La puerta está abierta.
Por fin. La puerta de la renovación se ha abierto en
el coloradismo. Aquella promesa de Pedro Bordaberry que si no lograba abrirla,
al menos la dejaría con unos cuantos tornillos flojos, se cumple. Y se siente
correr un aire nuevo.
Es así que en
los últimos meses y asimismo por estos días, diversos resultados dan cuenta de
una vigorosa decisión de incidir en la realidad política, hacia adentro y hacia
el exterior partidario. Ello sólo es posible por la mediación de una actitud,
una voluntad, una decisión de hacer las cosas de otra manera, de cambiar, de
innovar. De renovar.
Observar la
apertura de la última Convención, ya representa una demostración contundente. Martha
Montaner reivindicó en un discurso aclamado de pie, el valor del republicanismo
en el protoplasma de este país. Ella es quien ocupa la máxima responsabilidad
partidaria, la secretaría general. Sí, una mujer que no necesitó de “cuota”
para acceder a esa función, sino de ganas de cambiar las cosas por parte de sus
correligionarios.
Una Convención
que, además, en menos de setenta y dos horas y ante la instancia de un joven
salteño que lo planteó desde el Twitter, se reunió con centenares de
integrantes y adherentes de todo el país. Y le recordó a la fuerza gobernante
que los huesos de Montesquieu yacen en una iglesia de Paris, pero que su
espíritu, el de las leyes, el de la separación de poderes, late, vive, en cada
alma liberal, republicana, uruguaya. Un llamado de atención para que quienes
anhelan un derrumbe del sistema democrático se desconecten de esas malditas
ilusiones de fuerzas armadas partidarias, de juicios a jueces, o de leyes de
prensa. Y para que aquellos que aún sin soñar así, se tomaron sin embargo un
par de días para proclamarse por una justicia independiente, esto es, quienes especularon,
dudaron, calcularon…, queden delatados, reflejados, en ese espejo contra el que
la historia nos pone de bruces a rendir cuentas democráticas y republicanas.
Los colorados
promovimos una recolección de firmas por la seguridad, que alcanzó su objetivo,
una acción inimaginable en el partido de apenas ocho ó nueve años atrás.
Centenares de miles de compatriotas sintieron que esa vía era una forma lícita
de cambiar reglas de juego hoy favorables al delito. El gobierno lo sintió y
procuró modificar algunas de sus prácticas. El Frente Amplio se dolió, que es
diferente y hoy constata que su mecanismo de apelación soberana, utilizado
durante veinte años, se cobija en cuanto a credibilidad, razón y convocatoria
en otras tiendas. Cada renuncia del coloradismo, años atrás, a prácticas de
esta naturaleza, le sumía en un proceso vicioso frente a la soberanía,
alejándole cada vez más de la gente. Y en tanto el FA, por su parte, las
multiplicaba, la gente le devolvía con crecientes apoyos electorales aquella
apuesta. Un proceso virtuoso que hoy ve un enroque y por tanto a cada uno de
sus protagonistas en la posición histórica del otro. ¿Qué ha cambiado en el
escenario uruguayo? Los tornillos se
aflojaron, la puerta se abrió, la renovación. La renovación está presente en el
sentimiento y en el accionar colorado.
Un Congreso
ideológico complementó el año pasado el accionar político. Acción, sí. Y
pensamiento, por supuesto. La renuncia a varios cargos gubernamentales de parte
de los representantes de Vamos Uruguay, le hizo entender al presidente y su
esposa que deberán conversar algo más antes de arrancar de mañana a hablar de
todo lo que se les cruza por el camino y por la cabeza. La denuncia del senador
Amorín sobre la incompleta ciudadanía del ministro comunista Venegas, terminó
con la gestión de éste. Algo que no logró ninguna de las reiteradas
interpelaciones desde el reinicio democrático, se produjo por una oportuna y
lúcida investigación y denuncia de otro colorado de la nueva generación.
Más señales de
este virtuoso proceso renovador se han manifestado cuando, días atrás,
resultados de una encuesta de fidedigna fuente, revelan que los dos intendentes
con mejor evaluación promedial son los colorados Germán Coutinho y Marne
Osorio.
Es también un
colorado la única noticia renovadora a nivel del Parlamento, cuya Cámara de
Representantes ha elegido como nuevo presidente a Germán Cardoso, un joven
legislador de Maldonado quien además de proponer años atrás la creación de la
alcaldía de Punta del Este, fue ideólogo de la exitosa recolección de firmas
para modificar las normas sobre imputabilidad en ciertos delitos.
No cambiar su
adentro, llevó al Partido Colorado a que la gente no creyera que pudiera
cambiar el afuera. Y por ello le alejó del gobierno años atrás.
Hoy existen
claras evidencias de un cambio interior y esa circunstancia repercute en toda
la política nacional. Lo que por años se fue profundizando como un proceso
vicioso, perverso, hoy muta y se vuelve virtuoso.
Todo a su
tiempo. Paciencia. Persistencia. Esas invariables claves de la política.
(*) Secretario General del Movimiento ARRIBA
CORAZONES (Partido Colorado - Vamos Uruguay)
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