Hasta el 15 de enero nos vamos de vacaciones. Es el momento
de saludarlos a todos los amigos y despedirnos por unos pocos días.
Hemos estado
conversando con todos ustedes durante el año de las cosas políticas de nuestro
país y de la región. No ha sido un año bueno. Más allá de que los precios de
los alimentos en el mundo siguen altos, lo que contribuye a tapar los errores
de la gestión financiera, el año no fue bueno.
El gobierno no ha
podido resolver ninguno de los problemas planteados. La seguridad, la
educación, la salud, las relaciones con la Argentina, todo sigue de mal en
peor. Ha sido un año, además, donde el gobierno ha perdido el control de los
precios y el Ministro de Economía ha debido apelar a los supermercados para que
contengan la inflación hasta fin de año.
En el manejo del
asunto de PLUNA el perfil ha sido espantoso. Todos enredados, terribles
contradicciones, mentiras una detrás de la otra, sin soluciones a la vista, una
demostración más que definitiva de la incapacidad de gobernar que tiene el
Frente Amplio.
El año próximo
comenzarán a alinearse las cosas en política. El Presidente Vázquez anuncia que
espera hasta mediados de año para definir su candidatura. Lo comprendo, sabe
que no puede cambiar nada, sabe que es prisionero de una estructura inmóvil que
lo condena al fracaso, y sabe que ya no hay plata para regalar. Espera, está
relojeando.
En los partidos
tradicionales las cosas empiezan a estar más claras.
Dos fuerzas políticas
ya están definidas en el Partido Colorado. Pedro Bordaberry, por un lado, y el
PROBA, que suma a los Senadores Amorín, Tabaré Viera y el Sr. Iglesias.
En el Partido Nacional
dos claros candidatos: Larrañaga y Lacalle Pou. El Partido Independiente va
mejorar. Muchos frenteamplistas piensan ya en esa opción.
El próximo año,
después de la mitad del año, los partidos tendrán que hablar claro con respecto
a lo que piensan hacer si llegan al gobierno.
El Presidente Vázquez
tendrá que decir que va a hacer con la seguridad, con la salud, con la
educación, con el Mercosur y con la indebida presión salarial,
desestabilizadora, que ejercen los sindicatos, así como el gasto insostenible
del gobierno central.
Los restantes
candidatos tendrán que dar su visión clara sobre estos mismos temas. El Uruguay
está pues, en un momento que es bisagra: o mantenemos la línea que hasta ahora
se sigue y el Uruguay sigue perdiendo calidad institucional y cultural, o
realmente enfrentamos los problemas con firmeza e inteligencia, en una palabra,
cumplimos con la regla esencial de un gobernante, resolver con acierto las
cuestiones pendientes. Hablar menos y hacer más.
El Uruguay tiene
opciones más que claras de incorporarse al mundo real, para ello es necesario
romper con el conservadurismo retrógrado en el que vive este gobierno. El
Frente Amplio es la expresión ideológica más clara del atraso y del
inmovilismo. El Uruguay merece y necesita un cambio profundo en las orientaciones
básicas de su gobierno. Este es el tema central del próximo acto eleccionario,
sobre él los partidos y sus candidatos tendrán que hablar claro.
Felices Fiestas y
feliz año.
(*) Abogado. Ex
Presidente de la República (2000-2005)
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