Analizando
cifras, es mayor el perjuicio causado al turismo que el beneficio para UTE con
el adelanto de la hora en verano. Bordaberry propuso no atrasar más la hora y
otras medidas a favor de la inversión inmobiliaria y el turismo en el país.
Se calcula que en 2012 Uruguay tuvo un
impacto directo de viajes y turismo de 2,9 puntos de Producto Interno Bruto
(PIB) y de 9,3 puntos considerando además el impacto directo e inducido. El
Ministerio de Turismo estimó la participación 2012 del turismo en la economía
en el 7,5%. Se computan más de 3 millones de turistas ingresando a Uruguay, lo
que supone una cifra similar a la cantidad de habitantes.
Este análisis figura en la
fundamentación con la que el senador de Vamos Uruguay presentó un proyecto de
ley en momentos en que factores económicos externos e internos arrojan
"sombras" sobre el panorama del turismo.
Bordaberry, que fue ministro de Turismo
entre septiembre de 2003 y marzo de 2005, durante el gobierno de Jorge Batlle,
considera que el "deterioro de la actividad turística y la situación
regional y mundial están afectando también al sector inmobiliario y de la
construcción" y por eso propuso medidas concretas.
Huso horario.
Precisamente una de las medidas que
promueve es no aplicar más el adelanto de la hora oficial al comienzo de cada
temporada turística.
Según Bordaberry, la prohibición al
cambio de hora "busca devolver horas efectivas de trabajo en temporada al
sector gastronómico, en el entendido que el ahorro energético actualmente
obtenido con el cambio de horario no es significativo".
UTE informó hace un tiempo que la
medida de cambio del huso horario permitió ahorrar al Estado entre US$ 7 y US$
10 millones. "Ese ahorro de UTE lo paga el sector turístico, en especial
el gastronómico, y otros entes como la Dirección General Impositiva. Tomando como
ejemplo solo a Maldonado en la actividad gastronómica existen más de 200
establecimientos. La Corporación Gastronómica informó que con el cambio de hora
se pierde un turno (el de las 21 hs) de clientes, el cual no se repone en un
horario más tardío", dijo Bordaberry.
Y agregó que "en un escenario
conservador, perder un turno significa un promedio menos de 40 clientes por
establecimiento y por día. El gasto promedio por cliente es de US$ 30 en los 45
días de la temporada de verano. Esto nos lleva a concluir que solo en este
escenario, y limitado solo al sector gastronómico y al departamento de
Maldonado, son US$ 10,8 millones de menor facturación. Traducido a impuestos
significan una disminución del IVA de US$ 2,3 millones y de IRAE del orden de
los US$ 810.000. A eso se suma la pérdida de ingresos de los trabajadores por
propinas y otros servicios. Se estima que la propina que los empleados dejan de
percibir en Maldonado oscila en un millón de dólares".
Según Bordaberry, si se trasladan estos
números a los otros departamentos en que se ofrece el producto "sol y
playa" como Río Negro, Colonia, San José, Montevideo, Canelones y Rocha,
"se concluirá que el impacto negativo es muy superior al beneficio de
UTE".
Y concluyó que en los hechos la
permanencia de los turistas en la playa hasta altas horas de la tarde, corta la
posibilidad de tener más de un turno en los restaurantes y también en el
comercial como cines, espectáculos, shopping, etc.
Chacras.
Otros artículos del proyecto artículos
buscan alentar los emprendimientos inmobiliarios como la creación de chacras
turísticas en zonas donde se concentra la actividad turística, reduciendo el
límite de subdivisión de predios de cinco a tres hectáreas.
"Quienes adquieren esas chacras no
sólo las utilizan con fines de turismo o segundo hogar. A ello se suma en los
últimos tiempos el desarrollo de pequeños viñedos, plantaciones de olivares,
huertas orgánicas y un sin fin de otras actividades que dan empleo a
muchos", dijo Bordaberry.
"Este es un complemento ideal del producto
Sol y Playa, puesto que lo desestacionaliza en una zona amigable con el
desarrollo sostenible y el concepto de Uruguay Natural", añadió.
Normas tributarias.
El proyecto de Bordaberry propone
medidas destinadas a que en los próximos dos años se retomen los desarrollos
inmobiliarios y fraccionamientos. Para ello se suspenden "cargas
gravosas" que pone la ley de Ordenamiento Territorial. Y se plantea por
dos años "para alentar a los inversores a hacerlo en estos momentos con
problemas de coyuntura", dijo.
Hay otros artículos de incentivo a la
actividad turística, inspirados en la decisión de 2003 de IVA cero para la
hotelería en el país.
Se exonera el IRPF para los
arrendamientos temporarios con fines turísticos. "Es una carga tributaria
que pesa sobre los servicios turísticos y que ha traído mayor informalidad en
al mercado de alquileres de temporada".
Fuente: El País
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