-La interpelación del pasado viernes al
canciller Luis Almagro terminó como todas las anteriores, sin consecuencias.
Casi todos los ministros han sido interpelados, ¿no abusa la oposición de este
mecanismo y lo desgasta?
-Las
interpelaciones sirven para remover al ministro si las respuestas no son
satisfactorias, lo que sabemos de antemano que no va a suceder porque el
gobierno tiene las mayorías. Pero sirven además para esclarecer los hechos y
determinar responsabilidades. Cada vez que vino un ministro surgieron hechos
importantes. Si por Pluna el senador Moreira no hubiera interpelado a Lorenzo y
Pintado, ¿habría sido lo mismo? Si Calloia no hubiera venido, ¿habría sido lo
mismo? Creo que no. La interpelación sirve para controlar y logra que muchas
cosas se sepan y se aclaren.
-La falta de acuerdo y continua disputa entre
gobierno y oposición parece dejar en punto muerto una serie de políticas que
son importantes para la ciudadanía. ¿Por qué parece cada vez más difícil
acordar políticas de Estado?
-Acuerdos
hubo a nivel institucional con la designación del Fiscal de Corte, miembros del
Tribunal de lo Contencioso Administrativo, Suprema Corte de Justicia, Corte
Electoral, Tribunal de Cuentas. Se necesitaban mayorías especiales y logramos
acuerdos muy importantes porque hacen a lo institucional.
-¿Por qué esa capacidad de acuerdo no se
aplica a temas como vivienda, educación, seguridad, etc.?
-Porque
en esas áreas prima la ideología sobre el pragmatismo. Eso es claro. En materia
de seguridad el gobierno manda normas que endurecen las penas para los menores
infractores pero en el Parlamento no se las votan, se las cambian porque
ideológicamente no están de acuerdo. El gobierno, que está en la práctica y
sabe cómo es la cosa, envía los proyectos y nos da la razón. El gobierno sabe
que aplicando la ideología, la inseguridad nos pasa por arriba, pero acá, en el
Parlamento, prima la ideología sobre la realidad. La gente le dice al gobierno
que soltar presos no es una solución, que si un menor mata y está tres meses
recluido no es bueno. Pero los que están acá dentro del Parlamento, totalmente
ideologizados, le dicen no al gobierno. Les contamos que la Tierra gira
alrededor del Sol pero ellos creen que es el centro del universo. Lo mismo pasa
con la política exterior, le dan concesiones a Argentina porque es del mismo
signo ideológico y no defienden los intereses del Uruguay. El primer deber de
un gobierno es defender a sus nacionales. Ellos sienten que son parte de algo
internacional y esa ideología que los hace partícipes de lo que creen que es un
Frente Grande, no les permite ser firmes en la defensa de los intereses del
país. También pasa en la Educación, donde todos coincidimos en que había que
recuperar la conducción porque bajo el control de las corporaciones sindicales
no avanzábamos. Le dimos doble voto al presidente del Codicen para que
ejerciera el rol de conductor pero cuando llega la hora de hacer las cosas los
gremios frenan todo. Y en la Salud hay una mala calidad de atención en los
hospitales porque el señor Alfredo Silva (representante de los trabajadores en
Asse) incide para elegir como directores a los delegados gremiales y no a los
mejor capacitados. ¿Está claro por qué no hay acuerdos?
-Pluna ha dominado la agenda política del
último semestre. El ministro Lorenzo (Economía) dijo que se siente como un
"trofeo de caza" por los ataques de la oposición...
-Lorenzo
se puso solito en esa posición complicada. Quiere echarle la culpa a la
oposición de sus errores. Lo está indagando la Justicia Penal, entonces, cuando
dice eso, ¿habla de la Justicia o de la oposición? Si hiciera un poco de
autocrítica concluiría que no procedió bien. Tiene mucho para aclarar de su
vínculo con López Mena, su conocimiento de Cosmo, el tema del aval, sus
reuniones previas y posteriores al remate. Mandó una ley en la que el Estado
pasó del último al primer lugar entre los acreedores, fue un mini-default.
Dijeron que cerraban la aerolínea por los juicios en Brasil contra Pluna S.A. y
no era así porque Pluna S.A. estaba a cubierto de esas contingencias. Tienen
mucho para aclarar. Cuando interviene la Justicia tenemos que callarnos la boca
y no cuestionar.
-Usted también se reunió con López Mena.
-Nunca
voy solo a una reunión de ese tipo. Fui con el senador Ope Pasquet.
-¿De qué hablaron?
-Nos
entregó su plan de negocios. No hablamos del aval porque Cosmo aún estaba en
plazo de comprar los aviones. Le pregunté por su vínculo con Hernán Calvo Sánchez
y nos dijo que era amigo de su hijo y que hacía dos años que no tenía trato con
él. Hoy no hay nadie que no tenga la convicción de que hay un vínculo muy
fuerte entre Cosmo y López Mena. Hay que explicar por qué la información fue
declarada confidencial, por qué se contrató una productora y se impidió filmar
de frente la subasta, por qué (José) Mujica dijo que el remate iba a durar
cinco minutos, ¿es adivino?
-¿Cree que Mujica sabía?
-No
tengo ninguna duda. Es obvio que Mujica sabía del aval, de Cosmo y todo lo que
pasó. No tengo pruebas, pero estoy convencido porque un presidente no es ajeno
a ese tipo de cosas. Solo falta que lo admita.
-Se acusa a la Fundación Propuesta y su
observatorio de seguridad pública de perseguir fines políticos.
-Fundapro
está integrada por técnicos pero no me voy a pelear por números, lo cierto acá
es que con Fundapro o con el Ministerio del Interior 2012 va a ser el año con
más homicidios de la historia y eso es muy fuerte. Pero no es de lo único que
hablamos y queremos instalar otros temas en la agenda del año próximo. Nos
preocupa la mala calidad de la educación donde nos quieren hacer pasar escuelas
de tiempo extendido como de tiempo completo. También la caída de la calidad en
los servicios de atención médica, tanto públicos como privados, porque la
Reforma no dio el tiempo suficiente para recibir a una enorme cantidad de
nuevos usuarios. La inflación también se puede agravar. Hay más dinero pero
todo cuesta más caro. El gobierno aumenta la tasa de interés y provoca que el
dólar baje, lo que aumenta las importaciones y el consumo, además de afectar la
competitividad. También nos preocupa que no haya respuesta en materia de
vivienda, prometieron 50.000 viviendas y ahora les llaman intervenciones, que
incluyen, por ejemplo, cambiar una puerta. En materia de políticas sociales hay
100.000 uruguayos recibiendo beneficios del Mides. Salieron de la pobreza por
la asistencia estatal, ¿hasta cuándo será así? Y no hablo de contraprestación
sino de un plan de salida definitiva de la pobreza, algo que hoy no existe.
-Vázquez es de izquierda y Larrañaga de
centro, según los politólogos. ¿Se siente el representante de la derecha?
-Ese
es un análisis cómodo. ¿Qué hay que hacer para ser de izquierda o derecha? La
derecha siempre estuvo cerca del capitalismo, de Estados Unidos, del Fondo
Monetario y el Banco Mundial. Vázquez peleó un TLC con Estados Unidos, recibió
a (George) Bush y le pidió ayuda para ir contra Argentina, algo que yo no
haría. También le pagó por adelantado al FMI y al Banco Mundial ¿Vázquez es de
derecha? ¿Ser de izquierda es estar del lado de Venezuela o Cuba? ¿Es tener
mayor sensibilidad hacia lo social? Mantener a la gente dependiendo de la
asistencia del Estado no me parece la mejor solución. Si ser de derecha es poner
el énfasis en la seguridad de la gente, entonces sí, debo serlo. Pero separar
las cosas entre izquierda y derecha es una comodidad para los analistas, parte
de una herencia porque en la Asamblea francesa los partidarios del monarca se
sentaban a la derecha y los que querían limitarlo a la izquierda. Si
estuviéramos en esa Asamblea nosotros seríamos la izquierda.
"Pensé que mi carrera política había
terminado"
- Cuando dejó el ministerio de Turismo tenía
una buena imagen pública por su gestión, ¿ya tenía resuelto iniciar una carrera
que lo llevara a competir por la candidatura a la Presidencia?
-
Cuando dejé el Ministerio de Turismo los integrantes del gabinete teníamos un
sueldo de unos $ 29.000, no me quejo, pero pensé en volver a la actividad
privada. Luego, el Partido Colorado votó muy mal, fue la peor votación en su
historia, y me ofrecieron ser candidato a la Intendencia de Montevideo. Acepté
y le dije a mi señora: "Es lo último que hago". La verdad es que me
rompí todo en esa campaña y salió muy bien. Volví a la actividad privada y
después pasaron un montón de cosas en mi vida personal que ya son conocidas
(alude al procesamiento de su padre, Juan María Bordaberry, por atentado a la
Constitución y coautoría en delitos de homicidio durante su gobierno entre 1972
y 1973). Me dediqué a recomponer mi vida profesional privada. Después del
incidente con el senador (Rafael) Michelini (*) pensé que mi carrera política
había terminado. Era legítimo que lo pensara porque esas cosas terminan con una
carrera política. En ese momento lo hice porque estaba seguro de que era lo que
había que hacer. Pero en 2007 se empezó a reunir gente para armar un grupo
nuevo. Vino a pedirme y les pedí que para empezar a conversar hicieran una
reunión con al menos 300 personas. Organizaron una en Flores y fueron 500
personas. Ahí comenzó Vamos Uruguay y nacieron las ganas de ser candidato. El
primer objetivo era reconstruir el Partido Colorado, que estaba muy maltrecho.
Se trabajó mucho y se logró. En aquel momento, tras la derrota electoral,
alguno dijo que el Partido Colorado iba a desaparecer. Muchos se achican frente
a algo así, a mí me motivó mucho.
-¿Cómo es actualmente su relación con el
senador Michelini, a quien ve todos los días?
-Correcta.
Somos senadores y tenemos que cuidar las formas. Nos cruzamos en el Senado a
diario. Buenos días, buenas tardes, como corresponde.
-¿Posibilidad de tomar un café?
-No.
Ninguno de los dos nos lo hemos planteado. Estamos en la Cámara y coincidimos y
discrepamos. Y punto.
-¿Se arrepiente de haber tenido tanta
exposición pública en defensa de su padre?
-Hice
lo que creo que correspondía. En la vida uno no puede estar midiendo los costos
personales. Entendí que debía actuar de esa manera y así fue, más aún cuando lo
que está en juego es una cosa tan humana como la relación entre un padre y un
hijo, que va mucho más allá de los temas políticos. Lo que no voy a permitir es
que todo aquello que sucedió interfiera en mi vida política.
-¿Cómo se ve enfrentando a Tabaré Vázquez?
-Va a
estar bueno (ser ríe). Este año pusimos en funcionamiento a la militancia y la
probamos en la cancha, le dimos más acceso a la mujer y a los jóvenes, pusimos
a trabajar a equipos técnicos. Hicimos la pretemporada, el año que viene
tendremos la militancia, el programa y el equipo para ganarle a Vázquez en el
2014.
(*) Se
refiere a una violenta polémica televisiva con eje en el procesamiento de su
padre en la que revela que grabó una reunión privada con Michelini sin su
consentimiento. En dicho programa cruzaron acusaciones de todo tipo).
Fuente:
El País Digital
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