El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

martes, 14 de junio de 2011

Noventa años de Educación Secundaria en San Carlos

Por Prof. Juan Martín Sánchez (*)
La ciudad de San Carlos, esta pequeña localidad del departamento de Maldonado, donde nos toca vivir y desarrollar nuestra actividades, tiene este año 2011, año del Bicentenario, otro motivo para festejar. Su liceo, el liceo Nº1 de San Carlos “Monseñor Mariano Soler” (nombre que recuerda a un carolino que llegó a ser el primer arzobispo de Montevideo) cumple 90 años de vida
San Carlos ha sido desde siempre una localidad de gran vitalidad dentro del departamento de Maldonado. Fue fundada en 1763 por Pedro de Ceballos (quien luego sería virrey del Río de la Plata) como punto de avanzada contra el expansionismo portugués en la Banda Oriental y para servir en la defensa de la ciudad de Maldonado.
Desde sus orígenes mismos, esta ciudad ha tenido una fuerte impronta localista, y una relación de rivalidad con su vecina, la capital departamental. Esta impronta localista ha generado desde siempre un deseo autonomista que ha permitido a la sociedad carolina obtener logros importantes, podemos citar como ejemplo: el haber sido durante años una de las tres ciudades del interior que tuvo una junta local electiva, antes de la existencia de las alcaldías electivas. Como veremos, también la creación del primer liceo de la ciudad será fruto de ese sentimiento localista y autonomista propio de la identidad carolina.
Como han estudiado los profesores Alfredo Traversoni y Diosma Piotti, la educación secundaria en nuestro país recién se desarrolló a partir de la época Batllista. Antes, tan solo existían centros de enseñanza secundaria oficiales en la capital del país y algunos emprendimientos privados dispersos por el interior. En el período del Primer Batllismo (1903-1933) se desarrollaron varias iniciativas tendientes a extender la Educación Media a amplias capas de la sociedad:
I) La educación media adquirió carácter nacional con la aprobación de la ley de creación de los liceos departamentales en 1912.
II) Se garantizó el acceso al sistema mediante la supresión del pago de matrículas y el derecho de examen. Ya que si bien la gratuidad había sido propuesta por José Pedro Varela como uno de los rasgos de su “Reforma” educativa, la misma en realidad no abarcaba la enseñanza secundaria, sino solamente la Primaria.
III) Para garantizar el acceso de las mujeres al preparatorio (lo que hoy llamamos bachillerato) se creó la Sección Femenina. Esta medida aparentemente segregacionista, fue tomada debido a que la sociedad uruguaya del Novecientos asignaba todavía a la mujer un papel subordinado al hombre, y no era para nada infrecuente que los padres se negaran a que sus hijas fuesen a estudiar a liceos mixtos.
Por su parte el Prof. Germán Rama, explica los objetivos que perseguía la expansión de la Educación Secundaria en aquellos años: “El objetivo del legislador fue crear un sector social educado desde el que surgieran los futuros maestros, los administradores públicos y privados, los universitarios. El desarrollo temprano de la enseñanza media estuvo ligado con la formación de las clases medias y con la constitución de una sociedad moderna y democrática; por tanto, en un país que había iniciado la escolarización primaria universal en 1875, se utilizó la educación media como instrumento de transformación social”. Así, siguiendo la lógica de Rama, la difusión de la enseñanza secundaria por el país, contribuyó sobremanera a la consolidación de la “Sociedad hiperintegrada” de las clases medias, que están detrás del éxito del Uruguay liberal durante el pasado siglo. Proceso además indispensable en la democratización que el país vive por esos años, que le permitirán dejar atrás los tormentosos años de siglo XIX y las luchas internas.
En ese contexto, producto de la ley de creación de los liceos departamentales, que se crea el Liceo de Maldonado, que es inaugurado en 1913, aunque no se encontraba ubicado en el mismo lugar en el que hoy se ubica el liceo departamental, éste es una continuación histórica de aquella primigenia institución. San Carlos, por no ser capital departamental, fue excluida de tener su propio liceo en esos años, lo que motivó que la sociedad civil carolina comenzase a trabajar con el fin de conseguir para su ciudad la construcción de un centro de estudios secundario.
Al no existir un liceo en San Carlos, los jóvenes de la ciudad debían realizar sus estudios secundarios en la ciudad de Maldonado, lo que traía aparejada una serie de complicaciones, que comenzaban con la propia locomoción, ya que a pesar de que ambas localidades se encuentran relativamente cerca, en esos tiempo las vías de comunicación aún no estaban tan desarrolladas como hoy. A propósito de estas dificultades, la profesora Beatriz de Souza (de cuya investigación nos hemos nutrido para escribir estas líneas) apunta lo siguiente: “… Carlos Anfusso, diputado carolino, que estudiaba en Maldonado, pese a lo difícil y costoso que era para la juventud de San Carlos trasladarse hasta allí. No había caminos trazados y la arena voladora llegaba hasta la plaza de Maldonado. El medio de locomoción utilizado era la diligencia, conducida por el mayoral Tassano, que acostumbraba llevar pasajeros tres veces por semana; cuando eran muchos, estos debían ir sentados en el pescante”.
Las dificultades aludidas alimentaron el deseo de la sociedad carolina de tener su propio centro de estudios, y de esa forma la sociedad civil comenzó a organizarse con el objetivo de lograr su cometido. Así, el 31 de mayo de 1921 se inauguró lo que sería el “Colegio Carolino”, primera denominación que recibiría el liceo de San Carlos, que en sus orígenes se ubicaba en la Biblioteca del Consejo Auxiliar y que recorrió varios locales hasta llegar a tener su lugar definitivo, el que fue construido en 1948. En sus orígenes, el Colegio Carolino contó con 22 alumnos y funcionó administrado por una comisión honoraria. Su primer director fue el Dr. Nuble González Olaza, y en esos momentos, además de ser honoraria la directiva, también lo eran los docentes, que aportaron de forma gratuita su trabajo y dedicación a la tarea.
Los recursos para el funcionamiento del “Colegio Carolino”, que aún no era un liceo público ni oficial provenían del aporte de la sociedad civil. Así el Dr. José Frade (en su trabajo sobre el liceo) dice lo siguiente: “El presupuesto del Colegio de Enseñanza Secundaria” se cubría con el aporte-mediante subscripción-del vecindario, más una subvención municipal de cincuenta pesos los dos primeros años, cien los dos subsiguientes y doscientos cincuenta durante los dos últimos años de su existencia como instituto privado popular”.
El “Colegio Carolino” fue habilitado y oficializado en 1928, pasando a ser un liceo de enseñanza secundaria del Estado, y no una institución privada, aunque como señala el Dr. Frade, el porte de mucho de su material, como ser biblioteca, laboratorios, piano, etc., fue conseguido por el aporte de la sociedad civil, que mantuvo su importante papel en la promoción de la educación en la ciudad.
Desde 1948, y sobre todo desde 1950, año en que se inician los cursos de preparatorio, sus logros y su importancia para la sociedad carolina, además de ser un referente y centro cultural en la localidad, el liceo de San Carlos recibió en su seno a estudiantes que provenían de diversas zonas del departamento de Maldonado, entre ellas: las zonas rurales aledañas, los balnearios, Garzón, Pan de Azúcar, Piriápolis. No debe olvidarse que nuestro querido liceo que dispone hoy de tres turnos y es sin dudas el centro de enseñanza más importante de la ciudad, destacado por el nivel de su biblioteca, por la cantidad de egresados que durante décadas ha ido acumulando; por el plantel docente que integra su grupo de trabajo, y en especial aquellos docentes que durante muchos años han contribuido a que el liceo Nº de San Carlos sea una institución de destacada actuación en el plano local y departamental.
No queríamos dejar pasar por alto estas fechas sin mencionar que el liceo de San Carlos cumple sus primeros 90 años de vida. Es por eso que en esta pequeña nota, perseguimos el objetivo de recordar y revalorar el peso que ha tenido en la vida de muchos, y de nuestra comunidad este querido centro de estudios al que tanto le debemos. Por ello, ¡felices 90 años! Y por muchos más.
Hasta la próxima…
(*) Profesor de Historia.

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