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| Dr. Jorge Batlle |
Finalmente, desde la última semana de diciembre hasta la reunión con los líderes de la oposición, el Presidente de la República resolvió el mayor dilema que tiene este país: ¿QUIÉN GOBIERNA?
El Presidente de la República advirtió que el poder real no estaba depositado en los elegidos por el pueblo, sino que era manejado por la dirección sindical, que por esa vía controlaba nada menos que la enseñanza, la salud y otras áreas tan importantes como el área financiera, y para resolver esa situación extrema en la vida del país acudió a los Partidos Tradicionales. El Partido Colorado, en un gesto que lo enaltece, propuso aumentar la participación del gobierno en los órganos de enseñanza, además de darle doble voto al Presidente de cada Consejo, para que de esa manera se pudiera superar la obstrucción permanente a todo cambio, que imponían los sindicatos dominantes en la enseñanza y la salud.
¿De dónde surge ese dominio sindical?
El Presidente Vázquez apoyó la Ley de reforma de la enseñanza y reforma de la salud propiciada por el Frente Amplio. El Presidente Mujica heredó estos problemas, y necesitó de la ayuda de los Partidos Tradicionales para tratar de resolverlos.
Cuando finalizó la reunión el Sr. Brovetto, en su calidad de Presidente del Frente Amplio manifestó que ese partido –que es el partido gobernante- todavía no tenía opinión formada a propósito de estas modificaciones legales que el Presidente y los Partidos Tradicionales le proponen al Parlamento. Todos suponemos que el Frente Amplio acompañará al Presidente.
El gobierno del Dr. Vázquez apoyó modificaciones legales que generaron estos conflictos y que han obligado al Presidente de la República a romper este nudo gordiano con el apoyo de los Partidos Tradicionales.
Esta historia recién empieza. Modificar la integración de las autoridades no quiere decir haber resuelto los problemas de la educación. Es un paso importante. Lo acordado le otorga al Presidente de la República potestades mayoritarias para actuar con fuerza e inteligencia en el asunto de fondo: modificar la gestión y los compromisos educativos de la enseñanza nacional. Sería bueno que sobre este tema el Presidente Mujica leyera el discurso del Presidente Obama pronunciado anoche ante el Poder Legislativo Americano.
Este es el asunto más difícil e irrenunciable que el Uruguay debe asumir en la formación de los jóvenes, y si el Presidente Mujica está dispuesto a profundizar las libertades educativas, la modernidad de los programas, y el principio de autoridad necesario para que liceos y universidades funcionen, tendrá siempre nuestro apoyo.
Nadie puede dudar que la educación es central para la existencia libre de un país y si esta batalla es la única que el país puede dar en los 3 años que le faltan a este gobierno, será un principio de cambio necesario para liberarnos de tanto atraso, de tanto autoritarismo y de tanta ignorancia.
(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)
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