¿Quién
no se emocionó el Martes pasado cuando Cavani metió ese frentazo que terminó en
el arco de la Colombes?
¿Quién no sintió orgullo cuando
Giménez, esa mezcla de niño grande con caudillo que lucía la camiseta número 2,
quitaba, trancaba y ordenaba?
Al día siguiente del Partido por la
Eliminatoria todos nos sentimos alegres, ilusionados y más uruguayos que nunca.
Ese lugar en la clasificación a la Copa
del Mundo que se jugará, nada más y nada menos, que en Brasil nos une a
todos.
Pero hay otra clasificación que estamos
perdiendo. Una Copa que es la más importante de todas. Esa en la que deberíamos
estar siendo más competitivos, exhibiendo más garra y exigiendo mejores
resultados.
Es el Partido de la Educación.
El QS Top Universities acaba de
publicar el ranking de las Universidades del mundo. A ese Mundial no estamos
clasificando. Es más, estamos muy pero muy lejos de hacerlo.
En las eliminatorias sudamericanas
sólo estamos por delante de Paraguay y Bolivia.
Brasil está primero con su Universidad
de San Pablo. Después viene Chile con su Universidad Católica. Universidad
esta, la chilena, que esta segunda en Sudamérica pero 166 en el mundo. Tercera
esta Argentina con la Universidad de Buenos Aires. El cuarto lugar de
clasificación directa lo tiene Colombia (Universidad de los Antes).
Al repechaje irá Perú con la Pontifica
Universidad de Lima.
En el ranking Mundial el primer lugar
lo tiene MIT, de Massachusetts, Estados Unidos, con 100 puntos.
Nuestra Universidad de la República se
encuentra muy, pero muy lejos del campeón.
Tenemos que hacerlo mejor. Debemos
hacerlo mejor.
Algo igual de grave está sucediendo en
nuestra Educación Media.
Hay países como los escandinavos, los
suizos, los alemanes, los holandeses y los coreanos, donde egresan de la
Educación Media entre el 80 y el 92%.
En nuestro país egresa menos del 40% de
la Educación Media de la generación de 20 a 25 años.
La tasa de repetición de primero de
liceo en Montevideo es del orden del 43%. Casi la mitad repite.
Este partido lo estamos perdiendo.
Darle a todos los que nacen en el
Uruguay las mismas oportunidades, a través de la Educación, es la clave para
lograr la verdadera Justicia Social.
Hace 25 años se creaban los planes CAIF
que revolucionaron la atención a la primera infancia.
Hace 15 años se ponía en funcionamiento
un plan de creación de Escuelas de Tiempo Completo, con bandejas de comida a
mediodía, que dotaban de más horas de educación y enseñanza a los niños.
Hace 7 años se creaba el Programa de
Aulas Comunitarias (PAC) emulando el esfuerzo público privado de los CAIF.
Hace más de 100 años se creaban 18 liceos
departamentales.
Hoy proponemos por ley 200 días de
clase mínimo por año, Liceos Públicos de Gestión Privada y una Universidad de
la Educación.
De la misma forma que ayer se lograba
la aprobación de la Universidad Tecnológica en el interior del País.
La Educación es y debe ser nuestro
mayor desvelo.
La formación de los maestros y
profesores debe ser encarada de una forma integrada con lo que sucede en el
mundo.
Contratar docentes en el exterior para
que vengan a enseñar al Uruguay, como autoriza expresamente el artículo 79 de
la Constitución.
Enviar docentes a estudiar al exterior,
con becas y contrato a su retorno, es una propuesta que anda en la vuelta y que
merece ser apoyada.
Abrir la cabeza, aceptar otras visiones
y propuestas, nos llevará a la zona de campeonato.
Si lo hacemos la historia tatuara estas
fechas de forma indeleble. Como lo hizo ese joven en su brazo con la del día de
su debut en la selección mayor.
Como lo hicieron José Batlle y Ordoñez
con los liceos departamentales, Enriqueta Compte y Riqué con el Jardín de
Infantes, José Pedro Varela con la Escuela Pública y Grompone con el Instituto
de Profesores y Germán Rama con las Escuelas de Tiempo Completo.
Que no sean sólo un recuerdo como
Maracaná, depende de nosotros.
Podemos hacerlo mejor.
(*) Abogado. Senador de la República
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