A
través de diversos medios de prensa del departamento el subdirector de Recursos
Humanos de la Intendencia de Maldonado Enrique González, el director de Auditoría Interna y Control de
Gestión Alfredo Lara y el encargado del centro de cómputos Nelson Cardozo
intentaron explicar la situación que relaté en mi último artículo publicado en
el Semanario Reconquista, titulado “La gestión del Frente Amplio en Maldonado”.
En el mismo, había detallado lo mal que este gobierno departamental administra los recursos poniendo, a modo de
ejemplo, sus desventuras en el tan promocionado “expediente electrónico” y el
proceso de informatización de la gestión municipal en general. Relaté, además,
la manera en que se perdió el trabajo que realizaron una cantidad de
funcionarios, que durante más de tres años estuvieron escaneando las partidas
del Registro Civil para digitalizarlas, por una falta de precaución tan
elemental como no haber hecho un simple respaldo.
En este segundo artículo
analizaré las explicaciones de los jerarcas que, lejos de aclarar, oscurecen el
panorama.
SIN RESPALDO
En sus comentarios, tanto el
subdirector de Recursos Humanos como el encargado del Centro de Cómputos de la
Intendencia admiten que los hechos relatados con respecto a la digitalización
de los documentos del Registro Civil son ciertos. Faltaba más.
El primero aduce que se debió a
un “accidente insólito”, difícil de explicar. El segundo ensaya una larga y
entreverada explicación de “una fatalidad” (como él dice) que, en los hechos,
confirma la falta de prevención en el manejo de archivos que costaron miles de
dólares en ser creados. Repito: porque no se hizo algo tan simple como un
respaldo.
Dice el encargado del Centro de Cómputos al diario
Correo de Punta del Este que “hay una
caja de discos en donde está almacenada toda la información de la Intendencia.
Hay 12 o 13 discos. En vez de tener cada disco en cada máquina se tiene una
caja de discos con cierta tolerancia a los fallos, que es más eficiente y
teóricamente más seguro. Está todo ahí; si se rompe algo está todo ahí”,
indicó. El técnico dijo que ese sistema de almacenamiento es capaz de funcionar
aun si se rompe uno de los discos. En cambio, no soporta dos discos rotos. “A
mitad del año pasado, un domingo de tarde se rompió uno de los discos. La
máquina tiene un sistema de respaldo que en ese caso intenta levantar la
información a otro disco. Intentó hacer eso y cuando estaba en ese proceso
falló un segundo disco. Toda la información que había ahí quedó inaccesible, no
se pudo leer más”.
Veamos: el jerarca hace referencia a un sistema de
almacenamiento que usa múltiples discos duros conocido como RAID (Redundant Array of Independent Disks). En buen
criollo, la sigla significa “conjunto redundante de discos independientes” y lo
que hace este sistema es combinarlos en una sola unidad lógica. Así, en lugar
de ver varios discos duros diferentes, todo el sistema operativo de la
Intendencia basado en el Lotus Domino, cosa que aclaro porque - aunque usted no
lo crea - el encargado del centro de cómputos no lo sabe, porque afirmó que no
se usó para digitalizar el Registro Civil (ver http://correodepuntadeleste.com/locales/la-idm-no-uso-el-lotus-domino-para-digitalizar-el-registro-civil/),
ve uno sólo. Lo que hace el RAID es crear una copia exacta (o espejo) de un
conjunto de datos en dos o más discos. La Intendencia lo hizo sólo en dos pudiendo
haberlo hecho en más para prevenir la “fatalidad estadísticamente imposible” (según
él) que fallaran dos discos del sistema casi al mismo tiempo. Cosa que pasó. He
ahí el primer error. Pero sigamos el razonamiento; pregunto: ¿cuál es la forma
más elemental y segura? Respondo: algo tan simple como cualquier dispositivo de
almacenamiento de datos, en este caso imágenes livianas de partidas escaneadas
como bien dice el encargado, que bien podían haber sido guardadas en CD, DVD o
simples pendrives, a costos insignificantes. Ni aunque un rayo hubiera partido
a la intendencia en dos partes y se hubieran prendido fuego todos sus discos
duros se hubieran perdido los miles de dólares gastados en recursos humanos y
técnicos durante más de tres años. Esto es negligencia, que se podía haber
previsto a un costo de unos pocos pesos, lo que salen algunos CDs. Elemental.
Por su parte, las declaraciones realizadas a FM
Gente por el director de Auditoría Interna y Control de Gestión Alfredo Lara
(ver http://www.fmgente.com.uy/noticias/intendencia-rechazo-denuncias-sobre-informatizacion-20765.html)
merecen, por lo que dice y por lo que no dice, un párrafo aparte. El jerarca admite
el mal funcionamiento del sistema informático de la Intendencia de Maldonado, reconoce
su lentitud, habla de los procesos de licitación de compra del software
reconociendo que la IDM optó por el más caro y admite también la necesidad de
que intervenga la UDELAR y una comisión asesora para detectar y corregir las
fallas del sistema. En resumen:
- Dice que fue licitado por la
Intendencia en 2008 y “está funcionando, brindando el servicio que la población
requiere, en algunos casos con dificultades y en otros no”.
- Dijo también “Que yo recuerde, por esta
licitación, que se ajustó a derecho, no hubo ningún planteo”.
- Explicó que se eligió la oferta más
cara porque “el precio es un factor importante pero no el único a considerar”.
- Informó que se hizo un relevamiento de
la situación informática con técnicos de la UDELAR
- Sostuvo que el equipo que ahora asesora
a la comuna “de los más importantes que se pueden tener en Uruguay” detectó “problemas de lentitud en las redes”
- Remató afirmando que la Intendencia
cuenta con un presupuesto “histórico” para el rubro de Informática.
El director de Auditoría Interna y Control de
Gestión no recuerda ningún planteo acerca de la licitación porque no lo hubo. Tiene
razón. Pero nunca es tarde. El Tribunal de Cuentas bien podría expedirse acerca
de algunas cuestiones; por ejemplo, si es formalmente correcto y acorde a las
normas del TOCAF un llamado a Licitación Abreviada para la compra de este
software, que poco tiempo después mereció una ampliación de compra. Sospecho
que debió hacerse un llamado a Licitación Pública por el monto final. Tampoco
es tarde para preguntar porqué no se optó por la oferta menos cara o cuales
fueron los otros factores que dice el funcionario que se tuvieron en cuenta.
Pasa que si bien es cierto que los procesos de
licitación tienen como objetivo la comparación de ofertas, algunas veces
ciertos requisitos excluyentes “orientan” la decisión final. Si la Intendencia dice
que quiere comprar determinado software para instaurar el expediente
electrónico; y dice que tiene que ser de IBM; y luego compra un sistema que
utilizará el programa IgDOC desarrollado por la empresa ISA Ltda., que funciona
sobre la base del Lotus Domino de IBM; i requiere que el proveedor del mismo
debe tener experiencia previa en otros organismos públicos y específicamente en
otras intendencias como lo hizo la propia ISA Ltda. en las intendencias
frenteamplistas de Florida y Canelones cuando, además, entre el primer llamado
a licitación abreviada y la ampliación de compra realizada meses después era
incesante el viaje de funcionarios de la Intendencia de Maldonado a Florida
para capacitarse, las preguntas caben, ¿no?. Reitero, nunca es tarde. Discúlpeme
Lara.
Lo otro: la UDELAR realizó entre los años 2009 y
2010 una auditoría, solicitada por la dirección de Comunicaciones de la
Intendencia de Maldonado, a raíz de un encuentro de opiniones entre esa
dirección y el Centro de Cómputos porque se habían dejado de utilizar los
servidores propios creados en forma casi amateur. El conflicto radicaba en la decisión
de utilizar otros servidores externos que según el Centro de Cómputos
enlentecían el sistema. La UDELAR realizó una auditoría que determinó, con
datos estadísticos, que la utilización de los nuevos servidores no tenía
ninguna incidencia en la velocidad de los procesos. El problema no estaba ahí;
pero además la academia desnudó las miserias de la informática municipal. Habría
que sacar ese informe del cajón. Igualmente:
¿Es de recibo exhibir como una fortaleza que además
de gastar lo que se gasta en el famoso expediente electrónico y de tener su
área informática con cuadros de su plantilla de funcionarios, se deba pagar una
auditoría de la UDELAR para resolver estos asuntos y se deba crear una comisión
asesora integrada por ingenieros y expertos como afirma haber contratado el
director de Control y Gestión, con el costo que esto supone?
¿Puede exhibirse como mérito “un presupuesto
histórico para la informática” con estos resultados?
Al parecer queda mucha tela por cortar.
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