El
líder colorado Pedro Bordaberry (Vamos Uruguay) dijo que el gobierno debe
encarar un urgente control de las empresas públicas, ya que ANTEL fue la única
que exhibió números positivos durante 2012, y consideró que se deben lograr
mejores resultados en políticas sociales sin “tocar el gasto” en esa área y en
educación. Además, sostuvo que el gobierno realizó una “maniobra” para tener
una “inflación artificiosa. Y dijo que eso pone en duda la “transparencia” de
la gestión económica del Frente Amplio.
¿Quedó
satisfecho con las explicaciones que dio en la interpelación el ministro
Fernando Lorenzo sobre el control de las inversiones de las empresas públicas?
Creo que el ministro no entendió ni la
pregunta ni la intención de esta. Lo que hice fue repetir lo que el
vicepresidente de la República, Danilo Astori, había pedido pocos días antes en
un reportaje: el reclamo de que el Poder Ejecutivo recupere la capacidad de
observar el gasto en las empresas públicas. La respuesta del ministro fue en
sentido contrario al reclamo del vicepresidente. Es más, presentamos una moción
expresa solicitando ese control y el Frente Amplio no la votó. Según el
ministro, lo único que hace el ministerio es aprobar el gasto “sin analizar si
el ente tiene la capacidad de enfrentarlo”. Creo que se perdió la oportunidad
de avanzar en un control que es necesario y en el que lo queríamos ayudar.
El
gobierno argumentó que la competitividad es mucho más que el tipo de cambio, y
el sector exportador también lo entiende de esa forma. Además las exportaciones
se mantienen en crecimiento prácticamente hacia todos los destinos. ¿Qué
opinión le merece?
Eso lo argumentó el gobierno y nosotros
también, puesto que presentamos los indicadores del propio Banco Central del
Uruguay (BCU), que ha citado el propio diario El Observador en estas últimas
semanas. De ellos surge que perdimos competitividad con todos los socios
comerciales en los últimos seis meses. En febrero solo recuperamos con Brasil
un poco, pero seguimos 18 puntos por debajo de la media histórica. Las
exportaciones crecen en aquellos destinos donde los precios de destino
aumentaron, principalmente en commodities. Los sectores que no se vieron
favorecidos por esos aumentos enfrentan o enfrentarán problemas, según
reconoció el ministro Kreimerman al expresar la preocupación sobre el tema.
Evidentemente debe haber una descoordinación entre Industria y Economía sobre
este tema.
¿Qué
gastos estima que debería recortar el gobierno para bajar el déficit?
Debe encarar un mayor control de las
empresas públicas. La única que exhibió el año pasado números positivos fue
ANTEL. UTE, ANCAP, OSE, AFE (pese a un subsidio de US$ 20 millones) tuvieron un
déficit enorme. La única que tiene una justificación es UTE por el sobrecosto
de generación por el déficit hídrico. Tenemos un punto o más del producto de
déficit, unos US$ 720 millones, por la política del BCU de emitir letras de
regulación monetaria en UI por las que paga una tasa muy alta y colocarse en
dólares, por los que no recibe casi tasa. Ahí hay tela para cortar. Hay un
aumento muy grande de funcionarios públicos, cargos de confianza, más de 35 mil
en lo que va del gobierno del Frente Amplio. No se debe tocar el gasto social,
ni el gasto en educación, pero sí lograr mejores resultados en esas áreas.
Lorenzo
dijo que este es el primer gobierno que fue capaz de gestar márgenes de
maniobra para asegurar la sustentabilidad de las políticas a largo plazo. ¿Qué
opina al respecto?
Que esa sustentabilidad se ha
fragilizado en los últimos tiempos a partir de un déficit fiscal casi tres
veces más grande que el previsto por el gobierno en la ley de Presupuesto. Son
casi US$ 900 millones de más en el 2012. Además, con la inflación
sistemáticamente por encima del rango meta del 4% a 6%, el atraso cambiario y
el déficit comercial. Por ello solicitamos la interpelación. Para volver a
recuperar esa sustentabilidad que tanto trabajo nos costó a todos los
uruguayos.
También
argumentó que el gobierno ha sido transparente con las cifras, “a diferencia de
los gobiernos pasados”.
Lamento que el ministro no aceptara lo
que le planteamos de entrada en la interpelación: no ingresar en ese torneo de
vanidades en que a veces entramos los políticos. La humildad siempre es buena
compañera de ruta. Sobre su transparencia, ella se contesta sola analizando la
maniobra de diciembre para tener una inflación artificiosa ese mes, o cuando se
dice que los juicios del viejo banco Comercial originaron un déficit de US$ 120
millones cuando en realidad ingresaron US$ 155 millones y por ende hubo una
ganancia de US$ 35 millones. También con la declaración de confidencialidad de
toda la documentación de Pluna o de secreto del contrato de Montes del Plata.
El
gobierno argumenta que el gasto público tiene una incidencia acotada en la
inflación y que los incrementos salariales se moderaron en la última ronda.
¿Está de acuerdo con esas afirmaciones?
Creo que el gasto público es uno de los
que tiene incidencia, no el único. No se le debe adjudicar toda la
responsabilidad, pero tampoco se puede ignorarlo. Habría que pedirle al
gobierno que aclare bien el concepto de moderación de los incrementos. Creo que
hay que vincularlo más a los aumentos por encima de la productividad.
¿Cómo
evalúa el rol del Ministerio de Economía y del Banco Central en el control de
la suba de precios?
El Ministerio de Economía no ha hecho
casi nada para atacar el problema de fondo. Actúa más sobre los índices que
sobre las causas como cuando hizo el acuerdo con UTE y los supermercados en
diciembre. No logró nada, salvo trasladar esos aumentos a enero y febrero y
realizar un ajuste fiscal encubierto al ampliar artificiosamente la base de
recaudación del IRP. El Banco Central solo no puede enfrentar los problemas
porque sufre una crisis disociativa de la personalidad: lunes y miércoles se
ocupa de la inflación. Martes, jueves y viernes se ocupa de que el dólar no
baje por las medidas que toma contra la inflación.
Usted
fue ministro de Turismo en un momento en que la dependencia de la llegada de
argentinos era mayor. ¿Considera un logro de los últimos dos gobiernos que se
haya alcanzado una diversificación del origen de los visitantes, y que los
ingresos se mantengan crecientes aun con cuestiones cambiarias de fondo?
Creo que esa estrategia de lograr una
diversificación de mercados iniciada hace 12 años cuando se encararon
estrategias con los cruceros, trabajos en EEUU, Europa, Chile y más
intensamente en el sur de Brasil, sin olvidarnos de Argentina y Paraguay, más la
ampliación de los productos turísticos para terminar con la estacionalidad, se
ha seguido en este y el anterior gobierno, lo que es muy bueno. Lamentablemente
en esta temporada de verano los ingresos no se mantuvieron crecientes, pero sí
en los anteriores. El descenso en la cantidad de turistas y en la calidad del
gasto se dio pese al excelente trabajo que hizo el Ministerio de Turismo. La
diferencia cambiaria en esta actividad es donde más rápido se siente. A eso se
sumó que se afectaron otros elementos como la seguridad y el aumento del precio
de los pasajes fluviales y aéreos. Pero hay que mirar la parte positiva: pudo
haber sido mucho peor y el trabajo del Ministerio de Turismo tuvo mucho que
ver. Ahora hay que pensar en el futuro porque lo que está sucediendo en
Argentina va a ser todavía peor para nosotros lo que nos afectará de dos
formas: gastarán menos aquí y más clientes de Uruguay dejarán de serlo para ir
a Argentina.
Fuente: El Observador
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