El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

sábado, 12 de octubre de 2013

Las medias verdades de cultura

Por Miguel Manzi (*)

En su edición del pasado jueves 3 de octubre, el semanario "Búsqueda" publicó una entrevista al director de Cultura de la Intendencia de Montevideo, Héctor Guido, quien llegó al cargo en 2010 tras una destacadísima carrera como hombre de teatro. La nota ofrece varias claves para acercarse al estado actual del gobierno departamental y, a su través, de la propia Ciudad. En los términos más generales, ratifica lo que se me ocurre llamar el "sentimiento de inimputabilidad", o impunidad, irresponsabilidad, ajenidad, yo no fui, que abunda entre los jerarcas frenteamplistas; así en el diseño, ejecución y resultados de las políticas públicas, como en su dimensión económico-financiera-fiscal y su correlato presupuestario. El asunto, pues, no es solo con Guido: es con la coalición en el poder de la que Guido es un calificado reflejo.

Van comentarios.

Yo no fui

Preguntado sobre sus materias pendientes después de tres años de gestión, Guido contesta: "Que todo lo hecho sirva para generar un gran cambio cultural, que lo necesitamos como ciudad y como país (...) para recuperar valores y detener el proceso de crispación de la sociedad". Tanta razón le asiste al Director, que no encuentro mejores palabras para decirlo: efectivamente, necesitamos un gran cambio cultural, para recuperar valores y detener el proceso de crispación de la sociedad. Necesitamos cambiar los paradigmas culturales y el sistema de valores que se imponen y avanzan con prepotencia de patota sobre la ciudad y sobre el país, para recuperar aquellos que nos distinguían entre las naciones civilizadas. Un pensamiento profundamente reaccionario al que adhiero con la misma convicción que Guido. La feroz paradoja es que los tales paradigmas culturales y sistema de valores que hay que cambiar, son los que prohijó, con rigurosa inspiración gramsciana, el Frente Amplio en su camino hacia el poder, y los que cultiva y financia hace casi 25 años desde la Intendencia de Montevideo y hace casi 10 años desde el gobierno nacional. En cambio, las pautas culturales y el sistema de valores que Guido extraña son los radicalmente burgueses, liberales, reformistas y progresistas bajo los que crecimos y nos educamos Guido y quien esto escribe. Pero Guido y otros dirigentes frenteamplistas fingen demencia, ponen cara de yo no fui, se desentienden de su creatura cultural y valórica y ahora la quieren cambiar. Yo, por mayor seguridad, quiero ganarle al F.A., para que deje de emitir incultura y desvalores desde el gobierno, que en Uruguay sigue siendo la mayor parte del poder.

50 millones de dólares

En la entrevista de Búsqueda, se establece que "Guido dirige un departamento que tiene 1.200 funcionarios y que en el 2013 manejó un presupuesto de $256.117.543 (aproximadamente U$S 12.000.000) para el funcionamiento de todas las unidades". Esta información, así dicha, siendo cierta, es mentirosa y mal intencionada: se refiere exclusivamente al renglón "gastos de funcionamiento", como en rigor dice el texto de Búsqueda, matiz que el lector común no tiene por qué registrar. Para quien lee, Guido hizo todo lo que hizo con "apenas" U$S 12 millones. Pero según la Rendición de Cuentas 2012 (último balance cerrado por la IM), el Departamento de Cultura que dirige Guido ejecutó el año pasado casi 50 millones de dólares, cuatro veces más que lo que dice la nota. Por el lado de los funcionarios, los 1.200 que se informan equivalen al 14% de la plantilla departamental. Cabe anotar que entre ese ejército de 1.200, y aunque se trata del Departamento de Cultura, parece que no hay ningún diseñador gráfico, razón por cual Guido contrató a Juan Ángel Urruzola para que diseñara la "tarjeta joven", pagándole "$ 47.000, IVA incluido, por mes, de junio a septiembre", o sea, un total de $ 188.000 (quede claro, IVA incluido). Qué belleza (inimputabilidad, impunidad, irresponsabilidad, yo no fui).
Algo está mal

El departamento de Cultura de Guido no hace inversiones (ese renglón ocupa menos del 3% de su presupuesto), pese a que tiene a su cargo múltiples instalaciones y servicios (en su nómina se incluyen los cuerpos artísticos: la Comedia, la Filarmónica, la Banda Sinfónica; pero también las salas teatrales, las bibliotecas, los museos, zoológicos y parques). Guido reparte sueldos. ¿Está mal que La Ciudad gaste 50 millones de dólares por año en cultura? (más precisamente, en salarios e insumos de 1.200 funcionarios municipales o de productores culturales a sueldo de la Intendencia). ¿Está mal? Por supuesto que no está mal en sí. El asunto es que las asignaciones presupuestarias son relativas, porque armar un presupuesto es un ejercicio de "suma cero": lo que le doy a uno se lo saco a otro. Por ejemplo: los salarios que pagamos en la "Unidad de Animación" de la Gerencia de Eventos de Guido, son superiores a todo lo que la IM gasta en "Estudios & Proyectos Viales". O lo que gastamos en el "Zoo Villa Dolores" equivale a 34 veces lo que la IM destina a "Prevención de Asentamientos". O con lo que se imputó en 2012 a la propia "Dirección Superior" de Guido, podríamos haber duplicado las intervenciones en "Áreas verdes". No estoy planteando una falsa oposición. Estoy diciendo que si hacemos una cosa no hacemos la otra, porque la plata es la misma (y es de los ciudadanos contribuyentes). Digo que La Ciudad tiene pavorosos déficits en las áreas de responsabilidad central y exclusiva del gobierno departamental: tránsito, transporte, vialidad, basura, alumbrado, veredas, asentamientos. Y que "gobernar es priorizar", tarea siempre ingrata, porque resulta en ganadores y perdedores. Claro que tal no es la función de Guido, que está encantado con Ana Olivera, a quien "con el tiempo lograremos valorar lo que significó en el proyecto de Cultura". No, el tiempo no es tan generoso; Ana Olivera, a quien un correligionario suyo equiparó para siempre con un electrodoméstico, será recordada como el último eslabón de un proyecto fallido, derrotado desde adentro por la autocomplacencia, la ideología, la ilusión milenarista, y una crónica incompetencia para gestionar la complejidad. Apure Guido el paso, firme el convenio con Cinemateca, arme "Montevideo Libre", y contrate un par de veces más a Urruzola. Porque a partir de 2015 vamos a revisar línea por línea el presupuesto de la IM, para asegurarnos que los ciudadanos puedan llegar al teatro en ómnibus que pasen a tiempo, circulando por calles y avenidas renovadas, o caminando por veredas transitables e iluminadas, sin toparse a cada paso con montones de basura, ni temiendo ser asaltados a la salida de la función. Vaya cambio cultural que tendremos que promover.

(*) Abogado. Ex Diputado

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