qué espera el Pueblo? Que haya un
compromiso previo a la elección de los Partidos opositores, en donde todos
ellos, los tres citados, se comprometan a apoyar un programa mínimo común que
tenga que ver con la seguridad, la educación, la salud, la competitividad de la
producción nacional y la integración al mundo real.
Esto es imprescindible para enfrentar
los problemas que todos los economistas, aún aquellos que ideológicamente
concuerdan con el Frente Amplio, establecen como una exigencia inexorable que
deberán enfrentar los próximos gobernantes.
El lunes lo dijo con toda claridad el
Ec. Rosselli de la firma Deloitte y ayer el gran economista argentino López
Murphy. Ambos señalan la necesidad de ponerse como objetivo político futuro
resolver variables macro económicas que enfrentará el próximo gobierno de
cualquier signo que él sea.
El Pueblo necesita tener confianza en
el sistema democrático y en los candidatos de su elección para poder concurrir
al comicio con la certeza de quien quiera sea el que triunfe será apoyado por
los otros para enfrentar las duras realidades que el próximo gobierno no podrá
eludir.
Todos los ciudadanos, Colorados,
Blancos, Frenteamplistas, Independientes, sufren por igual la inseguridad
creciente, la educación en proceso destructivo permanente, el sistema integrado
de salud, que no es sistema, no está integrado y no da salud, el costo de la
vida que crece todos los días y un país encerrado que no da oportunidades a sus
jóvenes, en donde tampoco la asistencia monetaria mensual que algunos reciben
es un camino de libertad. Todos lo sufren por igual. Todos. Todos necesitan
certezas de que esto no va a continuar. Todos los sectores de la oposición
deben expresar públicamente antes de la elección interna si fuera posible, su
decisión y compromiso de enfrentar en común estas duras realidades que cada día
comprometen más, por su efecto destructivo, el futuro del Uruguay.
(*) Abogado. Ex Presidente de la
República (2000-2005)
No hay comentarios:
Publicar un comentario