El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

jueves, 7 de marzo de 2013

Hugo Chávez Frías


Por Jorge Batlle (*)

Luego de una larga enfermedad falleció Hugo Chávez, quien fuera sin ninguna duda, uno de los fenómenos políticos más relevantes de los últimos tiempos en Sudamérica. 

Durante 4 años Chávez recorrió su país, pueblo a pueblo, paraje a paraje, barrio a barrio, casi se podría decir casa a casa, armando el movimiento político que lo llevó a la victoria en el año 1999.

Allá por el año 1994, cuando estaba en ese proceso, visitó el Uruguay, donde tuvo poco eco entre las fuerzas del Frente Amplio. A su regreso a Venezuela, poco tiempo después, fue invitado a participar de un Congreso en La Habana. Sacó pasaje en una línea aérea comercial y cuando el avión estaba por llegar a La Habana le dieron la orden que se dirigiera a la rampa presidencial, donde lo estaba esperando, sin él saberlo, Fidel Castro, que con un abrazo selló su destino. 

Con un gran carisma personal lideró un movimiento popular que planteó una reivindicación histórica de todos los pueblos: un país enormemente rico, con una sociedad muy marginada de las enormes posibilidades que el país ofrecía. La debilidad de los partidos políticos de Venezuela por entonces y una eficaz campaña contra la corrupción y por la austeridad, lo llevaron al gobierno a fines de la década. 

Creo que nos encontramos por primera vez cuando en Brasilia se celebraron los 500 años del viaje de Cabral y allí tuvimos las primeras discrepancias. Él hablaba de la democracia participativa y el Uruguay seguía hablando de la democracia representativa y republicana. Algunos años después en Costa Rica, reunidos todos los Presidentes y Cancilleres, se produjo el intento de golpe de Estado contra Chávez, y fue el Canciller Opertti en la reunión de Ministros de Relaciones y yo como Presidente del Uruguay, en la de Presidentes, que se celebraba en otra sala, que nos pusimos en contra de un planteo que apareció allí para apoyar aquél movimiento contra Chávez, que había surgido de aquella instalación en una determinada plaza de Caracas donde fuerzas opositoras políticas, sindicales y militares intentaron un golpe de Estado. 

Poco tiempo después en otra reunión internacional él me reconoció la actitud del Uruguay, de la que le había informado el Presidente Quiroga. Nosotros siempre sostuvimos, también en aquel momento, que creíamos en la democracia representativa y no en los golpes de Estado de los inventores de la tesis de la democracia participativa. 

Chávez manejó con enorme talento y gran capacidad de marketing su tesis por la libertad de los Pueblos, por la lucha contra los demonios imperialistas que se alzan en la historia, y todo ello cobró mucha fuerza al amparo de no menos de 200 millones de dólares diarios que PEDEVE.SA ingresaba a Venezuela. Con esos recursos le dio vida a La Habana, a muchos gobiernos de pequeñas islas de El Caribe, a la economía Argentina, que impedida de colocar sus títulos de deuda externa en el mercado secundario por el default, cada tanto Chávez visitaba la Argentina y auxiliaba el tesoro de ese país.

Intervino, como es natural en su actitud expansiva, políticamente, en todos los lugares que pudo. Nosotros mismos tuvimos que advertirle al gobierno de Venezuela que algunos representantes diplomáticos hacían excursiones políticas en los clubes del Frente, intervino y mal en El Salvador y peor aún en Paraguay donde el Sr. Maduro, presionó a los militares paraguayos para voltear e impedir las decisiones políticas de juicio al Presidente Lugo que con todo derecho y libertad tomó el Parlamento Paraguayo. 

Con enorme coraje, sabiéndose muy enfermo, hizo la última campaña electoral.
Enfrentó la muerte anunciada sirviendo lo que entendió eran sus ideales y sus obligaciones, y poco tiempo después de su última intervención quirúrgica como era de esperar, la enfermedad que hace tiempo sobrellevaba, pudo más que él. 

Falleció el 5 de marzo, el mismo día que Stalin, y también que Prokofiev, el gran músico ruso. 

Políticamente hablando estoy convencido que la próxima elección en Venezuela la gana el movimiento Chavista. Una enorme carga emotiva, parecida a la que vimos en la Argentina, impulsará su victoria en las urnas. Al día siguiente habrá que gobernar. 

¿Cuál es la situación de Venezuela? llegar al gobierno Chávez encontró un país que además del petróleo exportaba entre 7 y 8 mil millones de dólares de bienes. Hoy Venezuela exporta además del petróleo tan sólo 1000 millones de dólares de bienes. La economía está destruida, un país enorme, rico en tierra y recursos de todo tipo no produce siquiera sus alimentos primarios. La industria está hecha trizas. Tiene una inflación del orden del 30% anual. El cambio oficial está 6 bolívares 1 dólar y el cambio negro 23 bolívares. Un verdadero desastre. 

Esa política tan disparatada, que ni siquiera el petróleo la salva, petróleo que hoy depende mucho más de China que de EE.UU., es la política nefasta que el gobierno de Chávez sembró en su país. Es la misma que hoy vemos en la Argentina, y la que estamos asumiendo nosotros, donde el gobierno actual ha instaurado la plata dulce y la patria financiera. 

Los caminos de la libertad y del progreso en América se sustentan en el respeto al orden jurídico democrático y en una sensata política económica, con baja inflación, alta inversión y mejor educación. El Presidente Chávez no supo hacer ninguna de estas cosas. Al lado de su herencia casi mítica deja una realidad desastrosa. Como ejemplo de gobernante para estos jóvenes países que aspiran a la democracia, a la libertad y a la justicia, fue el suyo, un pésimo ejemplo. 

(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)

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