Días
pasados, en tono furibundo, el Sr. Read le dijo de todo al gobierno: burros y
otras lindezas; esos fueron los calificativos con los que los definió. ¿De qué
se quejaba? De que el gobierno, a su juicio, no había intervenido oportunamente
en el tema salarios e inflación y recién aparecía cuando ya se habían firmado
los convenios. El Sr. Read, en buen romance, estaba diciendo: si quieren
contener la inflación no es ocuparse a último momento de nuestro arreglo con la
patronal, sino hacer una política global que evite tener una inflación tan
alta.
El Uruguay, después de Venezuela y Argentina, es el
país con más alta inflación en América, y por lo tanto uno de los países con
más alta inflación en el mundo. Chile, por ejemplo, cuya conducción económica
se ha mantenido estable en los últimos cinco gobiernos, tiene mucho menos
inflación que nosotros, mucho más y mejor tratamiento fiscal que nosotros,
mucho más y mejor inserción en los mercados del mundo que nosotros. Todo eso le
permite a Chile tener siempre mejores perspectivas que el Uruguay, viviendo
ambos en el mismo planeta, con la misma realidad económica y con los mismos
precios altos de las materias primas, el cobre en Chile, la soja, la leche y la
carne en el Uruguay.
Quiere decir que la inflación no está motivada por
los altos precios que paga el mercado por las materias primas, sino por la
conducta fiscal del gobierno.
El gobierno, en lugar de aprovechar esta formidable
bonanza económica desde el 2004 hasta ahora, siempre tuvo déficit fiscal.
Siempre tuvo que pedir plata prestada, por la que paga un interés mayor que el
que pagan los bancos a los depositantes, por eso es que las Afap y los bancos
venden dólares y le colocan pesos al gobierno. Baja el dólar y el gobierno sale
con pesos a comprar dólares para que este no se desplome más de lo que está,
como consecuencia al inyectar más pesos en la plaza vuelve a darle aire a la
inflación.
Esta política, salarios, déficit fiscal y el
consiguiente endeudamiento le han hecho perder al país el control de su proceso
inflacionario. El gobierno ha tenido que llegar al extremo de hacer lo mismo
que el Sr. Moreno en el gobierno Argentino, pedirle a los supermercados que
rebajen el 10% de los precios hasta el 31 de diciembre. Esta es la historia de
la inflación anunciada para el año próximo.
Todo este descontrol le ha quitado todo margen al
gobierno y por lo tanto el año que viene o las autoridades monetarias tomas las
medidas a tiempo o vamos a dejar atrás el 10%.
Bien dijo el Sr. Read para gobernar no alcanza con
ser izquierdista. Agrego yo, además, hay que saber un poco.
(*) Abogado. Ex Presidente de la República
(2000-2005)
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