El SEMANARIO RECONQUISTA es el órgano de prensa de la Agrupación Reconquista del Partido Colorado, fundado por Honorio Barrios Tassano y Carlos Flores. Director Prof. Gustavo Toledo.

jueves, 30 de mayo de 2013

Un oriental suelto en China

Por Gustavo Toledo

Para cualquier gobernante uruguayo con dos dedos de frente, China es un destino ineludible. Como lo fue, en su momento, la romántica Francia, o, por inercia, el Imperio del Norte. Perderse en aquella inmensidad, recorrer sus grandes avenidas, elevar la vista tratando de alcanzar la cúspide de sus rascacielos interminables, constituye -antes que nada- una obligación estratégica. Igual que hablar lo estrictamente necesario, ceñirse a los dictados del protocolo, y, si fuera posible, pasar desapercibido. Los chinos cultivan la discreción y el bajo perfil, cualidades milenarias que, obviamente, nuestro presidente ignora. O, lo que es peor: no le importan. 

Siguiendo la estela de sus antecesores, viajó hasta allí con la intención de que sus anfitriones descubran las virtudes del asado uruguayo e inviertan sus morlacos en nuestro paisito, poblado de “atorrantes” y cultores de la siesta. ¿Sus armas? Las de siempre: frases hechas, salidas rocambolescas, palmoteos innecesarios, bromas inasibles…  (¡Pobres traductores!)

Uruguay “precisa mucho” de China, dijo, con tono de sabio que acaba de descubrir la vacuna contra el subdesarrollo. “Tenemos una oportunidad histórica y queremos ser aliados de China”, deslizó aspirando las “S”, como suele hacer en sus audiciones de M24 y en los actos oficiales. ¿Y Argentina? ¿Y Brasil? ¿Y el Mercosur? ¿Pidió permiso o se cortó solo? Vaya uno a saber… Sea como fuere, la conclusión es bastante obvia: el mundo no termina a la vuelta de la esquina, como sus socios marxistas-ruralistas pregonan a los cuatro vientos. El barrio es demasiado chico para vivir encerrados, incluso para un país de dimensiones minúsculas como el nuestro. ¡El problema es que le llevó tres años y pico darse cuenta!

Ahora bien, ya que anda por aquellas tierras, sería bueno que convirtiera su modesto viaje de negocios en una salida didáctica. Como las que hacen las maestras con sus alumnos, yendo de excursión al LATU o al Planetario, con el propósito de descubrir los misterios de la Física o algún astro que pende del infinito cual chirimbolo navideño. Una especie de curso acelerado de modernidad y pragmatismo, para un hombre varado en el pasado y la inacción. De hecho, si ésa fuera su intención, no tendría que hacer ningún esfuerzo extraordinario. Bastaría con que saliera a la calle y preguntara, ¿cómo hicieron para tirar el maoísmo por la ventana y abrir las puertas al capitalismo? ¿Cómo lograron dejar de ser “el país del no se puede” para convertirse en “el país del no me alcanza”? ¿Cómo pudieron transformar una utopía inerte y sin futuro en una realidad contante y sonante?

Si pregunta, seguro le hablarán de Deng Xiao Ping y de su revolución dentro de la revolución. Del volantazo que pegó a fines de los setenta, casi al mismo tiempo que otra dictadura, pero de derecha, hacía lo propio en Chile. Y, sobre todo, de los resultados que obtuvieron a partir de la puesta en práctica de ese experimento que Deng, el Giulio Andreotti de Oriente, bautizó, irónicamente, como “Socialismo de Mercado”; y que, del otro lado del Pacifico, los progres denominaron despectivamente “Neoliberalismo”.

Fracasada la experiencia socialista en ambos países, abrieron sus economías de la peor forma posible: a prepo. Privatizaron todo lo que pudieron. Derribaron monopolios a martillazos. Tejieron acuerdos comerciales con grandes y chicos, como quien sale a pescar con el trasmallo. Abrazaron el libre mercado con alma y vida. Es más, hasta modificaron su Constitución con una intención muy distinta a la que reveló hace poco nuestra Rosa Luxemburgo y su grupo político. Ellos no quieren “priorizar la vida por sobre la propiedad”, como pretende nuestra primera dama, sino establecer que “la propiedad privada y legítima de los ciudadanos es inviolable”, y que “el Estado, de conformidad con las leyes vigentes, debe proteger los derechos de propiedad privada de los ciudadanos, como también los de su herencia”.

A ver: es obvio que la China comunista de hoy es un capitalismo de Estado, un régimen autoritario cuyo principal objetivo económico es estimular el consumismo y mejorar la competitividad a cualquier precio, que no admite reclamos salariales y puede despedir sin inconveniente a millones de funcionarios públicos y cerrar empresas ineficientes sin reparar en costos de ningún tipo.

Naturalmente, éste no es el camino más aconsejable al desarrollo. Una dictadura, en la que se puede hacer negocios sin inconveniente, pero las personas son vistas como una variable económica y no como seres humanos dotados de derechos inalienables, no es mi ideal político. Ni el mío ni el de ningún liberal de verdad.

 Si es preciso que el Pepe viaje al otro extremo del mundo para entender que no hay dictaduras buenas y dictaduras malas, que nada justifica que una sociedad se desarrolle a la sombra de una bota, y que, en materia económica, no importa de qué color es el gato sino que cace ratones, deberíamos mandar todos los años dos o tres barcos repletos de uruguayos a darse un baño de realidad en aquellas aguas.


No se me ocurre una inversión más rentable que esa.

martes, 28 de mayo de 2013

Bordaberry: proyecto sobre educación en zonas de contexto crítico

El senador Pedro Bordaberry presentó ayer un proyecto de ley que establece la creación de "centros educativos públicos de gestión privada" que brinden educación media en zonas de contexto crítico y se financien a través de la Tarjeta Uruguay Social, coordinados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

El texto define a los centros públicos de gestión privada como "todo emprendimiento gestionado por personas físicas o jurídicas de derecho privado, habilitado por la ANEP, que imparta educación media básica y superior de tiempo completo (8 horas diarias) y que brinde un servicio de alimentación, en las zonas que a ese efecto se determinen conforme lo dispuesto en el artículo anterior".

La iniciativa propone que las personas que sean beneficiarias de la Tarjeta Uruguay Social pueden inscribirse voluntariamente en el Mides para que sus hijos puedan asistir a los centros educativos que se crearán con estos fines, luego de que el Mides reglamente cuáles serán los requisitos para acceder a esta posibilidad. El mismo ministerio se encargará además, junto con el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), de determinar las zonas consideradas "críticas" en las que funcionarán estos centros.

Una vez inscriptos, el Mides otorgará una prestación económica por alumno de 5 mil pesos por mes, durante once meses por cada año lectivo. Este monto se depositará mensualmente en cada Tarjeta Uruguay Social y será la financiación de los centros educativos, impidiendo que los liceos cobren cualquier otro tipo de suma a las familias de los estudiantes.


Fuente: El Espectador 

La murga presidencial

Por Jorge Batlle (*)

Al principio el amor era con la Argentina y su Presidenta. El Presidente Mujica anunciaba un nuevo estilo en las relaciones personales. Nada de protocolo, nada de formalidad, todo era entre che y vos. Abrazos ideológicos, simpatías reiteradamente expresadas, terminaron en un desastre. Se enojó. Le dio rabia, igual que los chiquilines, y entonces rápidamente se dio vuelta y dijo hay que ir al Brasil.

Allí se encontró con otra mujer como Presidente de la República, y para cauterizar errores anunció al mundo que el Uruguay tenía que seguir al Brasil. Brasil campeón. Brasil líder. Todo con Brasil.

Por supuesto se había olvidado que hacía mucho tiempo que Brasil tenía una fuerte representación industrial en el Uruguay. Frigoríficos, curtiembres, arroceras, bancos, gasolineras, seguros, etc., etc.

Pero el Presidente creyó que la mejor manera de ablandar a la Argentina era abrazar a Brasil. El abrazo del oso.

Pero hombre de más de un mundo se trasladó a China y allí con sabiduría propia de un gran Mandarín dijo: lo que pasa que Brasil y Argentina le tienen miedo a China. Dicen que los chinos pensaron que había más de un país que le tenía miedo a China, además del supuesto temor que el Presidente del Uruguay le adjudica a nuestros hermanos del Mercosur.

El 23 de mayo en la Ciudad de Medellín cuatro Presidentes de América Latina, Chile, Colombia, México y Perú removieron el 90% de sus tarifas comerciales entre sí. Consolidaron la Alianza del Pacífico. Costa Rica y Panamá están deseosos de entrar y así lo han manifestado. El Primer Ministro de Canadá, así como su contra parte española, participaron como observadores. La Alianza del Pacífico tiene más habitantes que el Brasil, más inversión directa, y exporta al mundo el doble que el Brasil. Estos países tienen además un Acuerdo de Libre Comercio con los EE.UU.

Los países del Mercosur, o sea, los del Atlántico tienen una alianza preciosa porque no funciona. No funciona nada. Todo el mundo firmó el Tratado pero ninguno lo cumple. A los paraguayos los echaron. A los venezolanos los quieren hacer entrar pero es ilegal.

¿Qué pasa entonces con el Uruguay?

En esta política locamente incongruente, el Vicepresidente Astori habla de acercarse a la Alianza del Pacífico y antes que pueda volver a respirar aparece un funcionario brasilero y le dice: usted eso no lo puede hacer, no le está permitido.

Hemos perdido la soberanía en forma definitiva y lo que es peor hasta la vergüenza.

¿Y el Dr. Vázquez qué dice de todo esto? Pero cómo hago esta pregunta si ya nos lo dijo en la Casa del Partido Colorado: más y mejor Mercosur.

Este es el país que nos proponen, un país que ha regalado su soberanía, su independencia y hasta su dignidad.


(*) Abogado. Ex Presidente de la República (2000-2005)

domingo, 26 de mayo de 2013

La sinfonía de las aguas

Por Pedro Bordaberry (*)

Corría el mes de octubre del 2009 y con Hugo de León encarábamos el último acto de la campaña electoral.

¿De qué vas a hablar?, le pregunté.

De la Sinfonía de las aguas, me contestó con esa especial forma de decir las cosas, parca pero contundente, que tiene Hugo.

¿De qué?, repetí preocupado.

Con una sonrisa me contestó: de la pobreza, de esa afirmación del candidato del Frente de que sólo ellos pueden hablar de pobreza porque la vivieron.

Cuando Hugo empezó a hablar se hizo un silencio enorme.

Rememoró su infancia en Rivera. Perdió a su padre siendo niño y pasaron con su madre y hermanos penurias económicas.

Mencionó, emocionado, el optimismo de su madre que los ayudó a salir adelante.

Recordó los días de lluvia. Las gotas se colaban por los agujeros del techo y su madre colocaba ollas, cacerolas y palanganas para evitar que se mojara el piso.

Escucha la sinfonía de las aguas, Hugo, le decía su madre mientras las gotas caían sonoras sobre el metal.

El aprovechaba cuando caían fuera para tirarse y resbalar sobre el piso jugando a patinar sobre él.

¿A mí me van a decir que no puedo hablar de pobreza?, se preguntó frente a la multitud que estalló en un prolongado aplauso.

Con el tiempo, Hugo se esforzó y salió adelante, triunfando en la vida. Como futbolista primero, entrenador después y hoy como empresario.

Su ejemplo es el de muchos que trabajaron duro, lograron darle educación a sus hijos, progresaron y tuvieron éxito.

Mientras lo hicieron fueron solidarios, ayudaron a otros, a la comunidad, a la sociedad toda.

El Uruguay está lleno de calles, plazas, escuelas y liceos que llevan el nombre de muchos uruguayos solidarios.

La movilidad social es una característica de nuestra sociedad desde siempre.

Se logra principalmente con la Educación. Ella nos da a todos las mismas oportunidades. Cuando los padres no pueden pagarla, el Estado debe brindarla. Debe hacerlo para asegurar a todos el mismo punto de partida.

Después será el esfuerzo, el trabajo, los talentos y las virtudes los que marcarán el techo.

Tener éxito en ese esfuerzo nunca debe ser motivo de condena, sino de admiración.

Tener éxito no otorga mayores derechos sino más obligaciones. De ayuda, de solidaridad, de responsabilidad social.

Eso también ha sido un distintivo de nuestra sociedad.

Pero hoy todo esto está en peligro.

Peligro por esa condena al éxito, es discurso de división entre interior y capital, pobres y ricos, burgueses y proletarios, chetos y planchas.

Peligro porque en las zonas de contexto crítico el índice de repetición es enorme.

Peligro porque en las familias del quintil de menores ingresos del país, hoy, sólo uno de cada diez termina la Educación Media Superior.

Mientras que en las familias del quintil de mayores ingresos nueve de cada diez lo hacen.

Hoy el que nace en los hogares de menores ingresos tiene menos posibilidades que otros uruguayos.

La culpa no es de aquellos que no nacen en esos hogares. La culpa es de nuestro Estado que no logra darles las mismas oportunidades porque administra mal los recursos que mediante el pago de impuestos, aportamos todos.

En algún lugar del Uruguay hoy está naciendo un niño que mañana puede ser un médico o un investigador que con su trabajo mejorará la vida de todos. Que tiene el mismo derecho de todos.

No podemos darnos el lujo de que uno sólo de esos niños quede atrás.

Para no dejarlo atrás, en lugar de divisionismos, debemos concentrarnos en darle las mismas posibilidades.

Mañana lunes presentaré un proyecto de ley para ello, habilitando en la Tarjeta del Mides fondos para pagar educación en centros exitosos como el Impulso o el Jubilar.

Para que esos ejemplos exitosos broten en todas las zonas de contexto crítico y así terminen con las diferencias de oportunidades.

Porque necesitamos transformar nuestra educación y convertirla, de nuevo, en una camino de igualdad de oportunidades.


(*) Abogado. Senador de la República. Líder de Vamos Uruguay- Partido Colorado 

Diputado Cardoso fue recibido por presidente del parlamento de Azerbaijan

El Presidente de la Cámara de Representantes y diputado por Maldonado, Germán Cardoso se reunió con Oqtay Asadov, Presidente del Parlamento de la República de Azerbaiyan. Luego participó de la inauguración de la "10th. Annual Conference of the Parliamentary Network on the World Bank & International Monetary Fund", a realizarse en la ciudad de Baku, República de Azerbaijan.

Con posterioridad a su participación en este evento, Cardoso se trasladará a la ciudad de Zaragoza para mantener reuniones con el Presidente y demás autoridades de las Cortes de Aragón y de la Fundación Manuel Gimenez Abad, a desarrollarse los días 26 y 27 de mayo próximos.


Fuente: FMGente 

DESDE MALDONADO Y CARLOS REYLES

Por Juan Díaz & El Tampico

ELINGER Y SANABRIA MÁS UNIDOS QUE NUNCA.

El edil Francisco Sanabria, hijo del dirigente colorado Wilson Sanabria, dijo que “la interna del Partido Colorado de cara el proceso electoral que ya está abierto en todos los partidos, intranquilizó a representantes de otras colectividades políticas”. Tales declaraciones, realizadas en la radio FM Gente de Maldonado, fueron en respuesta a los rumores existentes en los pasillos de la Junta Departamental, acerca del supuesto enfrentamiento suyo con otro dirigente de su sector, Hacer Futuro, el también edil Eduardo Elinger.

Negando tales diferencias y en tono enérgico - según detalla la radio en su sitio Web - Sanabria remató con una advertencia: “Les digo que estamos con más fuerza que nunca, que esta bancada está con más fuerza que nunca, que esta bancada está más unida que nunca, porque está convencida de una cosa: hoy tenemos un diputado colorado, estamos convencidos de que vamos a tener dos, pero vamos por más, por el trabajo de la gente, vamos por más”, aseguró.

SI NO LE GUSTA LA SOPA..., ¡DOS PLATOS!

La editorial Fin de Siglo tuvo la mala idea de publicar hace un par de años 500 grs. de celulosa procesada. Algo que se llamó “libro”, titulado “Pepe Coloquios”. Un compendio de vulgaridades ideales para la antología de lo patético. “Simplemente estupideces”, resumió en su momento Tabaré Vázquez.

En estos días el diario El Observador publica otro tipo de material, producto ya no de celulosa procesada en forma de libro sino más bien producto de un proceso intestinal por la repulsión que provoca: el Amodio Coloquios.

Las cartas enviadas por Amodio Pérez al citado diario conforman un compendio de disputas por el poder en la interna del MLN, con acusaciones cruzadas entre el autor de las mismas y los integrantes del movimiento Tupamaro, algunos de los cuales hoy están al frente del gobierno (Mujica, Fernández Huidobro, Topolansky, Rosencof, Marenales y  Zabalza, entre otros).

Lo que nos queda es esa amarga sensación de asco, ante la constatación del poco valor que le daban (¿o le dan?), todos ellos a la vida humana. Tanto a la de sus enemigos como a la de sus camaradas.

Asco.

EL FLAGELO DE LA DROGA.

Si existe alguna coincidencia entre el gobierno y la oposición, es respecto a los estragos que produce el consumo de drogas. Aunque con diferentes estrategias para revertir el crecimiento sostenido de las adicciones, que van desde la legalización del consumo y la producción de marihuana hasta la tipificación de tentativa de homicidio a la venta de Pasta Base, todos coinciden que son dañinas y que es preciso controlar y prevenir el consumo de estas sustancias.

La diferencia radica en el objeto del control. Fíjese usted: mientras que para la oposición tales controles deben realizarse en los barrios, en las puertas de las escuelas, en los liceos, en los espectáculos deportivos, etc., el Ministerio del Interior le realizó un control antidoping sorpresivo a 100 comisarios que fueron engañados a una reunión con jerarcas. Ninguno dio positivo.

¡Están de contentos!

CONTROL I 

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela por la gracia de las Matemáticas, acaba de heredar un país rico, pero empobrecido. ¿Qué se hizo con el inmenso caudal de dinero que manó de las entrañas de esa tierra bendecida por la naturaleza en los últimos años? Se gastó a manos llenas. El absoluto desprecio de su predecesor por las reglas del mercado y su deseo de exportar el “socialismo del siglo XXI” a los países vecinos, amén de financiar oscuros emprendimientos que no viene al caso mencionar en esta ocasión, no sólo supuso el despilfarro de miles de millones de dólares sino también la ruina de su aparato productivo. Venezuela, hoy, no produce prácticamente nada de lo que consume. Depende de lo que otros producen. A este panorama, se le suma el control cambiario, la inflación y el desabastecimiento, un “coctel molotov” que el nuevo mandatario, siguiendo el recetario del “pajarito chiquitico” que de vez en cuando se le aparece para aconsejarlo, piensa combatir con ayuda de los uniformados.  O sea, con más controles.

"El pueblo venezolano tiene que hacer colas de hasta dos, tres y cinco horas para comprar pollo, harina, azúcar o café, y no en las cantidades que quieran, sino no lo que el Gobierno les permite, dos pollos por familia", se oye de boca de la oposición. Agrego un dato, quizás pintoresco, que describe la gravedad de la coyuntura que en estos momentos allí se vive: los venezolanos tienen que hacer colas hasta para comprar… ¡papel higiénico! Conseguir un mísero rollo, en Caracas, se volvió una verdadera odisea. Repito: no estoy hablando de un Alfa Romeo o de una cartera Louis Vuitton, sino de un… ¡rollo de papel higiénico!

Según el Presidente del Instituto Nacional de Estadísticas  (INE), Elías Eljuri, la falta de papel higiénico que sufre su país, se debe a que “los venezolanos están comiendo más”. Como ahora el 95% “come tres veces al día”, se consume más. ¡Increíble!

Pero Maduro, como era de esperar, no se quedó atrás y culpó a la oposición de acaparar y hacer desaparecer productos con la intención de derrocarlo.

En conclusión: si el objetivo del régimen chavista es parecerse a Cuba, no cabe duda de que van por muy buen camino. En menos de 15 años, van a lograr lo que a Fidel y a su troupe les llevó medio siglo.

Sus amigos frenteamplistas estarán tomando nota de todo esto, ¿no?

Control II

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner acaba de imponer a los bancos emisores de tarjetas de crédito que operan en su país que limiten a 100 dólares por trimestre la cantidad de dinero que sus usuarios puedan retirar en el nuestro y demás países limítrofes. Para las autoridades económicas de la vecina orilla, el caos cambiario en el que han sumergido a la Argentina se arregla con más controles. Apretando la soga alrededor del cuello de la sufrida clase media, como lo hace su par venezolano.

Esta medida, sumada a las otras que venimos padeciendo desde hace meses, impacta negativamente en nuestra economía, y en especial en nuestra zona balneario. Pero esto, no ha despertado la preocupación ni mucho menos el reclamo de nuestras autoridades nacionales y departamentales.

Su tolerancia con los caprichos del gobierno argentino se acerca a la sumisión. En ocasiones, la protesta más que un derecho es una obligación.

Sí, ya sabemos: de dignidad ni hablemos. 

sábado, 25 de mayo de 2013

Amodio y la inflación tupamara

Por Gustavo Toledo

Nuestra historia reciente es una madeja de lugares comunes, mentiras, verdades a medias y mitos de toda clase, bastante difícil de desenredar. Sobre todo para quien quiere entender cómo fueron los hechos y se topa con una historieta que ni siquiera respeta la secuencia cronológica en la que se dieron. Quienes perdieron en el campo de batalla, por llamarlo de alguna manera, triunfaron en las librerías. Impusieron una versión -su versión- deliberadamente distorsionada de los acontecimientos, a fin de construir una épica tupamara, y, a partir de ella, conquistar el imaginario popular. Y así lo hicieron. El resultado está a la vista de todos.

La reaparición de Amodio Pérez, un boomerang que nadie esperaba que algún día retornara a casa, nos conduce inevitablemente a debatir ese pasado que aún nos duele, pero también sobre el sentido y construcción de lo que denominamos "verdad histórica". En el siglo XIX, Ranke proclamaba que la historia es el relato de lo que realmente sucedió. Sentado sobre una pila de documentos, se jactaba de haber alcanzado una verdad absoluta sobre el pasado. Nada ni nadie podía modificar lo que estaba escrito. Para él, allí estaba la verdad. Hoy sabemos que toda verdad es relativa y que la historia se construye en función de las preguntas que nos formulamos acerca de ese pasado, que nunca son las mismas, y de las pruebas a las que tenemos acceso, que tampoco nunca son las mismas. Aproximarnos al pasado, si nuestro interés es entender y aprender, exige -¡siempre!- una alta dosis de apertura intelectual y de humildad. Cosa que, entre los cultores de la mística tupamara, ciertamente, no abunda. Claro que ellos no quieren aprender sino enseñar. Por eso pueden darse esos lujos, y hacer de la historia un collage surrealista.

Desde su liberación hasta ahora, los tupamaros pintaron su lucha armada como una “necesidad histórica”, su mesianismo autoritario como una “causa justa”, y sus tropelías como “actos revolucionarios”. Con empeño digno de mejor causa, se dedicaron a tergiversar e invertir el orden de los acontecimientos, señalando que el MLN nació para enfrentar el golpe de Estado, que no tuvieron nada que ver con el ascenso militar y que siempre defendieron la democracia. ¡Hasta algunos llegaron a decir que la recuperamos gracias a ellos!

Según su relato, su propósito era  defender las instituciones del avance de los militares, con los que, se olvidan de decir, no todos tenían tan malas relaciones como ahora señalan. Para eso, también obvian decir que su organización surgió a principios de los años 60, cuando el Uruguay estaba gobernado por un Colegiado de mayoría blanca, y la posibilidad de un golpe de Estado solo estaba en sus cabezas y en la de algún trasnochado que, algunos años antes, como recordó el general Seregni en uno de los libros de Alfonso Lessa, Luis Batlle sacó “a patadas en el culo” (sic). También olvidan decir que, cuando finalmente cayeron las instituciones, en junio de 1973, ellos ya estaban presos, exiliados o escondidos por ahí. Ni una sola de sus balas fue disparada en dictadura; todas ellas fueron disparadas en DEMOCRACIA. Mala, buena, burguesa, o como quieran llamarla, pero democracia. En la que se podía avanzar por la vía electoral, como les dijo el Che Guevara en la Universidad, y no le hicieron caso; o como intentaron las fuerzas de izquierda democrática a través del Fidel, la Unión Popular y luego del Frente Amplio.

Como bien explicó Gerardo Caetano hace un tiempo al semanario Búsqueda, hay “una inflación cultural y política” del rol de los tupamaros en nuestra historia reciente, que, me animo a decir, no es inocente. Y que, como él señaló, “tiene más que ver con la lucha política que con evaluaciones históricas”.

El retorno de Amodio Pérez, impacta contra esta versión rankeana de los hechos impuesta por los tupas a lo largo de estos años. De la mano de la entrevista que le realizó El Observador, y de su catarata epistolar, no sólo empieza a tambalear el relato oficial sino también la credibilidad de sus constructores.

El propio Amodio lo dijo. Ante la pregunta, ¿Por qué reaparece ahora?, él respondió: “Para que se sepa la verdad y terminar con 40 años de mentiras”.

No es casual que la reacción del oficialismo oscile entre el silencio y el ninguneo. Para Sendic Jr., se trata de “un pobre tipo”; para Zabalza de “un personaje nefasto”; para Lucía Topolansky de un “hombre muerto”; para Rosencof de “un fantasma”, y para Fernández Huidobro de un “chisme”.

Amodio, no tiene proyecto político, al menos aparentemente, pero sí un evidente deseo de trascendencia. Quiere limpiar su nombre. Sacarse el mote de “traidor” que pesa sobre él. Dejar una huella. Hacer historia.

Su nombre, irónicamente, sintetiza lo que genera entre nosotros ese pasado de sangre y fuego del que fue protagonista: amor y odio. Extremos de un Uruguay fracturado que espera saldar sus deudas con el pasado. Y en el que, con mentiras y leyendas, alimentamos a las nuevas generaciones, rehenes de conflictos ajenos, pateando culpas que no son propias, y que les impide ver el futuro con claridad.

Es tiempo de decir la verdad, la que cada uno vivió y padeció, de reconocer los errores y horrores cometidos, de abjurar de una buena vez de los métodos empleados, y no reivindicarlos como lo hacen cada 8 de octubre, de pedir disculpas por ellos, y contribuir a la necesaria reconciliación nacional.

La verdad os hará libres, dice la Biblia.

No se me ocurre nada más sabio en este momento que hacerle caso.

Amén.

viernes, 24 de mayo de 2013

Código del Proceso Penal: proyecto en espera

Por Ope Pasquet (*)

Se vuelve a hablar del proyecto de Código del Proceso Penal (CPP). Oportunas declaraciones del Fiscal en lo Penal, Dr. Zubía, le han recordado a la opinión pública que sigue a estudio de la Comisión de Constitución y Legislación del Senado –que tengo el honor de integrar-, el proyecto de ley remitido por el Poder Ejecutivo a la Asamblea General en diciembre del año 2010.

La referida Comisión quiso abocarse al estudio del proyecto y llegó a dedicarle efectivamente unas pocas sesiones, pero el oficialismo prefirió darle prioridad a otros temas (ley interpretativa de la ley de caducidad, unificación de las patentes, modificaciones al Código de la Niñez y la Adolescencia, matrimonio igualitario, tráfico de armas de fuego, faltas, etc.). En las últimas semanas, los representantes del Frente Amplio han dicho en la Comisión que se proponen iniciar el estudio del proyecto de CPP tan pronto como concluya el trabajo en materia de faltas. Esperemos que así sea.

Mientras tanto, conviene recordar algunas de las características principales del ordenamiento propuesto. La idea central consiste en sustituir el proceso de tipo inquisitivo actualmente vigente, por el proceso de tipo acusatorio. En el proceso inquisitivo, la investigación de los hechos es conducida por el juez, que aunque se llame Juez Letrado en lo Penal sigue siendo el clásico juez de instrucción. Es el juez quien dirige la acción policial en la investigación del delito, quien reúne las pruebas y quien resuelve el procesamiento y la prisión preventiva del imputado. Meses o años después, será ese mismo juez (si no fue sustituido) quien dicte sentencia definitiva de primera instancia. La sentencia puede condenar o absolver, pero es muy difícil que el mismo juez que un día dispuso el procesamiento y la prisión de una persona, tiempo después la absuelva. En la práctica, las absoluciones dispuestas por el mismo juez que procesó, son “rara avis”.

En cambio, en el sistema acusatorio quien conduce la investigación es el fiscal. Si reúne prueba suficiente, le pide al juez que convoque a las partes a una audiencia y comience el juicio, que será oral y público. También puede pedirle que decrete la prisión preventiva del imputado, si estima que él puede querer fugarse u obstaculizar de cualquier manera la recolección de la prueba. Si el juez accede a la petición del fiscal y decreta la prisión preventiva, queda inhibido de seguir conociendo en el asunto; otro juez será el que dicte sentencia definitiva.

Como surge de lo expuesto, el proyecto separa claramente la función de acusar de la función de juzgar, lo que da mayores garantías al imputado. Actualmente la defensa lucha contra el fiscal, que es su contraparte natural, y también lucha contra el juez, que en su papel de instructor actúa en los hechos como adversario del reo. El principio acusatorio equilibra la situación. El fiscal acusa, el defensor defiende y el juez, por encima de las dos partes, resuelve.

Con el Código nuevo las audiencias serán públicas y necesariamente deberán ser presididas por el juez, so pena de nulidad, lo que dará más garantías a todos, y en especial al reo. Actualmente una persona puede ir presa por varios años sin que el juez le haya visto la cara, ni a él ni a los testigos que lo acusan. El proceso penal sigue siendo escrito; es un funcionario judicial quien interroga, recibe las declaraciones, las sintetiza según su leal saber y entender y se las lleva al juez. Es notable que, conociendo las ventajas de la oralidad desde que hace más de veinte años se aplica el Código General del Proceso en materia civil, en materia penal sigamos apegados al proceso escrito, a su lentitud y a su falta de publicidad.

El proceso por audiencias concentra la actividad probatoria y logra ser más rápido que el proceso escrito. En la mayoría de los casos, la sentencia definitiva debería llegar antes que una hipotética excarcelación provisional. Consecuencia: se reducirá el altísimo porcentaje de presos sin condena que hay hoy en Uruguay, y que nos expone a la censura de los organismos internacionales protectores de los derechos humanos que se ocupan de estos temas.

En el proceso de tipo acusatorio que el proyecto pretende establecer, el fiscal adquiere un protagonismo que lo asemeja a los fiscales que vemos en las películas estadounidenses: él decide si un hecho debe investigarse o no y si, cumplidas las investigaciones, el asunto debe llevarse a juicio o archivarse. Por eso es tan importante que el Ministerio Público (la institución de la que forman parte los fiscales) no esté sometido al Poder Ejecutivo como lo está actualmente. El propio Poder Ejecutivo, al remitir el proyecto de CPP al Parlamento, hizo suyo el criterio de la Comisión que elaboró el anteproyecto y recomendó que se le asigne al Ministerio Público una posición institucional que asegure su independencia; así su acción quedará a cubierto de suspicacias políticas, de otro modo casi inevitables.

En las actuales circunstancias, sería muy positivo para el país que el oficialismo le diera prioridad al CPP, tanto tiempo postergado, y avanzara simultáneamente hacia la constitución del Ministerio Público como servicio descentralizado. Ese sería un paso adelante, por el camino de la plena realización del ideal del Estado de Derecho, que nadie podría dejar de valorar y aplaudir.


(*) Abogado. Senador de la República (Vamos Uruguay)

jueves, 23 de mayo de 2013

Montesquieu


Por Jorge Batlle (*)

En la Instrucciones del Año XIII se dice habrá tres Poderes del Estado. Los mismos serán independientes entre sí.

En 1813 Artigas y quienes lo acompañaron, tenían muy clara la idea de cómo funcionaba la democracia. El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial eran Poderes independientes entre sí, y debían serlo siempre para que la democracia funcionara plenamente. Cuando uno de esos Poderes ocupa el lugar de los otros el sistema se llama dictadura, la única cosa que tiene en común con la democracia es que ambas palabras empiezan con “d”.

Esta locura del poder absoluto ha invadido a varios países en América del Sur. Cuba, una maravilla, bate los récords. Tiene el mismo Presidente desde 1959. Ni Luis XIV en Francia pudo quedarse tanto tiempo en el gobierno, solamente algún dictadorzuelo registra un récord similar. ¿Qué me dicen de Venezuela?: no le permitían hablar a los legisladores de la oposición en la Asamblea, no quisieron re contar los votos y modificaron totalmente los Tribunales electorales para habilitar cualquier forma de interpretación sesgada de los textos vigentes.

En Bolivia el Tribunal ha descubierto que para el caso del Presidente Morales se le puede permitir que sea candidato por tercera vez. Algún día no lejano pasará lo mismo en el Ecuador.

En nuestro querido y vecino país las leyes llamadas “democratización de la justicia” consagran el disparate anti democrático que los jueces los van a elegir en las listas partidarias. Agregan, además, que solamente los Partidos que registren listas en determinada cantidad de áreas electorales pueden presentar candidatos a la judicatura. La dictadura legal.

Entre nosotros empieza a asomar la cabeza el mismo bichito.

Una nutrida delegación del Poder Ejecutivo, mandada naturalmente por el Presidente de la República responsable de la visita, integrada por los Ministros del Interior, Educación y Relaciones Exteriores, además de otras personas, se reúne a su solicitud con los integrantes de la Suprema Corte de Justicia y le plantea las supuestas dificultades internacionales para el Uruguay que emergerían como consecuencia de los fallos judiciales recientes de la Suprema Corte.

Principio quieren las cosas. Así empiezan las dictaduras, de a poquito, tanteando, tratando de ver si este tipo de violaciones absolutas a la independencia del Poder Judicial tiene pocas o muchas repercusiones negativas. Presumen que entre las tantas cosas que suceden pasará desapercibido. En silencio, sin difusión alguna, al punto que la prensa no supo de la reunión cuando ella tuvo lugar, aterrizan en la Suprema Corte para decir aquí estamos, al gobierno no le gusta como ustedes fallan, y al mismo tiempo, organizan reuniones en el mundo, como la recientemente celebrada en París, para crear un ambiente internacional que presione sobre el fallo de la Corte.

A las cosas hay que llamarlas por su nombre: esta es una actitud claramente dictatorial.

¿Qué le parece al Presidente de la República si mañana los cinco Ministros de la Corte le piden una audiencia y le dicen que todas las cosas que hace son barbaridades una detrás de la otra y que tiene que cambiar? ¿Qué debiera hacer el Sr. Presidente de la República ante esa intromisión absoluta de un Poder en la vida del otro?. Seguramente decirles: Señores buenas tardes, pueden retirarse.
Los Ministros de la Corte fueron más educados, escucharon y hablaron de sus necesidades presupuestales.

Lo que no tiene desperdicio es el reportaje que en el día de hoy el Semanario Búsqueda le hace al Dr. Chalar, Ministro de la Corte, que dice: “la justicia es democrática cuando –le gusten o no sus sentencias a los gobiernos del momento o a otros centros de poder- actúa con independencia y con ajuste a la Constitución y a las Leyes; y de esto da prueba sobrada el Poder Judicial Uruguayo y lo reconoce el mundo y debe ser defendido por todos”.

Más adelante el Ministro Chalar preguntado por el periodista qué sintió el día que el Palacio Piria fue ocupado por un grupo de manifestantes por motivo del juramente de la jueza Mariana Motta, contesta: “algo parecido a lo que sentí hace 40 años cuando supe que se habían cerrado las puertas del Palacio Legislativo”.

Mientras en el Uruguay haya jueces así, con este carácter y esta claridad de conceptos de lo que son las obligaciones de la justicia y la independencia absoluta de los jueces, seremos un país democrático.

(*) Abogado. Ex presidente de la República (2000-2005)

martes, 21 de mayo de 2013

La chancha y los cuatro reales


Por Romana Ferrer Escandell

No quiero hablar del acuerdo, para eso están los juristas, constitucionalistas y otros técnicos. Creo que es bueno que se tenga en cuenta algo que pide la mayoría de la gente, esa gente que no está en la interna de los partidos, esa gente que sufre Montevideo, eso fue en definitiva lo que se votó en la Asamblea del sábado: seguir avanzando en la forma de implementar una alternativa entre los partidos.

Lo que es fabuloso en Vamos Uruguay es que todos podemos expresarnos en el consenso o en el disenso. Ahora, la libertad también implica responsabilidad, hacerse cargo de lo que uno hace, dice y de cómo esto repercute en la comunidad que integramos.

Acá molesta otra cosa y es la actitud respecto al resto del sector, esa actitud de cortarse solo, sin consultar, sin charlarlo de entre casa, sin avisar... dicen que el que avisa no traiciona y acá pasó todo lo contrario. Es eso. Faltó lealtad.

Y por si fuera poco se olvida de todo esto, y salta directo al papel de incomprendido. Caramba. Además faltó realismo.

De repente la gente que le compra el discurso no sabe, que para postularse por un nuevo lema a lntendente debe renunciar a postularse como convencional del Partido Colorado, y tal vez, o sin tal vez, sea esa la razón de su oposición.

Ahora sí, si quieren decime “pedrita” fanática, rosadita o cualquier tontería me resbala, la lealtad es impermeable.

Batlle y Ordóñez. El elogio del centro

Por Gustavo Toledo

Cuando Batlle nació, en 1856, los ecos de la Guerra Grande aún retumbaban en las calles de Montevideo y los odios que la habían incubado seguían tiñendo de sangre nuestra campaña. Cuando murió, en el 29, pese a la crisis mundial que se cernía sobre el mundo y que poco después llegaría hasta nuestras costas, el Uruguay que dejaba como herencia era otro, muy distinto a aquel país tosco, salvaje y violento en el que vio la luz. Dejaba un país en paz, con instituciones vigorosas, socialmente justo, en el que las urnas habían reemplazado a las lanzas y en el que cada uno podía ejercer su libertad sin más límite que el de la ley. Dejaba tras de sí un país ejemplar en muchos aspectos y a la vanguardia de su tiempo.

En suma, la vida de Don Pepe representa una excepcional parábola de aquel Uruguay que con tenacidad y esfuerzo se hizo a sí mismo y encontró, no sin dificultades, su lugar en el mundo, convirtiéndose -para orgullo de todos- en “un pequeño país modelo”.

La obra de Batlle es enorme y al mismo tiempo poco conocida. Se repite, como quien busca memorizar una poesía escolar o las compras del supermercado, la larga lista de realizaciones que llevó a cabo, sin reparar en la profundidad y significación de las mismas. A menudo se pierde de vista que no se trató de un conjunto de medidas aisladas, producto de impulsos espasmódicos o intereses transitorios, sino de una concepción filosófica profundamente humanista, liberal y reformista, a la que le debe la república su período de mayor gloria.

Para algunos, poco tiene para aportarnos hoy en día aquella formidable figura que abrió las puertas de la civilización y la modernidad; consideran su experiencia agotada y su pensamiento una antigualla de museo.

Para otros, desde la vereda opuesta, su liderazgo está dotado de ribetes heroicos, casi místicos y sus ideas constituyen asertos infalibles capaces de ser aplicados en cualquier lugar y circunstancia, sin reparar en el tiempo transcurrido ni en las transformaciones que han acontecido a lo largo del mismo.

No resulta extraño que unos y otros cometan el mismo error (que confundan la praxis batllista con la teoría batllista; los medios empleados con los fines perseguidos; las soluciones concretas a los problemas del momento con los principios que le dieron sustento y trascienden las contingencias de la hora); pero, sobre todo, que no entiendan el modo de pensar de Batlle. Nadie ignora que era un hombre convencido de sus ideas, a veces radical en sus afirmaciones y siempre persistente en su defensa, pero nunca necio. Sabía adaptarlas a cada contexto, o, al menos, eso intentaba hacerlo, a sabiendas de que sólo así podría llevarlas a la práctica. Batlle era, esencialmente, un realista (o, como se suele decir por estos días: un pragmático), que es la mejor forma de convertir una ideología, cualquiera que esta fuere, en un instrumento capaz de transformar la realidad; de lo contrario, es una ficción inútil e inoperante, completamente divorciada de la misma. Y así lo hizo, con admirable olfato, desde su aparición en el escenario político hasta el fin de sus días.

La Lic. Haydée Rodríguez de Baliero en un artículo de su autoría (“El realismo político de Batlle y Ordóñez”) publicado en la revista “Hoy es Historia” en marzo de 1986 lo señala de este modo: “Definidos los principios fundamentales de soberanía del pueblo, libertad individual, purificación del sufragio, eliminación de la explotación del hombre por el hombre, transformación económica, social y cultural del país, la acción política debía discurrir adaptándose a las particularidades del momento histórico, incidiendo siempre en algún sentido, de manera de lograr una superación que signifique un acercamiento al estado político ideal”. Para Batlle,los principios debían guiar la acción, nunca inhibirla”.

Por tanto, no es lógico pensar que hoy Don Pepe seguiría sosteniendo exactamente lo mismo que a principios del siglo XX, como algunos anacrónicamente insisten en señalar, por la sencilla razón de que nadie que haya estudiado su pensamiento y accionar político se lo imagina convertido en un necio, en un reaccionario, en defensor del statu quo.

Batlle se escapa de los encasillamientos convencionales. No fue el “socialista” disolvente que algunos quisieron pintar ni el aristócrata conservador que otros hubiesen preferido que fuera, sino un centrista-reformista. Sí, aquel hombre enérgico, a veces implacable con sus adversarios y duro en el debate de ideas, fue el inventor del centro político. O, si se quiere, de la centro-izquierda a juzgar por algunas de sus posiciones más liberales. Un hombre que supo hacer equilibrio entre la tradición y la innovación; entre su pertenencia a la vieja divisa de la Defensa y la construcción de una corriente de pensamiento que abrevó en las fuentes del liberalismo, del socialismo democrático, del feminismo y del espiritualismo, entre tantas otras. Así se constituyó una doctrina política y social única que, como bien señala el Programa de Principios del Partido Colorado, “no es un artículo importado, ni un catecismo dogmático, ni una especulación doctrinaria despegada de nuestra realidad” sino una construcción original y trasformadora, abierta a las necesidades de cada momento histórico y verdaderamente progresista.

Si el centro es el punto de equilibrio entre la continuidad y el cambio, la negación de los extremos ideológicos y la expresión de las capas medias dispuestas a vivir en democracia, a que sus derechos sean respetados y a que el Estado sea el garante de ciertos equilibrios sociales, sin vulnerar las libertades y capacidades de cada individuo, no cabe duda de que el Batllismo es el mejor representante del centrismo uruguayo y el viejo Batlle su principal mentor.

A más de un siglo y medio de su nacimiento, es bueno saber que sigue alumbrándonos el camino que debemos transitar. 

domingo, 19 de mayo de 2013

Bordaberry cuestiona exoneración del IVA y del Patrimonio a Aratirí

Marca "contradicción" del gobierno por gravamen al agro.
 
 
El senador colorado Pedro Bordaberry dijo que el gobierno le dará beneficios tributarios a Aratirí que pueden superar los US$ 700 millones, entre ellos la exoneración del IVA. El Poder Ejecutivo estimó la inversión en US$ 3.500 millones.
 
Bordaberry afirmó que hay una "contradicción" en el gobierno, que habla de desconcentración de la tierra pero da beneficios a una multinacional, entre ellos exonerarle el pago del Impuesto al Patrimonio que recientemente el Frente Amplio proyecta volver aplicar al agro.

"La primera conclusión es que a Aratirí y otros proyectos de megaminería le van a dar todos los beneficios tributarios de la ley de inversiones, menos el Impuesto a la Renta", dijo el senador de Vamos Uruguay.

"Entre ellos el Impuesto al Valor Agregado a la inversión, el impuesto al Valor Agregado a la importación que es 28%, el Impuesto al Patrimonio y se le va a dar exoneración de impuestos aduaneros", afirmó a El País. "Algo que el propio Poder Ejecutivo estimó puede ser de más de US$ 700 millones. Se dijo que se les iba a cobrar y no dar beneficios impositivos pero no es así en la ley", agregó.

Bordaberry hizo estos comentarios tras la comparecencia el pasado miércoles de una delegación del Poder Ejecutivo en la Comisión de Industria del Senado, que él preside. Señaló que el proyecto de ley de minería de gran porte "levanta el límite previsto en el artículo 103 del Código Minero, que establece un máximo de 500 hectáreas para estos emprendimientos". "Con lo cual hay una contradicción, los que dicen querer evitar la concentración hacen una ley a medida del proyecto de Aratirí, para que pueda tener áreas para minería superiores a las permitidas y le exoneran Impuesto al Patrimonio que le ponen a otros y que no estaba previsto en esta ley", sostuvo.

Para Bordaberry, "hay una contradicción muy grande en el discurso del Poder Ejecutivo, se trata de una multinacional y recientemente se le puso el Impuesto al Patrimonio a productores rurales".

El senador colorado dijo que hubo "una suerte de admisión" de las autoridades del Poder Ejecutivo que concurrieron a la comisión del Senado (entre ellos el ministro de Industria, Roberto Kreimerman, y el director de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía, Andrés Masoller) de que "Aratirí es una empresa junior, arma negocios y los vende, no hace la extracción".

A esto sumó que "se deja abierto qué tipo de cierre debe tener la mina, lo que resolverá el Estado. Es un proyecto que mira mucho a la propuesta de Aratirí", concluyó Bordaberry.

En la comisión parlamentaria, Masoller dijo que "es evidente la lógica de levantar la restricción que establece el Código de Minería".

"Se trata de emprendimientos de gran porte, que seguramente tendrán un área de explotación mayor a 500 hectáreas y, por lo tanto, se entendió que no había que gestionar un permiso especial", añadió.

Dijo que los gobiernos generan incentivos para las inversiones de los proyectos de minería y luego, "una vez que se recupera la inversión realizada, ahí sí los sistemas tributarios ponen mayor énfasis en gravar la renta que genera el proyecto minero".

"Esa es la lógica de generar algunos estímulos fiscales que no fueran sobre el Impuesto a la Renta, sino otro tipo de instrumentos como el IVA, el Impuesto al Patrimonio, los aranceles", agregó.

Masoller añadió que la inversión de Aratirí se estima en US$ 3.500 millones, a lo que Bordaberry le indicó que "el IVA sobre ese monto debe ser US$ 700 millones", lo que no le fue negado.

Masoller expresó que "obviamente" no a todos los proyectos se les van a dar las mismas exoneraciones, "pero supongo que si se les exonera el IVA, el Impuesto al Patrimonio, y se le dan algunos otros beneficios, el porcentaje máximo que se puede otorgar andará en el orden del 30%".

"Si se otorga o no, no lo vamos a saber, porque supongo que a una inversión que no obtenga todo el puntaje que menciona la Ley de Inversiones, no le darán lo mismo", acotó.

Cruce en Comisión

En la comisión de Industria se dio un cruce entre Bordaberry y Alberto Couriel. El colorado pidió que se explique a una delegación de la Cámara de la Vestimenta y del sindicato de la aguja por qué no sería recibida en audiencia por el momento, a lo que el frenteamplista se opuso.

Fuente: El País

sábado, 18 de mayo de 2013

Vamos Uruguay aprobó acuerdo con blancos


El Comité Ejecutivo Ampliado de Vamos Uruguay liderado por Pedro Bordaberry aprobó este sábado en Asamblea apoyar la creación de un lema en común con el Partido Nacional para las elecciones departamentales de 2015. Además, eligió para ocupar el cargo de secretario general al intendente de Salto, Germán Coutinho.

Según informó a Montevideo Portal el diputado colorado Fitzgerald Cantero la votación fue por una amplia mayoría, aunque la idea no fue acompañada por el diputado Fernando Amado, quien ya se había expresado públicamente en contra de la iniciativa.

El tema deberá ser tratado ahora por todo el Partido Colorado a través de su Convención Departamental.

Fuente: Montevideo Portal 
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