Por
Carlos Flores
La
Intendencia de Maldonado sigue de fiesta. En su segundo período de gobierno, el
intendente frenteamplista Oscar De los Santos no para de festejar. Con el
dinero de los contribuyentes, claro.
El presupuesto
(des) comunal votado al inicio de su segundo mandato, ni más ni menos que 1.050
millones de dólares, no alcanza para financiar el reparto de cargos,
contrataciones y alimentación de ese enorme aparato político en que se ha
transformado la comuna. No hay obras, no existe inversión. Y como no alcanza,
la Intendencia, además de vender propiedades se endeuda.
Transcribo las
palabras del Sr. Intendente al cumplirse los dos primeros años de gestión de su
primer mandato, en su segundo balance anual del año 2007. En referencia a la
gestión de los gobiernos departamentales del Partido Nacional que lo
precedieron, se preguntaba con cara de indignación: “- ¿Es casualidad, o es
falta de transparencia, que durante cuatro períodos de gobierno haya aumentado
sistemáticamente el déficit fiscal habiendo llegado a 29 millones de dólares en
el gobierno anterior?” (Sic)
Entonces De los
Santos no lo sabía pero seguramente ahora lo sabe. Durante su mandato, según la
última Rendición de Cuentas remitida a la Junta Departamental en junio de 2012,
el déficit acumulado el año anterior
había pasado de 29 a
47 millones de dólares. Le pregunto a De los Santos: ¿Y? ¿Era casualidad o
falta de transparencia?
Las previsiones
suponen que en este año el déficit municipal llegará a ser el doble que era
cuando los nacionalistas gobernaron. Se prevé que al finalizar su mandato De
los Santos dejará como herencia una intendencia con un déficit acumulado que
superará los 67 millones de dólares, que es lo que gasta la comuna solamente en
el pago de salarios. Es decir que si el próximo gobierno departamental paga sus
deudas, en el primer año no podrá pagar los sueldos de los funcionarios.
Del desglose de
esa última rendición de cuentas surge que la Intendencia de Maldonado destinó,
en el año 2011, el 82 % de su presupuesto al pago de los mismos y en gastos de
funcionamiento. Fueron 123 millones de dólares que gastó De Los Santos en
alimentar “su” aparato. Habrá que ver cuánto se viene gastando en los años
siguientes. Seguramente será más, habida cuenta de nuevas contrataciones y más
cargos de confianza que se siguen nombrando.
Si a los 29
millones de dólares de déficit que dejaron los gobiernos nacionalistas, en el
período de gobierno que tuvo que atravesar la peor crisis económica y
financiera que vivió el Uruguay en su historia, se le decía “herencia maldita”,
a este fenomenal déficit que dejará el Frente Amplio en el período de mayor
bonanza económica que vivió el país en décadas, ¿cómo se le llamará?
Lo del título.
No hay comentarios:
Publicar un comentario