En abril de 1813, hace casi
ya 200 años, Artigas convocó al Congreso que debía designar los Diputados de la
Banda Oriental ante la Asamblea convocada en Buenos Aires. El Congreso Oriental
del año 13 fijó las pautas que serían hasta el día de hoy las bases de nuestro
derecho patrio y que representan además en su texto, tanto como en su espíritu,
la manera de ser, libre, republicana y
democrática de todos los orientales.
Las Instrucciones
dicen muchas cosas sobre muchos temas, pero hoy comentaremos las referidas a
los artículos 5 y 6.
Artículo 5: “Así este como aquél (gobiernos Provisional y Federal) se dividirán en Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial”.
Artículo 6: “Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí y serán independientes en sus facultades”.
El Frente Amplio ha resultado enmendar e ignorar a Artigas. Prefiere a Chávez, a Correa, a Evo Morales y a Cristina Fernández. Artigas es muy bueno cuando le sirve, cuando no le sirve mejor olvidarse de Artigas.
Es bien claro lo que las Instrucciones 5 y 6 dicen. El día que los tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial estén en manos de una sola persona o de un solo partido, se acabó la democracia.
El Presidente de la República cuando afirma que le disgustó lo que sucedió en la Suprema Corte de Justicia, en forma implícita está reconociendo el principio de la separación de Poderes, y le está diciendo a sus correligionarios no incurran en el más grave de todos los errores que han cometido, destruir en forma definitiva el régimen democrático pretendiendo sujetar a la Suprema Corte a la voluntad de una mayoría legislativa.
Si la Suprema Corte tuviera que dar explicaciones de por qué cambió un Juez, por más importante que sea, es el día en que la Suprema Corte dejaría de existir. De ese día en adelante la Suprema Corte debería consultarle al Parlamento de la República el movimiento de cada Juez y en poco tiempo más el porqué de cada sentencia. La Justicia dejaría de existir.
Más allá del hecho de la inconsistencia absoluta de lo planteado por el Frente Amplio en el Parlamento hay algo que sí es bueno advertir y recordar con claridad: no es este el primer fallo de la Suprema Corte de Justicia que tiene que ver con cuestiones afines a los Derechos Humanos. Han habido otros. En esos casos anteriores el Frente quedó satisfecho con la resolución de la Suprema Corte y a nadie se le ocurrió decir que la Suprema Corte estaba equivocada o que había cometido un error, a nadie.
Cuando la Suprema Corte dicta una resolución como el caso del impuesto a la tierra o en el traslado de una jueza que no le satisface al Frente, el Frente poco menos que la quiere destituir a la Corte. Para el Frente Amplio la Suprema Corte solo sirve cuando falla a favor de sus intereses.
Un país sin justicia es un país sin libertad. Eso es lo que el Frente quiere, un país sin libertad.
(*) Abogado. Ex Presidente de la República (2000-2005)
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